'Cien años de soledad': medio siglo de los secretos de orfebrería de un clásico de la literatura
Este libro –dice en el colofón– se terminó de imprimir el día 30 de mayo de 1967, en los talleres... Buenos Aires, Argentina". Seis días después, el lunes 5 de junio, Cien años de soledad, la novela de un colombiano desconocido, un tal Gabriel García Márquez (Aracataca, 6 de marzo de 1927-Ciudad de México, 17 de abril de 2014), estaba en todos los kioscos de prensa de la ciudad, junto a otra docena de novedades de la Editorial Sudamericana.
Aparte de Francisco, Paco, Porrúa, el editor de Sudamericana; de Luis Harss, el escritor chileno autor del libro Los nuestros (1966), en donde reproducía diez entrevistas realizadas a escritores latinoamericanos –García Márquez fue el último en ser incluido–, de Tomás Eloy Martínez, jefe de redacción del semanario Primera Plana, y unos cuantos más, nadie conocía en Argentina al escritor Gabriel García Márquez. Habían oído algo de él en las semanas anteriores, por el libro de Harss y el reportaje que Ernesto Schóo le hizo en México. Por los comentarios entusiastas de Fuentes y las primicias de capítulos o fragmentos en El Espectador y las revistas Mundo Nuevo, Eco y Amaru empezaba a atraer la atención del resto del continente. De modo que los ocho mil ejemplares de la primera edición, que Porrúa tenía previsto vender en seis meses, se agotaron en unas pocas semanas.
Son diversas las versiones de su proceso de gestación y, por supuesto, son múltiples los debates y las interpretaciones de cada gesto o declaración: desde la carátula de Iris Pagano, la diseñadora de la editorial, para la primera edición, porque el diseño encargado por el mismo García Márquez a Vicente Rojo no llegó a tiempo; hasta la letra "e" al revés de la palabra "soledad" en la carátula de Rojo. Se ha debatido sobre todo y han surgido peregrinas versiones y teorías.
No son muchos, sin embargo, los que se han percatado de las diferencias, por ejemplo, entre la exclusiva de El Espectador del primer capítulo de la novela y la versión definitiva en el libro. El Magazine Dominical del periódico tituló así en su primera página del domingo 1 de mayo de 1966: "Exclusiva: Cien años de soledad". Ello precedido del arranque de la novela terminado con esta frase: "El comienzo de la magna obra de García Márquez". Y una foto de perfil, en blanco y negro, del escritor. Tres páginas enteras (8, 9 y 10), con otras tantas ilustraciones de Osuna, reproducen, íntegro, el primer capítulo.
La comparación entre los dos textos no trae mayores sorpresas, pues en esencia son el mismo: se inicia con el recuerdo del hielo en una tarde remota y termina en esa tarde lejana en presencia del hielo. Tampoco los personajes y su carácter varían, de los seis más destacados en todo el libro aquí están cinco: José Arcadio Buendía, Úrsula, sus hijos, José Arcadio y Aureliano y, por último, Melquíades. Hay algunas supresiones radicales de explicaciones innecesarias u oraciones ordenadas de otra forma. Lo que sí cambia en esas trece y pico páginas que componen el primer capítulo del libro son algo más de una veintena de palabras. Él, que habló tantas veces de la adjetivación y que puso freno a sus ímpetus calificativos en varias ocasiones, aquí –como lo hará después en El otoño del patriarca– se permitió como nunca la búsqueda del término exacto, el que mejor reflejara la atmósfera de Macondo y los avatares de sus aldeanos.
Entonces es lógico encontrar "barro y cañabrava", en lugar de "adobe"; "espantó" y no "aterró", "colonial" por "español", "sofocante" por "ardiente", "bolas de vidrio" en vez de "piedras", "ciénaga" por "pantano", "fantasía" por "ilusiones", "sustancia ambarina" y no "azucarada substancia color de ámbar", "un bloque transparente" en vez de "un bloque de vidrio húmedo", y "atónito" por "triste". En total, cincuenta y una modificaciones, además de ocho cambios en la división de párrafos.
En una de sus escasas cartas, García Márquez le cuenta a Plinio Mendoza que la primera frase estaba escrita en su cabeza veinte años atrás y que no siguió adelante porque a los 17 años era algo demasiado grande para el muchacho de entonces. Hay que creerle, no es una fanfarronada. Al repasar sus columnas periodísticas de El Universal, de Cartagena de Indias, y El Heraldo, de Barranquilla, es decir, su producción periodística, entre 1948 y 1952, ahí están los primeros pasos: el ejecutante invisible de la pianola, el oficio de palmas fúnebres, los animalitos de caramelo, el adiós de Cepeda Samudio, Gabriel y la boticaria y muchas otras cosas más que un lector atento puede percibir.
Como periodista o fabulador, García Márquez sabía muy bien que se trata, al fin y al cabo, de un hombre solo que pretende, con apenas 27 letras, construir un mundo irrepetible en donde nos encontramos todos.
A continuación, puedes ver las variaciones del primer capítulo de Cien años de Soledad hechas por el propio García Márquez entre su primicia al diario colombiano El Espectador, el 1 de mayo de 1966, y la edición definitiva de Sudamericana que llegó a las librerías el 5 de junio 1967:
–El Espectador, 1 de mayo de 1966 / El libro, Sudamericana, 30 de mayo de 1967
(pp. 9,9 y 10) (pp. 9-23)
1 ...una aldea de veinte casas de adobe / ...veinte casas de barro y cañabrava
2 ...arrastrando dos pesados lingotes / ...arrastrando dos lingotes
3 ...y todo el mundo se aterró / ...y todo el mundo se espantó
4 ...y aun las cosas perdidas / ...y aun los objetos perdidos
5 ...pregonaba el gitano con áspero acento. / ...–pregonaba el gitano con áspero acento–,
6 ... relicario de cobre con un dorado rizo de mujer / ...con un rizo de mujer
7...tres pieza de dinero español / ...tres piezas de dinero colonial
8 ...un cofre de monedas coloniales / ...un cofre de monedas de oro
9 ...antes de conseguir, dos años después, una ruta / ...conseguir una ruta de enlace
10 ...los estudios del monje Hermann, y de los Libros del saber de astronomía,
de don Alfonso el Sabio, que dejó a su disposición / ...los estudios del monje Hermann, que dejo a su disposición
11 Olvidado por completo de sus obligaciones / Habiendo abandonado por completo lasobligaciones
12 ...la ahuyama y la berenjena, mientras el comején socavaba los cimentos de la casa. De pronto / ...la ahuyama y la berenjena. De pronto
13 ...navegando siempre hacia el oriente. / ...navegando siempre hacia el Oriente.
14 ...contraídas en sus viajes innumerables / ...contraídas en sus incontables viajes
15 El ardiente mediodía en que reveló / El sofocante mediodía en que reveló
16 ...chorreaba de sus sienes la vaselina / ...chorreaba de sus sienes la grasa
17 ...imitación del huevo filosófico / ...imitación del huevo filosófico
18 ...los procesos del Gran Magisterio / ...los procesos del Gran Magisterio
19 ...trabaja con el mercurio / ...trabajada con el mercurio
20 ...la aldea con toda clase de instrumentos musicales haciendo / ...recorrieron la aldea haciendo un ruido
21 ...del más fabuloso descubrimiento de la ciencia babilónica. / ...del más fabuloso hallazgo de las nasciancenos.
22 ...extremos intolerables. Pero / ...extremos intolerables, pero
23 ...se asombraron de cuánto / ...se asombraban de cuánto
24 ...mayor de 30 años / ...mayor de treinta años
25 ...vendiendo piedras contra el dolor / ...vendiendo bolas de vidrio para el dolor
26 ...en el sopor del pantano / ...en el sopor de la ciénaga
27...la antigua ciudad de Richacha / ...la antigua ciudad de Riohacha
28 ...llevárselos de regalo a la Reina Isabel /... llevárselos a la reina Isabel
29 ...franquearon la sierra buscando una salida / ...atravesaron la sierra buscando
30 ...se confundía al occidente con los médanos del río de La Magdalena, una extensión / ...se confundía al occidente con una extensión
31 ...echó en una mochila sus mapas / ...echó en una mochila sus instrumentos de orientación y sus mapas
32 ...un obstáculo apreciable; descendieron por / ...un obstáculo apreciable. Descendieron
33 Al término de la primera semana, distantesmataron y asaron / Al término de la primera semana, mataron y asaron
34 "Aquí nos hemos podrido como los puercos, si recibir / "Aquí nos hemos de pudrir en vida sin recibir
35 Pero esta vez Úrsula se anticipó / Pero esta vez, Úrsula se anticipó
36 Trató de seducirla con el hechizo de sus ilusiones / Trató de seducirla con el hechizo de su fantasía,
37 ...ocuparte de tus hijos, replicó / ...ocuparte de tus hijos –replicó–.
38 ...a la buena de Dios. Igual que los burros, / a la buena de Dios, igual que los burros.
39 ...el dorso de la mano y exhaló un hondo / el dorso de la mano, y exhalo un hondo
40 ...había cumplido 14 años / había cumplido catorce años
41 Aureliano, que iba a cumplir 6 años en marzo, era silencioso y retraído. Nació con los ojos abiertos. Mientras le cortaban el ombligo, no habiendo llorado ni siquiera con las tres nalgadas enérgicas que le dio la comadrona, movía la cabeza / Aureliano, el primer ser humano que nació en Macondo, iba a cumplir seis años en marzo. Era silencioso y retraído. Había llorado en el vientre de su madre y nació con los ojos abiertos. Mientras le cortaba el ombligo movía la cabeza
42 ...impulsada por un irresistible dinamismo / ...impulsada por un dinamismo
43 ...un fenómeno natural fundado en el poder mental de los niños. / ...un fenómeno natural.
44 ...consideraba la infancia como la etapa más absurda de la vida por la falta del uso de la razón, / consideraba la infancia como un período de insuficiencia mental,
45 Quienes lo conocían bien, habían llegado a creer que odiaba a los niños, inclusive a los suyos, pero la realidad era que nunca había tenido una noción precisa de su existencia antes de esa tarde en que los llamó para que lo ayudaran a desempacar las cosas del laboratorio. Desde entonces les dedicó sus mejores horas. / Pero desde la tarde en que llamó a los niños para que lo ayudaran a desempacar las cosas del laboratorio, les dedicó sus mejores horas.
46 Se había tomado de un golpe una copa de la azucarada substancia color de ámbar, / una copa de la sustancia ambarina,
47 ...el clima triste de su mirada / ...el clima atónito de su mirada
48 ...conocer la portentosa invención de los sabios de Memphis, / conocer la protentosa novedadde los sabios de Memphis,
49 ...anunciada a la entrada de una tienda que según decían, perteneció al rey /...anunciada a la entrada de una tienda que, según decían, perteneció al rey
50 ...un enorme bloque de vidrio húmedo / un enorme bloque transparente
51 "Es el diamante más grande del mundo". El gigante corrigió: "No. Es hielo". / –Es el diamante más grande del mundo. –No –corrigió el gigante–. Es hielo.
Hay, además, ocho (8) variaciones en la constitución de los párrafos que no alteran la narración. Un párrafo muy extenso lo abre en dos o, al contrario, una frase breve la une al párrafo anterior. Pero nada que altere el sentido original.
- Esta historia continuará la próxima semana con el homenaje especial que hará WMagazín al medio siglo de Cien años de soledad, de García Márquez: Reportajes, vídeos, fotorrelatos, audios y análisis.