Cómo la votación de hoy en el Parlamento británico puede desbloquear el Brexit
Las enmiendas de los diputados podrían alterar el plan B de Theresa May.
Theresa May se enfrenta este martes a una votación en la Cámara de los Comunes que podría alterar radicalmente todo el proceso del Brexit. Se trata de una moción gubernamental neutra, que los parlamentarios tendrán que votar junto con las enmiendas de distintos diputados. Estas enmiendas, aunque no sean vinculantes, servirán para mostrar dónde reside la mayoría parlamentaria y para definir los siguientes pasos.
¿Se retrasará finalmente el Brexit? ¿Pedirá Theresa May nuevas concesiones a la UE para un nuevo acuerdo? ¿Estarán los británicos un paso más cerca de tener un Brexit sin acuerdo?
Por desgracia, lo único que se sabe de momento es que los británicos ya están hartos del Brexit (antes de que haya habido Brexit). Concretamente, un 62% se declara "infeliz" con el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, según un sondeo de YouGov para el canal 5 News difundido este lunes.
Para desatascar el bloqueo (por su bien y el de todos los europeos), estos son los escenarios que pueden producirse a raíz de la votación de los Comunes este martes.
Varios diputados han presentado sus propuestas para solucionar el caos del Brexit, pero no todas las enmiendas presentadas serán sometidas a votación. La selección la hará el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, este mismo martes por la mañana.
Se espera que elija unas seis, teniendo en cuenta cuántos parlamentarios han expresado su apoyo a cada propuesta. Las enmiendas seleccionadas tendrán que votarse en la Cámara de los Comunes y, aunque no sean legalmente vinculantes, políticamente sería muy difícil para May ignorarlas.
Retrasar el Brexit
Tal y como avanzó la edición británica del HuffPost, la diputada laborista Yvette Cooper quiere presentar la enmienda más radical, que consiste en obligar al Gobierno a permitir que el Parlamento debata una proposición de ley elaborada por ella para evitar un Brexit sin acuerdo.
Su propuesta de ley establece que si para el 26 de febrero no se ha aprobado un acuerdo de Brexit, el Gobierno debe retrasar la salida de Reino Unido de la Unión Europea unos meses. Podría ser hasta el 30 de junio o hasta el 31 de diciembre de 2019.
Esta opción tiene el apoyo de algunos exministros del Partido Conservador de May, además de muchos sectores laboristas.
Dar la palabra al Parlamento
El diputado laborista Hilary Benn ha elaborado una enmienda en la que pide al Gobierno que lleve a cabo una serie de votaciones indicativas para comprobar qué opción tendría mayor apoyo de la cámara.
Estas incluirían votar sobre un Brexit sin acuerdo, un segundo referéndum o una renegociación con Bruselas.
Por su parte, el conservador Dominic Grieve ha presentado otra enmienda que obligaría al Gobierno a conceder seis días a los diputados, en febrero y marzo, para debatir y votar sobre diferentes opciones. La última de esas fechas sería el 26 de marzo, es decir, tres días antes de la fecha prevista para el Brexit.
Grieve espera que en esos días los diputados tengan tiempo para ponerse de acuerdo en un plan —ya sea un segundo referéndum, un acuerdo comercial con la UE al estilo de Noruega u otro plan— que pueda lograr una mayoría parlamentaria.
Al igual que la enmienda de Cooper, si resulta seleccionada por Bercow y los laboristas la apoyan, podría conquistar el apoyo de suficientes tories rebeldes como para garantizar su aprobación, según apunta el periodista político Arj Singh en la edición británica del HuffPost.
La renegociación sobre la frontera con Irlanda
Una enmienda apoyada por el tory Graham Grady pide que se elimine la controvertida cláusula sobre la frontera irlandesa y se sustituya por una alternativa, mientras que su colega Andrew Murrison reclama que tal salvaguarda, dirigida a proteger el proceso de paz norirlandés, caduque en diciembre de 2021.
Ninguno de estos planes tendría un efecto práctico —ya que el acuerdo está sujeto a negociación con la UE—, pero May podría pedir a sus diputados que respalden uno de ellos con la esperanza de que, si se aprueba, refuerce su negociación en Bruselas. De este modo indicaría a la UE cuál tiene que ser su concesión para permitir la aprobación del acuerdo en el Parlamento, señala el HuffPost Reino Unido.
No obstante, estas enmiendas tienen dos obstáculos clave: que Bercow decida (o no) seleccionarlas para una posterior votación y que luego reciban el apoyo suficiente. Los partidos de la oposición se oponen a ellas, así que necesitarían que todos los conservadores (incluidos los defensores de un Brexit duro) den su respaldo.
Una enmienda presentada por la conservadora Caroline Spelman con apoyo generalizado rechaza dejar el bloque sin un tratado bilateral, algo a lo que no se quiere comprometer la primera ministra.
Tiene posibilidades para ser aprobada (si es seleccionada por Bercow), pero no tendría efecto legal, ya que la fecha del 29 de marzo está marcada por ley.
Sin embargo, ejercería mucha presión política sobre May para descartar un no acuerdo, obligándola potencialmente a retrasar el Brexit y a reescribir su estrategia.
Tanto la primera ministra como el Parlamento permanecerían estancados, como hasta ahora. De momento, ya han rechazado el acuerdo inicial de May con la UE (por una histórica mayoría en contra) y una moción de confianza a la primera ministra pocas horas después (en una reñida votación).
Si el bloqueo persiste, Theresa May podría presentar su dimisión o convocar nuevos comicios en un intento por reforzar su frágil posición, según apunta AFP.
En cualquier caso, los diputados habrían fracasado a la hora de tomar el control y May tendría pocas esperanzas de convencer a la UE para hacer nuevas concesiones sobre el acuerdo, algo a lo que los líderes europeos se muestran reticentes a menos que Londres cambie sus líneas rojas.
En resumen: Reino Unido estaría abocado a un Brexit sin acuerdo —el escenario más temido por los medios económicos británicos—, a menos que 1) la primera ministra cambie de rumbo, 2) los Comunes encuentren una forma de parar la cuenta atrás o de cambiar el plan del Gobierno, 3) la UE haga concesiones sobre Irlanda o 4) los diputados cambien de opinión y apoyen el acuerdo de May.