Barcelona homenajea a las víctimas en el cuarto aniversario 17A
Los familiares de las víctimas han denunciado que se mantiene el “abandono” de las instituciones cuatro años después.
Barcelona ha rendido este miércoles un sobrio y emotivo homenaje a las víctimas del 17A, en un acto presidido por el silencio tras el cual los afectados y sus familiares han denunciado que se mantiene el “abandono” de las instituciones cuatro años después de los atentados y han exigido que “se sepa la verdad”.
El acto institucional, sin discursos, se ha iniciado a las diez de la mañana en el memorial de las Ramblas frente al Liceu, con un minuto de silencio mientras sonaban de fondo las notas del Cant dels Ocells, el oficioso himno de la paz de Pau Casals, interpretado por un artista local, al que ha seguido una ofrenda floral, primero por parte de víctimas y familiares y, posteriormente, por los representantes de las administraciones.
Entre los asistentes al acto, además de más de medio centenar de víctimas y familiares de afectados por los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17 de agosto de 2017 -en los que fallecieron 16 personas y más de 140 resultaron heridas-, han participado, entre otros, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; así como representantes de los cuerpos de seguridad y de los equipos de emergencias.
También estaban la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y la del Parlament, Laura Borràs, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, y los consellers de Interior, Joan Ignasi Elena, de Salud, Josep Maria Argimon, y de Igualdad y Feminismos, Tania Verge.
Como en años anteriores, las víctimas y los familiares han asumido todo el protagonismo, ya que estaban en primera fila y han sido los primeros en colocar sus coronas de flores y claveles blancos a los pies del mosaico frente al Liceu donde la furgoneta del terrorista Younes Abouyaaqoub detuvo su macabro recorrido por Las Ramblas.
Entre las víctimas, algunas de las cuales acudían hoy por primera vez a Las Ramblas, al vencer a sus temores, también figuraban representantes de la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (UAVAT), mientras que las autoridades y dirigentes políticos se han mantenido en un segundo plano.
“Abandono” a las víctimas
Tras el acto, algunos de los damnificados han denunciado que cuatro años después se siguen sintiendo “abandonados” por las administraciones -lo que consideran una “segunda victimización”-, han exigido que la Generalitat cree una oficina de atención a las víctimas, han reclamado que “se sepa la verdad” y han criticado que los supervivientes de la célula no hayan sido condenados por asesinato.
Pese a que algunas de las víctimas han podido volver hoy a las Ramblas, cuatro años después de los atentados, otros de los afectados que tenían previsto acudir finalmente han desistido debido al temor que les causó la falsa alarma de ayer, cuando se desplegó un amplio dispositivo policial por la confusión por creó al coincidir el uso de pirotecnia en la calle y un accidente doméstico en el interior de un hotel cercano.
Como en ediciones anteriores, algunas de las víctimas llevaban camisetas blancas con el lema “Queremos saber la verdad”, ya que un grupo de afectados considera que la sentencia de mayo pasado de la Audiencia Nacional -que condenó a penas de entre 8 y 53 años de cárcel a los tres únicos supervivientes de la célula- no ha llegado hasta el fondo y lamenta que el Congreso no haya creado una comisión de investigación.
Xavier Martínez, que perdió a su hijo en los atentados, estaba “muy indignado”. “Algún día sabréis la verdad”, ha indicado.
En la misma línea, Iolanda Ortiz, una vecina de Ripoll (Girona) -donde vivían la mayoría de integrantes de la célula- y que ese día estaba en Las Ramblas con sus hijas, ha considerado una “vergüenza” que todavía no se haya creado una oficina de atención a las víctimas del terrorismo, que nadie les haya llamado para saber cómo están y que no se haya condenado a los miembros de la célula por asesinato.
Además, se ha mostrado convencida de que hay “intereses que se quieren esconder”, porque no tiene duda de que el 17A fue un “atentado de Estado”.
El contrapunto para el optimismo lo ha puesto Eira, una joven que ahora tiene 25 años y que el 17A trabajaba como camarera en un restaurante de Las Ramblas, y que hoy por primera vez volvía a pisar la zona, ya que se sentía con fuerzas para acudir al homenaje.
Eira ha lanzado un mensaje a las víctimas que se encuentran en su situación: “Si yo he podido salir del pozo, ellas también pueden, pese al desamparo ante la ley y la falta de apoyo institucional, que no llega nunca”.
En un acto paralelo, al inicio de Las Ramblas, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) ha reclamado “memoria y dignidad” para los damnificados y sus familias y ha pedido a las autoridades “más empatía” con las víctimas, “abocadas al olvido y la marginalidad”.