Clara Serra: "El discurso de Vox infantiliza y victimiza a los hombres"
La número dos de Más Madrid asegura que "en el auge de la ultraderecha hay de fondo una crisis de masculinidad".
A las hermanas Serra les ha enganchado la política y ahora se encuentran en bandos diferentes. A dos meses de las elecciones municipales y autonómicas, se sabe que Clara, exresponsable del Área de Mujer e Igualdad y una de las caras más reconocibles en los primeros pasos de Podemos, irá de número dos en las listas de Más Madrid, el proyecto de Íñigo Errejón y Manuela Carmena. Isa Serra, por el contrario, se ha propuesto candidata por Podemos para competir por el liderazgo de la Comunidad. Eso sí, aunque no dependa de ella, Clara admite en su despacho de la Asamblea de Madrid que “sería bueno” que hubiese un acuerdo para confluir juntos. “Podemos ha sido muy generoso y no sería la primera vez que participa dentro de una candidatura más amplia”, recuerda.
Con quien no estaría dispuesta a negociar sería con PP o Ciudadanos. Tampoco para hacer un cordón sanitario ante la posible irrupción del partido ultraderechista Vox en la política madrileña. “Queremos echar al PP de las instituciones y Ciudadanos, durante cuatro años, ha apoyado las políticas de degradación de los servicios públicos, de privatización de lo que es de todos”, explica. Por eso, cree que la opción de formar gobierno con ellos, aunque sea para evitar a la ultraderecha, “no es posible”. La principal tarea, asegura, es “que todo el mundo vaya a votar el próximo 26 de mayo”.
Una izquierda y una derecha divididas
Una de las preocupaciones de aquellos que irán a votar ese día son las posibles alianzas que se harían para formar gobierno. Clara Serra sabe que, tradicionalmente, la izquierda española ha estado siempre dividida, pero ahora “la derecha también”. “Se ha fragmentado y una parte del PP que era la ultraderecha se ha separado. Además, electoralmente no les ha salido mal”, asegura.
En el caso de la izquierda, cree que esta “pluralidad” puede ser una “fortaleza” y la “dirección que seguir”: “El espacio del cambio tiene que encontrar la manera de ser plural sin que sea una debilidad”. Sostiene también que en más de una ocasión, partidos de izquierda diferentes han confluido juntos para ir a las elecciones. Para esto, “Podemos ha tenido la fórmula más eficaz dado el contexto, lugar y momento en el que estábamos”.
El machismo está en todas partes
Independientemente de que estén a la izquierda o a la derecha, todos los partidos son machistas, según la aún portavoz del grupo parlamentario de Podemos en la asamblea de Madrid. También su propia formación: “Hay machismo en todas partes, lo importante es ser conscientes de que lo hay en tus propias formaciones”.
Lleva en Podemos desde su fundación y todos estos años le han servido de experiencia para asegurar que “las mujeres tienen más difícil hacer política en todos los lugares y, a nivel institucional también”. Cree que el siguiente paso, después de reconocer las actitudes machistas, es “tomar mecanismos para revisarlo y mejorarlo”. “No conozco ningún partido que no sea machista”, asevera.
¿Una política de mujeres?
Se pueden encontrar ejemplos de este machismo y de que la política sigue estando enormemente masculinizada en todas las formaciones. Desde la imagen de Santiago Abascal montado sobre su caballo o proponiendo llevar pistola, hasta el famoso cartel de la vuelta de Pablo Iglesias, que fue duramente criticado. Serra, que acaba de publicar el libro Manual Ultravioleta. Feminismo para mirar el mundo, opina que, en caso de que fuesen mujeres, la política sería algo diferente.
“Han aparecido figuras como Ada Colau, Mónica Oltra o Manuela Carmena que han demostrado que se puede hacer política de otra forma”, asegura, “una política mejor, más capaz de convencer o seducir y que la gente se sienta interpelada. “La política del enfrentamiento y la testosterona que se ha ido intensificando en los últimos meses con el tema de Cataluña, con los líderes masculinos retándose unos a otros, desincentiva a las mujeres”, asevera.
España tiene actualmente el gobierno más femenino de la historia de la democracia, formado en su mayoría por mujeres y cuya vicepresidenta es también la Ministra de Igualdad, Carmen Calvo. ¿Ha sido un gobierno tan feminista como prometía en estos nueve meses de legislatura? Serra opina que Sánchez quiso “hacer una apuesta por la igualdad”, pero “se han dejado muchas cosas por hacer”.
Para ella, un gobierno feminista es “aquel que transforma la vida de las mujeres” y que haya muchas en los puestos de responsabilidad “es un medio, no un fin”, por lo que “queda mucho por hacer”. En este sentido aplaude “el trabajo de Podemos” para que se llevasen a cabo una serie de medidas como el cambio del Código Penal tras el caso de La Manada.
También el movimiento feminista ha presionado en las calles de cientos de países para pedir un cambio en la política y en la legislación. Serra opina que se podría estar viviendo una cuarta ola feminista cuyas características son la reflexión de la masculinidad y el alcance internacional que ha tenido.
Las mujeres: ¿dique de contención para la extrema derecha?
Uno de los objetivos de la extrema derecha es acabar y desvirtuar el movimiento feminista, así como acabar con los avances de los partidos en este sentido durante los últimos años —no hay más que ver la propuesta de Abascal de derogar la violencia de género—. Durante los últimos años, según la número dos de Más Madrid, el voto de las mujeres ha sido “decisivo y más progresista”.
“Nos importa más el cuidado del resto de personas, la Sanidad, la Educación y los servicios públicos y sociales y esto es clave para la orientación del voto”, explica.
El auge de la ultraderecha y la masculinidad en peligro
Serra relaciona la irrupción de la ultraderecha en la política con “una crisis profunda de masculinidad”: “Su combate visceral contra las feministas se debe a que vivimos en un mundo en el que se han perdido muchas certezas”. Cree que las políticas neoliberales que nos han llevado a la crisis económica, han alejado a muchos hombres del papel de proovedor y asegurador de todo, su “papel tradicional” y eso “es muy poblemático”.
“La falta de certidumbre es el caldo de cultivo de las políticas más peligrosas, como Bolsonaro, Trump o Salvini, que parece que van a restituir el orden y devolverles a los hombres su identidad”, critica.
El ejercicio de quitarse privilegios masculinos de encima “es difícil”. “Pero más difícil es perder tu identidad”, asegura la integrante de Podemos. “El mundo en el que estamos puede hacer que muchos hombres no sepan cuál es su rol o papel y esta pérdida de identidad supone una crisis profunda”, continúa, “Abascal quiere prometer a los hombres quienes son, pero tras una masculinidad atemorizada y miedosa que les dice que lleven pistola”.
Cree que el discurso de Vox “infantiliza y victimiza a los hombres”: “Hasta las mujeres de Vox están teniendo un discurso paternalista y salen a la calle a decirles a los hombres que no se preocupen, que todo está bien y que ellas van a cuidarles”. Ella lo tiene claro: “Los hombres valientes no tienen miedo a la igualdad, sino que son seguros de sí mismos y tienen suficiente confianza como para mirar de igual a igual a las mujeres”. Compara el discurso de Vox con el síndrome de Münchaussen, aquél por el que las madres sobreprotegen tanto a sus hijos que acaban enfermándolos para poder cuidar de ellos: “Los hombres valientes son los que están el 8 de marzo, no los que llevan pistola”.
Las grandes polémicas: gestación subrogada y prostitución
Más allá de los retos que se presentan ante la irrupción de partidos reaccionarios, el movimiento feminista sigue debatiendo sobre dos cuestiones en las que históricamente ha habido diferencias de opiniones. Algunos partidos han apostado por legislar sobre estos dos temas, como es el caso de Ciudadanos y su intento de regular los vientres de alquiler —hasta ahora prohibidos en España—. “Es una propuesta irresponsable e ignorante que pone en peligro los derechos de las mujeres gestantes”, asegura Serra. “Las feministas no queremos un país que se parezca a El Cuento de la Criada, que parece también lo que busca Casado con su propuesta de paralizar la expulsión de las mujeres migrantes si dan a sus hijos en adopción”.
En cuanto a la prostitución, un tema en el que Podemos y PSOE no consiguen ponerse de acuerdo, Serra opina que hay que debatirlo calmadamente. “No estoy de acuerdo con las posiciones que renuncian a debatir o que caricaturizan a las que piensan de otra forma”, dice. Además, sostiene que en este debate se debería escuchar también a las mujeres prostituidas: “Son una voz que falta y que sin ella no podremos ver nada de manera completa”.
Un Madrid “más feminista”
Pero a corto plazo, Serra quiere centrarse en su nuevo proyecto. Espera que Más Madrid se abandere de la lucha feminista y de la de los jóvenes por el cambio climático. “La comunidad ha estado gobernada por un partido que ha sido un tapón para todas las posibilidades que tiene Madrid”. Por eso, con el nuevo proyecto quiere “hacer despegar a Madrid”, “que sea para las próximas décadas y una herencia para las nuevas generaciones”.
Para ella, esto sería “un Madrid comprometido con el cambio climático, con movilidad sostenible, mejorando la calidad del aire y transformando el modelo productivo”. Y también quiere un Madrid “feminista y preocupado por las mujeres”.
“Nosotros ya hemos propuesto una Consejería de Igualdad. Y cuando pensamos en más feminismo, pensamos en cómo tiene que ser la anchura de las aceras para pasar con el carrito, cómo tienen que ser las líneas de transporte público y si harán interparadas los autobuses nocturnos para que las mujeres se bajen lo más cerca de su casa, en sitios públicos y colectivos para que los padres puedan cuidar de los más pequeños y, por supuesto, una ciudad comprometida contra las violencias machistas”, concluye.