Casado no será presidente
El PP crece en escaños (21) pero siente ahora el aliento de la extrema derecha de Santiago Abascal.
Hoy el brindis en Génova será amargo. Se frustra el sueño de Casado de ser presidente, a pesar que a las 20,30 de la noche estaban tan convencidos que ya pedían a Sánchez que no se presentase a la investidura. El PP crece en escaños (21) pero siente ahora el aliento de la extrema derecha de Santiago Abascal, que ha sustituido a Albert Rivera como rival y el de Nuñez Feijoo, que ha logrado contener a los ultras en Galicia y se convierte en el modelo a seguir.
Vox pasa de socio a peligroso rival, con capacidad para seguir creciendo y lograr el liderazgo de la derecha en próximas convocatorias electorales, alentado por las corrientes populistas que recorren Europa. En Génova la inquietud era evidente. Sin filtros y sin control, dispuestos a minar las instituciones y la democracia sin tapujos, Vox será más difícil de batir que Ciudadanos.
En feudos del PP como Murcia, Vox se sitúa por delante del PP y en Andalucía les pasan por delante en Cádiz, Sevilla, Almería y Huelva. En Barcelona empatan a dos diputados y en Madrid sólo les separan tres. Claro vencedor de la noche al duplicar los resultados de hace solo seis meses, Vox era esta noche en Génova un tremendo dolor de cabeza. Los mensajes eran insistentes: “Casado es la única alternativa a Sánchez” y “hemos logrado una remontaba que nadie esperaba”. Sin embargo, frente a los 28 nuevos escaños de Vox, 22 quedaban por debajo.
A pesar de que a las 22,30 se ha comenzado a montar una tarima en la calle para que Casado escenificase el supuesto triunfo, su equipo esperaba más de su electorado. Con una sensación agridulce, su gran amigo el alcalde de Madrid le ha chocado la mano en un momento de su discurso para infundirle ánimos. Solo tres horas antes estaban seguros de quedar por encima de los 100 escaños, que al principio de la noche un dirigente que seguía con el líder del partido el escrutinio en la 5ªplanta, aseguraba que serían suyos.
El PP no podrá pedirle a Pedro Sánchez que no se presente a la investidura, tal y como había advertido en un acto de arrogancia Teodoro García Egea antes de que comenzase el escrutinio y que ha quedado ridículo tras conocerse los datos. Se esfuma, por segunda vez, el sueño de Pablo Casado de ser presidente del Gobierno, que llevaba acariciando tanto estos últimos días que había llegado a creérselo. Hasta el último minuto, los responsables de comunicación insistían en que había que esperar a ver si arañaban algún escaño más, como si no acabarán de encajar la derrota.