Blanca, la 'lugarteniente' de la saga más importante del olimpismo español
Fue la única mujer española que ha ganado una medalla en unos Juegos de Invierno.
Blanca Fernández Ochoa, fue la primera española que ganó una medalla olímpica -bronce en el eslalon de los Juegos de Albertville′92 (Francia)-. Ejerció de lugarteniente de la principal saga de hermanos del olimpismo español, encabezada por su hermano Paco -que logró oro- e integrada por cinco miembros.
Blanca, ha sido la única mujer española que ha ganado una medalla en unos Juegos de Invierno, ganó su bronce veinte años después de que su hermano Francisco -popularmente conocido como Paquito y fallecido en 2006- sorprendiese al mundo entero al proclamarse, en los Juegos de Sapporo (Japón), campeón olímpico de eslalon de esquí alpino. El deporte rey invernal. En el que también fueron olímpicos sus hermanos Juan Manuel, Lola y Luis.
Los Fernández Ochoa no sólo son la saga más importante de toda la historia del deporte invernal español y, en concreto, del esquí. Lo son, también, en cuanto a hermanos se refiere, de todo el olimpismo hispano; en el que también destaca, en hockey hierba, la saga de los Amat, integrada por seis miembros, pero en la que cuatro de ellos son hermanos; y dos, sobrinos.
Juan Amat, plata en los Juegos de Moscú’80, fue cuatro veces olímpico en un deporte en el que sus hermanos Francisco y Pedro lo fueron en tres ocasiones; y su hermano Jaime, en dos. Sus sobrinos Pol y Santi participaron en tres Juegos e integraron el equipo que capturó la plata en la cita de Atlanta′96 (EEUU).
Blanca fue la que con más éxito siguió los pasos de Paquito, elevado al rango de héroe nacional cuando, en 1972 y contra todo pronóstico, ganó el eslalon disputado en el monte Taine (Taineyama). Una gesta que el propio interesado comparó, en una entrevista con la Agencia EFE en 1997, con motivo de las ‘bodas de plata’ de la misma, con el ”éxito de un austriaco en la plaza de toros de Las Ventas”.
Tras haber competido en los de Lake Placid′80 (EEUU) -en los que coincidió con Paco- y en los de Sarajevo′84 (Bosnia-Herzegovina, entonces Yugoslavia), Blanca rozó la gloria en sus terceros Juegos, los de Calgary′88 (Canadá), en los que se cayó en la bajada decisiva, después de haber sido la mejor en la primera manga de la prueba disputada en Nakiska (Alberta).
“Lo de Calgary fue un auténtico jarro de agua fría para mí. Llegué a esos Juegos con la sensación de que pillaba medalla fijo. Caerme en la segunda manga cuando iba primera fue una decepción absoluta”, comentaba Blanca en otra entrevista con Efe, en 2017, con motivo del vigésimo quinto aniversario de su medalla. Que ganaría cuatro años después, en el eslalon de Albertville. En Meribel.
Paco -al igual que ella, cuatro veces olímpico- también capturó bronce en el eslalon de los Mundiales de St. Moritz′74, en Suiza; y, al anotarse ese año el eslalon de Zakopane (Polonia), se convirtió en el primer español en ganar una prueba de la Copa del Mundo de esquí alpino. Competición en la que fue claramente mejorado por Blanca, que ganó el gigante de Vail (EEUU), en 1985; antes de subir a lo alto del podio en tres pruebas de eslalon: las de Sestriere′88 (Italia), Morzine′91 (Francia) y Lech′92 (Austria).
Esas cuatro victorias fueron constitutivas del récord histórico español en la competición de la regularidad hasta que, catorce años después, lo elevó a seis la andaluza María José Rienda, actual Secretaria de Estado para el Deporte.
Nadie iguala, sin embargo, los 20 podios en Copa del Mundo de Blanca, que coincidió en los Juegos de Sarajevo′84 con sus dos hermanos menores, Dolores -conocida como Lola-, de 53 años; y Luis, de 54. En 1984, Lola participó en eslalon y en gigante; idénticas pruebas que disputó Luis.
Juan Manuel, de 68 años, había disputado, junto a Paco, los Juegos Olímpicos de Innsbruck′76, en el Tirol austriaco, en los que afrontó el descenso, el eslalon y el gigante, prueba en la que logró su mejor resultado, al acabar en una notable decimosexta posición.
A Luis se le recordó de nuevo este año al convertirse el vizcaíno Juan del Campo, en Schladming (Austria), en el primer español en clasificarse para una segunda manga de un eslalon de Copa del Mundo, 33 años después de que lo hiciese por última vez él. En el de Heavenly Valley, en California (EEUU). Donde acabó decimotercero y fue el último hombre español en puntuar en esa competición.
El menor de los tres varones también compitió en los Juegos de Calgary′88, donde no tuvo suerte ni en el gigante, ni en el ‘súper’; pero acabó en un meritorio decimoctavo puesto el eslalon.
Un pago a la persistencia
En esos Juegos, Luis coincidió en la selección de alpino con Blanca. Y se encontraba en la cabina de TVE en la que Paquito comentó una prueba cuya segunda manga -por la diferencia horaria con la Alberta canadiense- se disputó en la tarde-noche española, convirtiéndose en el momento televisivo más impactante del esquí hispano; y el que más gente siguió en directo.
Blanca había sido la mejor en la primera manga. Y cuando se deslizaba hacia el oro olímpico, se cayó. Pensaba retirarse después de Calgary, pero la convencieron para seguir... cuatro años más. Y cuatro años después, hizo realidad su sueño.
“La medalla de Albertville fue un pago a la persistencia, al sacrificio. El trabajo siempre paga”, indicaba a Efe en la citada entrevista Blanca; recordando el día en el que se convirtió en la segunda medallista olímpica invernal de toda la historia española.
Una gesta que sólo lograron emular -26 años después- la pasada temporada, en los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur) el ceutí de la federación andaluza Regino Hernández y el madrileño Javier Fernández, que capturaron sendos bronces en el boardercross de snowboard y en patinaje artístico, respectivamente. Elevando a cuatro la exigua lista de medallas olímpicas invernales de España.