2021: El cine lo sabía
Desconozco si 2021 será el escenario idóneo para que se cumplan las predicciones de Mad Max, tal como vaticinan algunos agoreros.
Los programadores de las distintas cadenas parecen haberse puesto de acuerdo para realizar un ejercicio puramente revival durante estas Navidades. A lo largo de dos semanas, he visto más cine de los ochenta y de los noventa que durante la última década. No soy nostálgica, nunca lo he sido y, salvo cambio inesperado, no creo que jamás lo sea, pero ver aquel cine relativamente reciente desde la perspectiva actual ha sido muy revelador.
Además de percibir que el mundo de antes tenía una ingenuidad que el siglo XXI le ha arrebatado, también reconozco que el grado de precognición del cine de la pasada centuria era extraordinario. Es cierto que ya conocemos las mil y una distopías que se están abriendo paso en este período pandémico, pero también lo es que muchas películas se adelantaron a la actual situación científica, social y hasta personal de un modo impensado. Repasemos algunas de ellas.
En 1998, la directora Mimi Leder nos traía Deep Impact, una película protagonizada por un Morgan Freeman que interpretaba al presidente de los Estados Unidos. El primer afroamericano en cumplir ese puesto en la ficción se adelantó nueve años a la presidencia real de Barack Obama. Por supuesto, también se podría esgrimir como contraargumento que la serie Commander in Chief proponía a Geena Davis como presidenta de los Estados Unidos, pese a lo cual, todavía no ha llegado ninguna mujer a la Casa Blanca. Será porque era una serie televisiva y además grabada en este siglo. Tendremos que esperar al siguiente.
En 1996, el director Steve Rash presentaba una película titulada Eddie y protagonizada por Whoopi Goldberg. Aquella cinta nos brindaba la oportunidad de ver a una mujer como entrenadora de un equipo de NBA, algo que, a priori, parecía quimérico. No obstante, apenas un par de días antes de que finalizase 2020, Becky Hammon logró el objetivo, se convirtió en la primera entrenadora de un equipo de la NBA, los Spurs, aunque tan solo durante escasos cuatro minutos. El logro parece baladí, aunque no lo sea en absoluto, ya que es la primera mujer en conseguirlo en toda la historia de la liga de la NBA, nacida en 1946. Jamás una mujer había ejercido la dirección de un equipo masculino.
Joe Dante nos trajo una de tantas películas emblemáticas de los ochenta, El chip prodigioso (1987), en la que un laboratorio experimentaba con la miniaturización como horizonte del avance mundial. En ella se llegaba a indicar que las armas nucleares no podían ser el futuro de la lucha, ni tampoco la guerra al uso, sino todo aquello que derivase de la nanotecnología. Por supuesto, el término no existía por aquel entonces o no se utilizaba, pero sin duda estaban hablando de las posibilidades científicas, técnicas e incluso sanitarias del avance nanotecnológico.
Nora Ephron relataba de manera ejemplar la crisis de los pequeños comercios y la explosión de los monopolios en Tienes un email (1998), en la que una librería veía cerrar sus puertas por la irrupción en escena de una gran cadena de librerías. Si a ello le hubiera sumado el eCommerce, Ephron se habría convertido en un oráculo de primera magnitud.
Robert Zemeckis nos brindó la mítica saga de Regreso al futuro, la película que convirtió en leyenda a Marty McFly y que nos acercó algunos de los prodigios científicos en boga hoy en día. En la primera entrega, Doc utilizaba los desechos de un contenedor para alimentar a su DeLorean, algo que sí se ha confirmado con el uso de residuos orgánicos, a pesar de que requiere de un proceso que no se limita a la simple introducción de desechos en el depósito. Por otro lado, en Regreso al futuro II (1989), las videollamadas resultaban todo un descubrimiento, algo que el teletrabajo y, muy especialmente, la pandemia han situado en la agenda de la cotidianeidad. Y no hablemos del detector de huellas dactilares como llave de entrada o las gafas de visión de contenido audiovisual tan similares a las de realidad virtual.
Otros avances similares se mostraban en Juegos de guerra (1983) dirigida por John Badham. La historia no solo se adelantaba a las brechas de seguridad en las instituciones de alto nivel, sino que realiza el retrato robot de lo que hoy en día denominamos ‘hacker’, en este caso, intepretado por Matthew Broderick. El que un joven estudiante se adentre en el ordenador de una agencia estatal con el pretexto de jugar a “Guerra Mundial termonuclear” o “Escenario global biotóxico y guerra química” nos parecerá lejano, aunque términos como escenarios biotóxicos globales, sí que resuenan de modo más vívido.
Desconozco si 2021 será el escenario idóneo para que se cumplan las predicciones de Mad Max, tal como vaticinan algunos agoreros. De momento, lo que resulta inevitable, y más atendiendo a los sucesos de las últimas horas, es pensar que todo ha cambiado.
Ni somos como antes ni el mundo es el mismo, y esa idea es algo que 2021 logrará robustecer. Y sí, lo sé, el año no ha hecho más que comenzar.