Se activa la peor alarma posible en el gigante de las patatas fritas más consumidas
La inflación impacta también a restaurantes de comida rápida como McDonald’s, Burger King o Wendy’s.
El gigante estadounidense Lamb Weston, uno de los mayores productores de patatas fritas congeladas del mundo y uno de los principales proveedores de cadenas de comida rápida como McDonald’s, ha anunciado el cierre de su fábrica en Connell, en Washington, dejando sin empleo a 375 trabajadores, según el canal noruego E24.
Este recorte de personal, que representa el 4% de su plantilla global, es la última señal de los problemas financieros a los que debe hacer frente la compañía, tocada por la inflación de Estados Unidos, que ha marcado su mínimo desde 2021 (2,4%) aunque, por culpa de la guerra en Ucrania, ha alcanzado los niveles más altos en cuatro décadas.
Esos altos precios han provocado un retraimiento en el consumo y, por lo tanto, la caída en la demanda de patatas fritas congeladas, un hecho que ha golpeado a las principales cadenas de comida rápida estadounidenses, como McDonald’s, Burger King o Wendy’s, obligadas a lanzar continuas promociones para mantener el nivel de ventas.
El CEO de Lamb Weston, Tom Werner, señaló en una reunión con los inversores que la demanda en restaurantes continúa siendo débil y tampoco se espera una recuperación significativa antes de 2025. La empresa, con sede en Idaho, también ha tomado medidas para reducir los costes operativos y de inversión, aunque asegura que estas medidas no afectarán las entregas a sus principales clientes. McDonald’s, de hecho, representa el 13% de las ventas de la compañía.
En el mercado bursátil, el valor de las acciones de Lamb Weston ha sufrido una caída del 33% a lo largo de 2024. Sin embargo, las medidas adoptadas recientemente han hecho que registren un pequeño repunte. La compañía espera que el próximo dato de inflación en EEUU arroje algo de luz en un panorama incierto en el que hay que seguir un camino.