Atentos al último disparate de Ivanka Trump cuando parecía que no podía superarse
Los republicanos conciben las crisis económicas como problemas que cada ciudadano debe resolver por su cuenta sin esperar medidas políticas.
Imagínate que eres uno de los 5,4 millones de estadounidenses que ya no tienen seguro médico por haber perdido el empleo durante esta crisis económica y sanitaria sin precedentes.
Con suerte te han prorrogado las prestaciones por desempleo, pero sigues de los nervios porque este va a ser el último mes que las recibas y el Congreso no parece muy dispuesto a volver a prorrogarlas. O quizás te da miedo volver al trabajo pero no te queda otro remedio porque te ha llegado un aviso de desahucio. O tal vez eres una de las millones de familias que ya no pueden ni comprar comida para sus hijos.
No te preocupes, porque Ivanka Trump tiene la solución: ¿por qué no te conviertes en técnico especialista en turbinas eólicas?
Esa es solo una de las carreras profesionales que ha sugerido desde la Casa Blanca, pero, si no te convence, también puedes ponerte a estudiar para ser ingeniero aeroespacial, técnico de operaciones, técnico de ingeniería audiovisual, especialista en soporte informático y rastreador. En plena crisis económica sin precedentes a causa de una pandemia y con una tasa de desempleo del 11,1% (empezaron el año alrededor del 4%), su mejor ocurrencia ha sido sugerir que aprendas una nueva destreza.
El pasado martes, Ivanka Trump, de 38 años y nacida en una familia multimillonaria en la que nunca ha tenido que preocuparse por llegar a fin de mes, anunció con gran orgullo la campaña Find Something New (encuentra algo nuevo), que anima a la gente a cambiarse de especialidad para buscar trabajo.
Si visitas la página FindSomethingNew.org, la web de la campaña, podrás leer una brevísima lista de empleos que están creciendo ahora mismo, según el Departamento de Trabajo.
Uno de esos trabajos es el de rastreador, un empleo necesario para afrontar la expansión del virus. Otra de las especialidades de ese listado es enfermería, que requiere un tiempo de formación y una inversión económica que pocos desempleados pueden permitirse, y más ahora que se han quedado sin seguro médico e ir a la Universidad supone un riesgo para la salud.
Ivanka Trump urdió este plan desde su cargo oficial como asesora jefa de la Casa Blanca en un comité creado en 2018 por Donald Trump. Por si hace falta un poco más de contexto, este comité está codirigido por el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, un multimillonario que no entiende por qué los obreros que no están cobrando su sueldo tienen que recurrir a bancos de alimentos pudiendo endeudarse.
Además de Ivanka Trump y Ross, este comité está integrado por diversos directores ejecutivos de grandes empresas, como Tim Cook, de Apple, y Doug McMillon, de Walmart.
Incluso conociendo a los integrantes de la Casa Blanca, este descaro está a otro nivel. Y está claro que Ivanka Trump no conoce en absoluto los problemas económicos específicos de las mujeres, por mucho que quiera decir que su éxito se debe exclusivamente a su esfuerzo.
Es también una muestra extrema de la visión que tienen los republicanos de las crisis económicas, que conciben como problemas que cada ciudadano debe resolver por su cuenta sin esperar medidas políticas. ¡Trabajad, no dependáis de paguitas!
Y eso nunca ha funcionado en el pasado. Los conservadores también propusieron “reciclados laborales” tras la Gran Recesión, recuerda Heidi Shierholz, directora de políticas progresistas en el Instituto de Política Económica y antigua jefa de la rama económica del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
Al final, el desempleo se redujo hasta niveles históricos sin necesidad de que los obreros tuvieran que aprender a cifrar y descifrar códigos. (Muchos demócratas coinciden en que es bueno para el currículum actualizarse y aprender nuevas destrezas, pero no se olvidan de allanar el camino mediante programas sociales).
“Esas afirmaciones [de que hay que reciclarse especializándose en otros empleos] eran erróneas en aquella crisis y son aún más fragrantemente erróneas ahora”, asegura Shierholz.
El argumento de los conservadores carece de credibilidad porque la tasa de desempleo actual no se debe a una falta de destrezas entre los trabajadores. Simplemente, estamos en mitad de una crisis de salud pública.
Una razón muy simple por la que hay tanta gente sin trabajo es que millones de negocios han bajado las persianas para ayudar a detener la expansión del virus. Algunos reabrieron, el virus volvió a golpear el país y tuvieron que volver a cerrar. Muchas empresas están despidiendo a sus trabajadores porque no hay ventas, dado que muchos estadounidenses ahora se lo piensan dos veces antes de hacer planes fuera de casa.
Otras personas, sobre todo mujeres, han tenido que dejar de trabajar porque tienen que cuidar a sus hijos las 24 horas del día. No pueden aprender a instalar y reparar ascensores (otro de los empleos que hay en el listado de Ivanka Trump) porque no pueden dejar a sus hijos en la guardería ni mandarlos a algún campamento de verano y, además, pronto tendrán que volver a darles clase en casa ellas mismas.
También influye que tres millones y medio de estadounidenses (sin contar los positivos no oficiales) no puedan trabajar por haber contraído el coronavirus.
Pero lo más desalentador es que la campaña la está lanzando la Casa Blanca, pese a que son ellos quienes tienen las herramientas para ayudar a los desempleados.
“Es una gestión económica terrible. Es completamente ofensiva. Cuando tienes el poder para poner en marcha medidas políticas que marquen la diferencia en la vida la gente y solo se te ocurre esto, es como darles un bofetón en la cara”, comenta Shierholz.
“Pone de manifiesto lo poco que saben sobre gestionar un Gobierno”, añade.
El comité que codirige Ivanka Trump se creó en 2018 cuando la tasa de desempleo era baja, y por entonces tenía algo de sentido que la gente se formara para encontrar mejores oportunidades de trabajo.
El problema viene cuando intentas solucionar un problema generalizado con soluciones individuales: tiene sentido mejorar el currículum para optar a más trabajos. Por ejemplo, tiene sentido que un periodista de un medio tradicional que pierde su trabajo reciba formación digital para optar a un trabajo de creación de contenido digital, e incluso hay gente que estudia otra carrera completamente distinta. Un camarero que pierde su empleo también puede trabajar en un almacén o en un supermercado, por supuesto.
A nivel nacional, la estrategia no se sostiene por ningún lado, ya que no amplía la oferta de empleo disponible en la actualidad. Si todos los desempleados acceden a formarse como sugieren los Trump y Ross, la fila del paro será exactamente la misma, solo que con unos aspirantes más preparados para el mismo número de puestos de trabajo.
Las empresas de reparto de comida a domicilio por sí solas no van a satisfacer la demanda de empleo de todo Estados Unidos.
Y aunque la lista de empleos de Find Something New sigue creciendo, es evidente que no va a dar abasto para todos los desempleados que hay ahora mismo. En el caso de los técnicos de turbinas eólicas, se prevé que la demanda de empleo aumente en un 57%, según la Oficina de Estadística Laboral. Suena muy bien, pero en términos absolutos, supone la creación de 3800 empleos hasta 2028 en un país de más de 300 millones de habitantes.
No hay suficientes puestos de trabajo para las personas que los necesitan. Y punto. El reciclaje laboral en estas circunstancias es como jugar al juego de las sillas. Todo el mundo va a darse prisa para encontrar una silla y no todos lograrán sentarse.
Lo que el Gobierno debería hacer es fomentar la oferta de empleo y asegurarse de que la gente tenga dinero para gastar. Cuanto más gasten, más negocios se beneficiarán y más trabajo se creará.
Ahora mismo, el Gobierno podría fomentar la oferta de empleo asegurándose de que todos los desempleados sigan recibiendo su prestación y garantizando ayuda financiera a los maltrechos gobiernos estatales y locales, que necesitan dinero ya para hacer frente a la emergencia sanitaria y reabrir las escuelas de forma segura.
La respuesta no consiste en recomendar que todo el mundo curse programas de especialización o carreras universitarias.
Hay que decir que la campaña Find Something New sí que tiene algo de sentido en cierto modo. Si la pandemia se prolonga mucho más tiempo y no surge ningún tratamiento o vacuna, es muy probable que la economía de Estados Unidos cambie radicalmente a largo plazo.
Los empleos que surjan durante la era del coronavirus tal vez sean distintos de los de antes. Los trabajadores, como mínimo, tendrán que adaptarse. No habrá tantos camareros, trabajadores sociales ni minoristas en los lugares más propensos para ser focos de transmisión.
En su lugar, tendrá que haber muchos más rastreadores, además de cuidadores y profesores para hacerse cargo de un nuevo sistema educativo preparado para tiempos de pandemia.
Pero estos puestos de trabajo no se van a crear desde el sector privado, advierte Shierholz. Si se crean estos empleos será gracias a un esfuerzo federal.
“Este enfoque no es la solución”, concluye.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.