Acuerdo entre Kosovo y Serbia para poner fin a la "crisis de las matrículas"
Lo ha anunciado Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la UE.
La Unión Europea ha anunciado este sábado un acuerdo entre Serbia y Kosovo para poner fin a la crisis abierta por la polémica ley kosovar que impone a las personas provenientes de Serbia cambiar sus matrículas y entregar sus documentos de identidad, para ser reemplazados por otros emitidos en Pristina.
“Tenemos un acuerdo”, ha anunciado este sábado en Twitter el Alto Representante de Política Exerior, Josep Borrell.
“Serbia ha acordado abolir los documentos de entrada/salida para los titulares de documentos de identidad de Kosovo, mientras que la parte kosovar ha acordado no introducirlos para los titulares de documentos de identidad serbios”, explicado.
“Los serbokosovares, así como todos los demás ciudadanos, podrán viajar libremente entre Kosovo y Serbia utilizando sus tarjetas de identificación. La UE acaba de recibir garantías del primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, para este fin”, ha añadido Borrell.
El máximo responsable diplomático de la UE se ha congratulado del fin de este conflicto gracias a “una solución europea”. “Felicitamos a ambos líderes por esta decisión y su liderazgo”, ha añadido.
Serbia y Kosovo protagonizaron otro episodio de su largo enfrentamiento desde que las autoridades kosovares planearan dejar de reconocer los documentos de identidad serbios a principios de agosto. Las autoridades serbias no reconocen los documentos kosovares.
En respuesta, militantes serbios acabaron bloqueando el acceso a dos cruces fronterizos en el norte de Kosovo, que está predominantemente poblado por serbios. La Policía de Kosovo informó que perpetradores no identificados dispararon contra oficiales kosovares. Nadie salió herido.
La crisis obligó a pronunciarse a la misión de la OTAN en Kosovo, que recordó que está lista para tomar cualquier medida que sea necesaria para garantizar la estabilidad en Kosovo, incluido un mayor despliegue de efectivos.
Kosovo, que está habitado en su mayoría por personas de etnia albanesa, se separó de Serbia en 1999 y declaró su independencia en 2008. Serbia no ha reconocido la independencia de Kosovo y continúa reclamando el territorio.