Alberto Casero se va... de Twitter, en medio de la crisis del PP y una investigación por prevaricación
El diputado mantuvo el perfil abierto tras su error en la votación de la reforma laboral, pero no ha aguantado a la crisis del PP.
La cuenta de Twitter del diputado del Partido Popular, Alberto Casero (@albertocasero), frenó su actividad después de que su voto fuera decisivo para convalidar en el Congreso la reforma laboral. En ese momento, se quedaron unos retuits del cantante Álex Ubago en lo más alto de su timeline (cronología de actividad).
Después de todo ese revuelo, poco a poco el diputado volvió a retomar la cuenta pero sin publicar directamente y compartiendo otras publicaciones oficiales del Partido Nacional sobre los resultados electorales de Castilla y León.
Sin embargo, la crisis interna del PP y la investigación en su contra por supuesta prevaricación han provocado su salida directa de Twitter. En menos de un mes, el diputado no ha ganado para sustos. Primero conocía el inicio de la investigación en su contra por un presunto delito de prevaricación continuada en el consistorio de Trujillo (Cáceres) que dirigía. Luego su voto erróneo telemático y, por último, ver cómo se desmorona la cúpula del PP con sus amigos Pablo Casado y Teodoro García Egea.
Incluso, hace unos días, en plena guerra abierta entre Casado y Ayuso, la Cadena SER publicó que Casero fue el encargado de llamar a numerosos cargos del partido para que publicaran su apoyo al presidente del PP. Días más tarde, muchos de esos aplausos, se convirtieron en puñaladas y esos mismos cargos, como Cuca Gamarra, Andrea Levy o Javier Maroto, pidieron un congreso extraordinario para solucionar la crisis.
La investigación por prevaricación
El pasado mes de noviembre, el juzgado número dos de Trujillo inició la investigación en contra del exalcalde por un presunto delito de prevaricación continuada por cinco contratos menores que suman alrededor de 100.000 euros.
Su calidad de diputado y por considerar “que podría existir indiciaria responsabilidad penal” la investigación se ha elevado al Tribunal Supremo que será el encargado si Casero adjudicó contratos a dedo, que terminaron judicializados por impagos del consistorio.
El primer contrato corresponden a un psicólogo que cobró por atender a víctimas de violencia de género, cuatro facturas de 6.120 euros y otro contrato anual por 18.000 euros. Servicios que no “constan que se realizaran efectivamente”.
Aún así el psicólogo reclamó judicialmente el impago de 2.949 euros y el contencioso-administrativo condenó al consistorio a su abono en diciembre de 2020.
Otro de los contratos más llamativos es el convenio que Casero firmó en 2017 con la Cámara de Comercio de Perú, en un convenio de cooperación institucional que supondría 25.000 euros a las arcas municipales.
Otro contrato hace alusión a la empresa Ícaro Consultores para la organización de la Feria Internacional del Queso por el procedimiento de contrato menor y por un importe de 14.403 euros. Se firmó el 9 de enero de 2018 sin informar tampoco a los servicios competentes.
Por último, Casero suscribió con la empresa Radio Interior S. L. un contrato de servicios de comunicación y promoción de la citada feria, “pese a que no cabía la posibilidad de hacer un contrato menor pues su cuantía accedí a los 15.000 euros y porque se trataba de una prestación periódica; debiendo ser licitado en procedimiento abierto”.
La empresa reclamó judicialmente al ayuntamiento el impago de las facturas, al no ser abonadas por tener reparos de la intervención, y que ascienden a un total de 18.119 euros.