Beatriz Gimeno: "El feminismo de Ana Botín o Álvarez de Toledo es liberal y de corto alcance"
"Las mujeres trans llevan toda la vida en el feminismo", ha señalado la nueva directora del Instituto de la Mujer.
Fue diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid y presidenta de la Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y actualmente es directora del Instituto de la Mujer. Beatriz Gimeno (Madrid, 1962) ha sido el objetivo de los trolls de la derecha durante mucho tiempo por sus ideas políticas y llega al instituto con ganas de revertir los recortes que ha sufrido durante los últimos años y devolverle su valor.
A las puertas de un nuevo 8 de marzo, Gimeno habla sobre los retos que tiene por delante el nuevo gobierno en cuestión de Igualdad, los debates internos del feminismo y la nueva Ley de Violencia Sexual.
¿Qué retos tienen por delante el Gobierno y el Instituto de la Mujer?
La ministra Irene Montero ya explicó cuáles eran los tres ejes en los que se basarían todas sus políticas: de supervivencia, de reconstrucción y de defensa de la diversidad. Y el Instituto de la Mujer, aunque funciona con otros mecanismos tiene los mismos retos: mejorar la vida de las mujeres, que se sientan más seguras, hacer políticas públicas, poner en valor su seguridad y su vida... Que se reconozca el trabajo de cuidados y que se ponga en el centro de la vida política. Y, desde luego, desde el punto de vista del instituto me gustaría que se tuviese en cuenta el feminismo sea una fuente de reconocimiento sin la cual a la sociedad le falta algo. Quiero que el Instituto vuelva a ser lo que fue en su momento. Una referencia en las políticas públicas feministas y también en la producción de conocimiento feminista.
¿Cómo se ha encontrado el Instituto de la Mujer tras todos los recortes que ha sufrido?
Pues por la parte de recortes y material, bastante venido a menos y debilitado después de muchos años de políticas del PP. Se ha ido recortando poco a poco y quitándole competencias. Así que lo he encontrado debilitado aunque aún hace muchas cosas desconocidas como gestionar fondos públicos europeos, montones de programas, campañas, etcétera.
Al mismo tiempo, su fortaleza es su personal. Que es personal motivado, feminista y que de verdad se identifica con los objetivos del instituto. reo que no todos los organismos autónomos o de la Administración pueden decir que tienen un personal que se identifica con el organismo. Eso es curioso y una fortaleza.
Por otro lado, ¿qué le parecen las discrepancias que ha habido entre el PSOE y Unidas Podemos por la Ley de Libertad Sexual? ¿Son normales en un Gobierno de coalición?
Es verdad que son normales. Son dos partidos y no coincidimos en todo, desde luego. Pero no me cabe duda que es un Gobierno feminista. No sólo tenemos una ministra de Igualdad feminista, sino que es un gobierno feminista en general. Creo que las discrepancias son normales y que no tenemos los mismos puntos de vista en todo. Pero bueno, que se están gestionando. Se pone también mucho el énfasis en las discrepancias pero hay que gestionarlas con normalidad y pasado el tiempo no generarán ni tanto ruido ni tanta tensión.
¿Con esta ley España vuelve a ser un referente en Igualdad? ¿Llega a tiempo?
Estas cosas siempre llegan tarde. El avance de derechos, sobre todo cuando es una cuestión que afecta tanto a la vida de las mujeres, podemos decir que siempre llega tarde. Nos hemos convertido en referentes, aunque hay países que ya ponían el consentimiento en el centro. Pero es verdad que este cambio de paradigma nos pone, con toda la legislación que tenemos, en la vanguardia de los derechos de las mujeres.
Esta ley completa la legislación feminista que tenemos en nuestro país y que ha hecho que la gente mire a España como ejemplo de feminismo. En este sentido no vamos tarde. Ha ocurrido porque también ha habido un cambio en el mundo respecto a la consideración de las violencias sexuales como el Me Too, o Yo sí te creo. Ha habido un cambio con la cuarta ola del feminismo y esta ley viene a recoger eso. En este sentido es una ley que viene a recoger unas demandas que estaban en la calle.
Habla de la cuarta ola feminista ¿Hay muchas diferencias con las anteriores? ¿Y entre generaciones?
Sí. Pero esto ocurre siempre. Tanto con el feminismo como con la política. Cada generación tiene su afán y sus problemas no son los mismos. Ha cambiado la manera en que los jóvenes miran el mundo. Y también ha cambiado el mundo. Aparecen nuevos problemas y desafíos.
Las jóvenes han estudiado o han tenido acceso a los estudios, tienen los derechos formalmente garantizados, son listas, están liberadas… Y al llegar al mundo real se encuentran con la carencia de otros derechos que no están recogidos en las leyes, o sí, pero de otra manera. Entonces, se encuentran con que siguen siendo las que se ocupan de la familia, que el trabajo de cuidado impide que sean iguales en el mercado laboral, están discriminadas por si tienen o no hijos o que quieren hijos y no pueden porque no ganan lo suficiente, el difícil acceso a la vivienda... Eso no me pasaba a mí de joven. Entonces, creo que ha cambiado la manera de mirar el mundo y que hay diferencias generacionales pero que es completamente lógico.
¿Qué se va a hacer desde el Instituto con la prostitución?
El instituto no legisla pero aconseja, informa, desarrolla programas o políticas públicas. Yo, por mi parte, soy abolicionista. Me parece que la abolición de la prostitución es una de las causas más justas que tiene el feminismo. Eso no lo dejaré de lado.
Y el otro gran debate actual: ¿Quién es el sujeto del feminismo? ¿Forman las mujeres trans parte del movimiento?
Las mujeres trans llevan toda la vida en el feminismo. Yo creo que el sujeto del feminismo son las mujeres. Todas las mujeres. Me parece una discusión que tiene su importancia académica, cosa que no desprecio. Pero es verdad que en las charlas que yo doy en asociaciones y grupos donde estoy no están metidas en este debate ni lo reconocen. Es un debate importante desde el punto de vista teórico pero no afecta a la vida de la inmensa mayoría de las mujeres que tienen otras carencias.
Además, por muchos debates y diferencias que tengamos, yo creo que el feminismo siempre ha tenido como base la necesidad de establecer pactos entre mujeres. Eso ya está ahí socializado también. No sólo tenemos que sumar a todas las mujeres, sino que también se requiere el pacto entre diferentes. Sobre todo cuando tenemos delante una reacción patriarcal.
Cayetana Álvarez de Toledo se definió el otro día como “feminista amazónica” ¿Existe un feminismo que no vemos en la calle de mujeres como ella o Ana Botín?
Parece una pregunta fácil pero no lo es. Cualquier mujer puede sentirse discriminada o ha tenido obstáculos por el hecho de ser mujer. Esto le puede pasar a una mujer muy precaria y a Ana Botín.
Todas las mujeres pueden tener la sensación de que han sido discriminadas, se han encontrado con obstáculos… Puede ser que Ana Botín sienta la necesidad de sentirse feminista por sentirse de alguna forma discriminada. Se le podría llamar feminismo. Es un feminismo liberal, un feminismo de corto alcance. Pero también creo, y más en la cuarta ola, que el feminismo pone en el centro la cuestión de la redistribución de la riqueza en tiempos de cuidados y esto exige una revisión y determinadas políticas públicas o económicas. Ana Botín y Cayetana seguramente pueden permitirse pagar un trabajo de cuidados para sus padres, hijos, hijas, etcétera, pero si los cuidados no se socializan o no se ofrecen mediante servicios públicos, universales y gratuitos habrá millones de mujeres que no podrán acceder a la igualdad. Ellas pueden decir que son feministas y entiendo ese anhelo y es legítimo pero desde luego para ser feministas hay que pensar en todas las mujeres, no sólo un grupo pequeño.
¿A qué se enfrenta ahora el movimiento feminista? ¿Es caduco o va a seguir siendo una de las grandes oposiciones a la extrema derecha?
Yo creo que el feminismo y el ecologismo son la mayor fuerza de oposición a la extrema derecha porque tiene una visión del mundo contraria a los intereses de la derecha. El feminismo ofrece políticas económicas, ofrece políticas ecológicas, habla de políticas públicas… Tiene una determinada visión del mundo y sabe cómo aplicar estas políticas. El feminismo se enfrenta a las políticas neoliberales de la extrema derecha y además lo hace en todo el mundo. Necesitamos políticas que lleguen y hagan iguales a todas las mujeres. Esto es tan contrario a las realidades de la extrema derecha, que creo que somos su principal oposición.