"¿Cuál era tu oficio antes en Afganistán y qué haces ahora?": los tuits que parten el alma
Un periodista y poeta afgano lanza la pregunta en Twitter y las respuestas dejan claro el fin de las esperanzas de los ciudadanos sometidos a los talibanes.
Afganistán no era jauja antes de la llegada al poder, por segunda vez, de los talibanes. 20 años de presencia de EEUU y otras potencias internacionales, de tutela a gobiernos corruptos y poco efectivos, no sirvieron para instaurar una democracia garantista con los derechos humanos, la igualdad de oportunidades, la justicia social, por ejemplo. Y, sin embargo, Afganistán era libre, fuera del yugo de los islamistas que ya la habían asfixiado entre 1996 y 2001.
La vuelta al mando de los talibanes ha hecho que el país se suma, de nuevo, en la oscuridad, por más que ahora vayan de modernos y moderados, de cara a la galería, en busca de reconocimiento internacional. Han aprendido de la pose y la propaganda, pero siguen siendo los mismos represores. Hay afganos que han logrado escapar gracias a países occidentales, otros que están saliendo del país camino de territorio seguro (Pakistán, Irán, Turquía, Europa...). Y los que están dentro viven amedrentados.
El periodista y poeta Habib Khan ha lanzado en Twitter una sencilla pregunta, precisamente, sobre el antes y el después del país. ”¿Cuál era tu profesión cuando Afganistán era libre? ¿Y qué haces ahora?”, decía su mensaje. Las respuestas que está recibiendo parten el alma porque son un reflejo de ilusiones y esperanzas truncadas. Y muchas son de mujeres, las más afectadas por el ascenso integrista.
“Yo era estudiante en la Universidad de Medicina de Kabul, pero ahora estoy encerrada en casa”, escribe Zakia. “Yo era abogada y ahora no tengo empleo”, dice Neda. “Yo era la directora general de la Cuenca del Río Kabul en Nwara, pero ahora estoy en casa y perdí mi trabajo y mis esperanzas”, añade Fooman. “Yo era fiscal, pero ahora paso mis días leyendo libros y enseñando matemáticas a niñas que no pueden ir a la escuela”, relata Tamana. “Yo ra profesora en la Universidad de Kabul y ahora vivo sin esperanza”, publica Zara. Halima: “Yo trabajaba para el Programa Mundial de Alimentos y ahora me he exiliado”. Amina: “Estudiaba Empresariales en Kabul y era emprendedora; tenía dos tiendas online y tantos proyectos nuevos para ellas... como vender productos hechos a mano para viudas afganas y niños huérfanos sin ninguna comisión, para ayudarlos a mantenerse económicamente. Y ahora no soy nada”. Marjan: “Estaba en mi segundo año de residente como dentista y ahora soy una refugiada”. Y Sada: “Yo era médico y cirujano. Mi mamá era teniente de policía y fue asesinada por ser solo eso. Ahora, yo sigo siendo esas cosas ... pero hay un agujero en mi corazón. Como esto solo me ha traído recuerdos tan horribles y aterradores ... Sigo adelante, con una esperanza fabricada”.
Entre los hombres, se lee: “Yo era estudiante de aviación en Afganistán y ahora nada, perdí todo, la esperanza, los sueños que tenía para el futuro”, dice Ibrar. “Yo trabajaba en la Radio Televisión Pública de Afganistán y ahora soy refugiado”, escribe Khalid, como Ilyas: “Yo antes era presentador y ahora soy un refugiado”. Malak sigue trabajando, pero en qué condiciones: “Yo era maestro en una escuela gubernamental, tenía suficiente salario, era suficiente para nuestra vida diaria, pero ahora me paso la vida pidiendo prestado a la tienda del pueblo, no tengo dinero para tratar y comprar comida, los niños lloran, sufro una vida llena de problemas y tensiones”, cuenta. Farshid relata que dirigía “una de las empresas de tecnología más grandes de Afganistán con más de 350 mentes brillantes”. ”¡Todos se dispersaron y la mayoría perdieron sus trabajos!”, se duele. Y un usuario llamado Cactus sostiene: “Yo era productor / autor de contenido de sitios web / medios sociales / autor e ingeniero de Inteligencia Artificial cuando Afganistán era libre. Ahora sufro de ansiedad y depresión”.
El mundo se ha dado la vuelta para toda una generación de afganos que nacieron y crecieron en libertad.