Antonio Tajani: "Será el Parlamento Europeo el que diga 'sí' o 'no' al acuerdo del Brexit"
Entrevista con el presidente del Parlamento Europeo
Son tiempos complicados para Europa. Reino Unido se marcha y los 27 tienen la difícil tarea de reinventarse y demostrar que están más juntos que nunca en pos de una nueva y mejor Unión Europea. Van poco a poco, sumando pequeñas victorias, como el respaldo mayoritario que el pasado miércoles dieron los eurodiputados al arranque de las negociaciones. Pero aún no ha empezado lo peor, la hora de la verdad en la que se fijarán las condiciones del divorcio, un proceso largo y costoso, que consumirá buena parte de las energías de los líderes europeos. En mitad de todo este panorama está el optimismo del presidente europeo, Antonio Tajani (Roma, 1953), que recibe a El Huffington Post justo después del voto en la Eurocámara.
Su despacho, en la planta 15 del complicadísimo —es casi imposible no perderse cuando uno va por primera vez— edificio "nuevo", como lo llaman en Estrasburgo, aún huele a recién estrenado. Tajani lleva tres meses en el cargo y todavía no le ha dado un toque personal. Las estanterías están medio vacías, apenas hay unos cuantos libros amontonados, pero lo que más llama la atención son las impresionantes vistas que hay desde cualquier parte de este espacio. Imposible no fijarse en ellas. En este entorno privilegiado, el presidente responde en un torno amable, tranquilo, a ratos más tenso o enfadado; hay temas en los que no disimula su malestar, pero Europa no es el caso. Le preocupa, pero no le enfada, hay "mucho trabajo por hacer", asegura, pero tiene claro que cree en la UE y que empieza una nueva etapa cargada de posibilidades. Y que el Parlamento Europeo desempeñará un papel clave.
La Eurocámara ha respaldado por amplia mayoría sus principios y condiciones para la aprobación del acuerdo de retirada de Reino Unido. ¿Lanza esto un mensaje contundente sobre cómo de unida está la UE y el papel del Parlamento?
Claro que sí, el Parlamento es muy importante en el Brexit, porque el voto final va a ser el voto del Parlamento. Seremos nosotros los que digamos 'sí' o 'no' al acuerdo que se alcance. Por eso nuestro papel es fundamental y tenemos muy claro qué es lo que queremos. Como se manifiesta en el informe, el punto más relevante es la defensa de los derechos de los ciudadanos europeos en la UE y de los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido. Esa es la prioridad de las prioridades. Después hay otras cosas esenciales también, como defender la paz en Irlanda, pero la clave es decidir antes el divorcio y después buscar el acuerdo sobre el futuro de las relaciones con Reino Unido.
¿Y en qué tipo de Brexit cree?
Yo no estoy a favor ni de un Brexit largo ni ancho ni duro. Brexit es Brexit: y lo que queremos es defender los derechos de los europeos. Vamos a trabajar para eso de la mano del negociador único de la Unión Europea, Michel Barnier. Eso es Brexit para nosotros, son importantes las relaciones también el día después, sí, porque Reino Unido ha salido de la Unión Europea, pero no sale de Europa. Por esto es importante que trabajemos juntos en la defensa. Creo que es importante comprender lo que dice la señora Theresa May [la primera ministra británica] en su carta: se muestra muy positiva cuando habla de priorizar los derechos de los ciudadanos europeos.
Sí, pero hay otras partes de esa carta en la que May no es tan directa, e incluso muchos han visto hasta amenazas...
Se habla también de acuerdo comercial, de la lucha contra la criminalidad... Ahí no es muy clara, pero para nosotros la lucha contra el terrorismo y contra la criminalidad son prioridades que no pueden ir paralelas a la negociación del acuerdo. La cooperación en contra del terrorismo no depende de los acuerdos. El terrorismo es un enemigo en todo el mundo, la cooperación con un país tan importante como Reino Unido no puede disminuir en función del acuerdo que se alcance. Vamos a trabajar por los derechos de los europeos y a buscar relaciones positivas después del Brexit. Pero también somos claros: ser miembro de la Unión no es parecido a no serlo.
A lo que no hacía referencia la primera ministra es a Gibraltar, pero el Consejo Europeo ha sido claro a la hora de respaldar a España. ¿Qué tipo de acuerdo defiende para este conflicto?
Creo que tiene razón el Consejo Europeo cuando dice que no se puede buscar una solución sobre Gibraltar si no hay un acuerdo por parte de España. Vamos a ver qué hacen, pero estoy totalmente de acuerdo con eso, si España no está conforme no se puede cerrar un acuerdo sobre Gibraltar.
Durante el debate el euroescéptico Nigel Farage dijo abiertamente que Gibraltar sería motivo de la ruptura de las negociaciones, ¿Se plantean la posibilidad de que Reino Unido las abandone?
Esperemos que no, que seamos capaces de encontrar una solución. Hasta 2019 es miembro de la Unión y no puede no respetar todo lo que ha dicho, firmó muchas cosas y tiene que cumplir. De todas formas creo que finalmente vamos a lograr un acuerdo ya que en caso contrario eso sería peor para ellos. Pero creo que alcanzaremos un acuerdo.
Ahora que menciona 2019, ese año se formalizará el Brexit, pero también habrá elecciones europeas. ¿Cómo van a combinar las dos cosas?
Creo que podemos concluir la negociación a final de 2018, hacia enero o febrero votar el acuerdo alcanzado en el Parlamento y luego celebrar las elecciones europeas.
¿Pero no cree que influirá que se celebren en un momento en el que se hace efectiva la salida de Reino Unido?
Creo que la salida de Reino Unido está reforzando ahora la Unión Europea. La Unión va a ser más fuerte porque ahora los europeos entienden lo que significa abandonarla.
Sí, pero, por ejemplo, a los jóvenes europeos, ¿qué les diría para que votaran, para ilusionarles, para que sigan creyendo en la UE ahora que todo cambia?
Creo que son ellos el problema más importante. Ellos son el futuro de la Unión, es importante estudiar qué hacer y decidir qué medidas tomar para reducir el paro, para ayudarles, que son, insisto, el futuro: los próximos jefes de estado, líderes de la unión europea...
Hay que buscar, obviamente, soluciones económicas, porque si no hay trabajo, no hay libertad. Pero al mismo tiempo creo que es importante regalarles un sueño europeo. Si los jóvenes pierden ese sueño va a ser un desastre, porque van a perder confianza. A veces es un problema también de ideal. Si Europa va a ser sólo el euro, el Banco, el mercado interior, el Brexit... Creo que no vamos a hacer un buen regalo a nuestros hijos, creo que sí, que la economía es importante, pero si no les regalamos unos valores, una identidad, si no les demostramos lo que es estar orgullosos de ser europeos... Esto no tiene sentido. Ese es el mensaje que tenemos que ser capaces de transmitirles: el de estar orgullosos de ser italianos, franceses, españoles... Pero al mismo tiempo ser europeos, porque compartimos lengua, valores.
Antes de la cita a nivel europeo hay otra que amenaza al a la UE: Francia. ¿Le preocupa una victoria de Marine Le Pen? ¿Implicaría el final de la Unión Europea?
Creo que no va a ganar. La mayoría de los franceses está a favor de permanecer en la Unión Europea, de no dejar el euro. Incluso la señora Le Pen lo ha entendido y ahora está cambiando su posición: vamos a hacer un referéndum, luego no... Ya hemos ganado ese campo, ellos están cambiando su postura. Francia es uno de los países más importantes para la Unión Europea. De hecho ahora, junto a Alemania, España e Italia, jugará un papel fundamental después del Brexit.
Usted repite mucho esa idea, pero ¿eso no fomenta el mensaje populista de que siempre deciden los mismos?
Nosotros buscamos respuestas para los problemas de los ciudadanos. Es decir, nos centrarnos en resolver el problema, el malestar. Después del Brexit el núcleo duro de la UE puede estar en España, Italia, Francia y Alemania, que tendrán que trabajar juntos para ir avanzar e ir sumando a otros, ayudándolos, no dejando de lado a nadie.
La Europa de las dos velocidades a la que, a su manera, se refirió el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem... ¿Cree que tiene que dimitir?
[A Tajani le cambian por completo la cara y el tono] No es mi trabajo decidir eso. Yo sé que es inaceptable lo que ha dicho. Soy un hombre del sur de Europa y no estoy en contra de los ciudadanos del norte de Europa: no pienso mal de los alemanes, ni de los lituanos, ni de los belgas, ni de los franceses... ¿Por qué hablar en contra? ¿Por qué hablar mal? No me parece una intervención propia de un hombre que tiene un puesto tan importante en una institución europea.
Y después no me gustó, ni a mí y ni a los otros 751 eurodiputados, que haya dicho tantas veces que no viene al Parlamento Europeo. Claro, no es una obligación legal, pero sí es una obligación política. Tu organización pide sacrificio a los ciudadanos y tú no puedes contestar 'no' cuando los representantes de los ciudadanos te piden que expliques porqué hay que hacer esos sacrificios.
Ahora, después de que el Parlamento se haya enfadado, este señor pide volver para hablar. Veremos qué dice.
¿Qué piensan hacer para resolver la crisis migratoria?
La UE está trabajando mucho en África. Ahí está la solución para la inmigración. Si no hay soluciones en África, en los próximos años van a dejar el continente millones de personas. Están desapareciendo los terrenos agrícolas, Boko Haram mata cristianos, musulmanes, hay una situación horrorosa, en Somalia hay hambre y guerra civil, en Mogadiscio cada día hay un ataque terrorista... Es importante que Europa invierta más, pero con una estrategia. No es solo gastar dinero, es una estrategia lo que hace falta para ayudar a África, que es un continente súper importante para nosotros. Hay que mirar a África no con las gafas europeas, sino con las gafas de África. No me gusta la nueva colonización, algo que sería un error, pero creo que se podría ayudar a África con empresas, con inversiones en pymes.
Para ayudar a los que dejan su país hay que organizar campos de refugiados, pero no parecidos a los que están en Siria, sino con organizaciones humanitarias, la ONU, países europeos, hospitales militares alrededor, militares para defenderles, pequeñas ciudades donde puedan vivir dos o tres años para que después puedan volver a su país. Pero que ahí tengan comida, medicamentos, respeto de los derechos humanos... Pero esa es una parte de la estrategia, que requiere inversión. Después ver qué se puede hacer para ayudar a los gobiernos. Creo que eso es lo que hace falta.
Sí, pero, ¿cree que está funcionando el acuerdo con Turquía?
Yo creo que sí, no es muy fácil con los turcos, pero es importante estar de acuerdo con ellos. Eso sí, al mismo tiempo tenemos que defender los derechos humanos en este país: democracia, libertad, libertad de prensa... No se puede enviar a la cárcel a los periodistas porque parece que no están a nuestro favor. Esto es un error, es un derecho de los periodistas escribir lo que les guste.
¿Le preocupa la presidencia de Donald Trump?
Estados Unidos es un amigo. Sea quien sea su presidente. Son interlocutores importantes, con ellos compartimos valores, lenguas, democracia... A partir de ahí, me quedo con los mensajes que llegaron con el vicepresidente Mike Pence, que fueron positivos. Por otro lado Paul Ryan (presidente de la Cámara de Representantes de EEUU) me envió una carta muy positiva en la que me instaba a reforzar los lazos entre EEUU y la UE, a la que contesté: bien, hagámoslo.
Ahora bien, sobre Trump. Las decisiones que ha tomado últimamente me hace pensar que el presidente de EEUU tiene la mirada, al menos por ahora, en su país, no más allá de sus fronteras. Vamos a ver qué va a hacer. Creo que aún es muy pronto para comprender la posición estratégica del nuevo presidente.
La mala relación que ha creado Trump con México a raíz del muro que quiere construir, ¿es una oportunidad para fomentar las relaciones de la UE con Latinoamérica?
Para nosotros Latinoamérica es súper importante, es una de mis prioridades, lo dije ya en mi primer discurso como presidente. Quiero una Europa abierta, mucho más activa en el plano exterior, especialmente con relación a Latinoamérica y África.
México, por ejemplo, es un país muy importante para nosotros, visité este país como vicepresidente de la Comisión Europea con una misión para el crecimiento. Ahora he invitado al nuevo presidente de Argentina, invitaremos al presidente de Brasil... Realmente creo que Latinoamérica va a ser un gran interlocutor, de cara a los chinos, los rusos... Se puede hacer más en esta dirección.
¿Y Venezuela?
[Suspira y repite Venezuela antes de responder] Hablé hace una semana con el presidente de la Asamblea Parlamentaria para expresar mi solidaridad al pueblo de Venezuela, al parlamento venezolano, porque es una situación terrible. ¿Dónde está la democracia en Venezuela? Hay hambre, faltan medicamentos, falta todo. Es un país que podría ser muy rico, pero es un país que tiene muchísimas dificultades. La solución es cambiar desde un régimen que parece ser más una dictadura a un país democrático. No somos los europeos a los que nos corresponde decidir quién es el mejor venezolano para dirigir el país, pero nosotros defendemos siempre la democracia. Sea cual sea el partido. Pero no puede ser que el Tribunal Supremo cambie las reglas y diga: el Parlamento soy yo. Esto es una cosa increíble, parece una broma, pero no lo es.
Ahora que Europa ha estado de aniversario, ¿cómo sería su UE ideal dentro varias décadas?
Espero que sea los Estados Unidos de Europa. Los EEUU trabajaron para buscar la unión en serio, después de una guerra civil. Espero que nosotros, sin este tipo de conflicto, seamos capaces de lo mismo. Estados Unidos de Europa no es dejar la identidad nacional, no es hablar la misma lengua, es la unidad política para defender nuestra identidad, nuestra historia y 500 millones de ciudadanos europeos. Lo podemos hacer solamente juntos. Ahora la competición es global: EEUU, China, Rusia... ¿Pueden Francia, España, Italia, competir con ellas a solas? Es imposible. Pero sí pueden hacerlo como los Estados Unidos de Europa.