Arabia Saudí abrirá su primer cine en 40 años
La primera película que se proyectará será 'Pantera Negra', de Marvel y Disney.
Las salas de cine llegan a Arabia Saudí. Por primera vez en casi 40 años y gracias al plan de modernización del reino, la empresa AMC, propiedad del grupo chino Wanda, ha conseguido una licencia, la de la primera sala del país, que se abrirá el próximo 18 de abril en la capital, Riad. Se espera que luego abran unas 40 más en distintas ciudades, durante los próximos cinco años, y que haya unos 100 cines en 2030. La primera película que se proyectará será Pantera Negra, de Marvel y Disney.
El Centro para Comunicaciones Internacionales ha sido quien ha detallado en un comunicado que el fondo soberano Fondo de Inversión Pública ha alcanzado un acuerdo con AMC Entertainment Holdings para que gestione los cines en el país. "Con una población de más de 32 millones de personas, y la mayoría de ellos por debajo de los 30 años, Arabia Saudí será el mayor mercado para los espectadores de cine en la región", avanzan.
El Ministerio de Cultura e Información saudí anunció en diciembre que permitiría operar cines comerciales a partir de 2018 como parte del programa de reformas económicas Saudi Vision 2030, impulsado por el príncipe heredero, Mohamad bin Salmán.
"La concesión de la primera licencia supone la apertura de oportunidades muy importantes para las empresas. El mercado saudí es muy grande", ha explicado el ministro de Cultura e Información, Auad Alauad. En este sentido, ha subrayado que "el objetivo de Saudi Vision 2030 es mejorar la calidad de vida de las familias saudíes dando un abanico de oportunidades de entretenimiento", al tiempo que ha manifestado que "la reapertura de cines ayudará a impulsar la economía local".
Por su parte, el presidente de AMC Entertainment Holdings, Adam Aron, se ha mostrado "extraordinariamente impresionado por la imaginación para hacer avanzar Arabia Saudí", según este mismo comunicado.
"Incompatibles"
Los teatros y los cines están prohibidos ahora en Arabia, toda vez que la tradición wahabi considera estas instituciones "incompatibles" con el islam. No obstante, en algunos lugares privados se pueden encontrar representaciones teatrales, musicales y otras manifestaciones artísticas, pero no películas. Una de las razones principales para cerrar estos espacios es que allí los hombres y mujeres pueden mezclarse sin ser supervisados, lo que les podría llevar a cometer acciones que no están permitidas antes del matrimonio.
En Arabia Saudita hay otras artes limitadas por los preceptos de la religión. Así, las clases de música en las escuelas públicas están prohibidas. La música en sí está prohibida; las tiendas y centros comerciales no tienen música, las escuelas y las universidades tampoco. Pese a ello, empiezan a abrirse brechas en el cerco, después de que en 2015 la Sociedad para la Cultura y las Artes (una institución gubernamental) anunciase que iba a impartir clases musicales en al menos cinco ciudades del país.
Reformas a paso lento
Arabia Saudí ha anunciado en los últimos meses una serie de medidas para integrar a la mujer en el sector laboral y para permitir que puedan conducir por primera vez en la historia del país.
Pero pesar de las reformas, las mujeres siguen haciendo frente a numerosas restricciones, especialmente relacionadas a la forma de vestir, sus relaciones sociales con otros hombres y la necesidad de una autorización de un guardián para viajar, trabajar o acudir a un centro médico.
No sólo las mujeres son víctimas del régimen férreo impuesto en Arabia Saudí, sino que el país es abundante acciones que cercenan los derechos humanos, desde el uso de la tortura a la pena de muerte, pasando por la ausencia de libertad de culto o el veto al ajedrez, "obra de Satán".
El propio Bin Salmán prometió un Islam "moderado y abierto" en el país, dominado por el wahabismo, una rama extremadamente conservadora dentro del sunismo. "Estamos volviendo a lo que fuimos, un país de Islam moderado que está abierto a todas las religiones del mundo", dijo.