Ayuso reaviva la guerra fiscal con un incentivo para inversores procedentes del extranjero
Ciudadanos que estén fuera de España -extranjeros o nacionales- obtendrán una reducción en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta correspondiente al 20% de su inversión. La dirigente madrileña lo califica de "contrapeso" al impuesto temporal de grandes fortunas.
Nuevo frente abierto en la batalla fiscal que libra la Comunidad de Madrid con el Gobierno central. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este jueves que el Gobierno regional impulsará un incentivo fiscal para nuevos inversores en la autonomía que pretende que actúe como “contrapeso” al Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas del Gobierno.
El Ejecutivo madrileño estima que lo ha calificado Ayuso de “nuevo golpe confiscatorio contra el ahorro”, que recurrirán ante el Tribunal Constitucional, “va a provocar una reducción de la inversión en Madrid de entre 1.200 y 1.600 millones de euros al año, lo cual se traducirá en un 0,6% de Producto Interior Bruto, 19.500 empleos y casi 200 millones de recaudación de impuestos”.
Durante su intervención, en la 13ª edición del foro Spain Investors Day, en el Hotel Ritz, ha explicado que gracias a la nueva deducción que pondrá en marcha la Comunidad de Madrid el que quiera vivir en la región e invertir su patrimonio (en, por ejemplo, una vivienda, en una empresa o en productos financieros) “va a obtener una reducción en el tramo autonómico de su impuesto sobre la renta correspondiente al 20% de dicha inversión”.
“Lo diré de otra manera, para que todo el mundo lo entienda: un ciudadano de cualquier lugar del mundo que quiera venir a crear riqueza a Madrid e invierta su patrimonio obtendrá una deducción en el impuesto sobre la renta que gestionamos desde la Comunidad de Madrid equivalente al 20% de lo que invierta aquí”, ha detallado.
Los requisitos: vivir al menos 5 años fuera de España y crear riqueza
Para beneficiarse de esto, solo se pondrán dos condiciones. La primera, que se llegue de fuera de España, establecimiento un límite de al menos cinco años viviendo en el extranjero para poder disfrutar esta deducción. La segunda es que se invierta patrimonio “en lo que quiera, y cuanto quiera, pero que genere riqueza y prosperidad para todos”.
“Si un joven español tuvo que emigrar en la crisis de 2012, quiere volver a casa, se instala en Madrid con su familia, e invierte sus ahorros en comprarse una vivienda aquí por valor de 300.000 euros, va a tener un ahorro fiscal de 60.000 euros en su impuesto sobre la renta, que podrá repartir a lo largo de 6 años”, ha puesto como ejemplo.
También ha incidido en que si una persona decide acudir a Madrid “teletrabajar, e invierte 12.000 euros en el Ibex 35, o en un fondo de inversión, se podrá deducir hasta 2.400 euros en su factura fiscal”.
La presidenta también ha apuntado a que “un inversor norteamericano que invierta 500.000 euros para que un restaurante madrileño pueda abrir en Nueva York, también podrá beneficiarse de un ahorro fiscal de 100.000 euros siempre que se quede a vivir y opere” en Madrid.
Lo mismo sucederá si “un gran patrimonio hispanoamericano, harto de las políticas de acoso y derribo y de la asfixia fiscal al que es sometido en su país de origen, quiere salir, se instala en Madrid, e invierte un millón en adquirir una participación minoritaria de una empresa madrileña, también se ahorrará 200.000 euros en su factura fiscal, que podrá repartir a lo largo de seis años”.
Los “nuevos madrileños”
“Cuando la inversión ponga en tela de juicio la política fiscal de Pedro Sánchez podrá seguir opinando que ‘Madrid es diferente’, que ‘Madrid es libertad y prosperidad’, y que aquí será bienvenido”, ha declarado Ayuso.
Con esta medida se quiere buscar la recepción de “nuevos madrileños” y que su familia “sea atendida en la mejor sanidad pública del país, en una educación en libertad y de calidad, con un transporte público excepcional y seguridad, en una región integradora y plural”.
Además, se busca mandar un mensaje a la comunidad inversora internacional: “en España hay contrapesos institucionales y una alternativa solvente al Gobierno de Sánchez, muy especialmente al nuevo impuesto de patrimonio”.