Marruecos se prepara para el gran golpe a los coches españoles
El ascenso imparable de la industria de la automoción marroquí pone en alerta a los fabricantes nacionales y europeos.
Marruecos se consolida como una potencia emergente en la industria de automoción. El país, impulsado por una estrategia en la que se combinan una mano de obra competitiva, incentivos fiscales y acuerdos con compañías como Renault y Stellantis, ha multiplicado su capacidad de producción y exportación hasta, tal y como ha anunciado el ministro de Industria y Comercio marroquí, Riad Mazour, podrían superar los 85 mil millones de euros anuales en los próximos cuatro años, seis veces más que en la actualidad.
El año pasado, las exportaciones del sector alcanzaron cerca de los 14,25 mil millones de euros, lo que ya supone un crecimiento de dos dígitos respecto a campañas previas. Con una producción anual de 700.000 vehículos, Marruecos no solo se ha convertido en el primer fabricante de África sino también en el principal exportador a la UE, y el objetivo del gobierno marroquí es elevar la cifra hasta un millón anuales, con la integración en el sistema de producción de las fábricas de baterías y repuestos para los coches eléctricos.
Mientras el sector de la automoción en Marruecos crece a pasos agigantados, algunas de las fábricas de vehículos en España empiezan a mostrar su preocupación por los avances de la industria marroquí, a pesar de los esfuerzos realizados para reducir costes y mejorar la calidad de sus productos.
Sin embargo, no puede pasarse por alto que la proximidad de las plantas marroquíes y su capacidad de producción representan una amenaza para los fabricantes españoles. Algo sobre lo que ha advertido el CEO del grupo Stellantis, Carlos Tavares, que aunque piense que las plantas que tiene su compañía en España (Vigo, Zaragoza y Madrid) son todavía competitivas, deberían prestar atención a los países productores del Mediterráneo.
"Lo que siempre les digo a mis amigos españoles y a todos los que me escuchan es que no deben de mirar al norte sino al sur, porque desde una perspectiva española o lusa, si miras al norte de los Pirineos, te ves bien y con calidad, pero la competencia no está en el norte. La competencia de las factorías de la Península Ibérica está en el sur", dice en una entrevista publicada por Ok Diario en la que, además, alerta de que "a competencia está en Marruecos, y muy pronto podría incluir a Argelia, Túnez y Egipto".
El crecimiento de la industria automovilística marroquí no solo se debe a la capacidad de producir vehículos de combustión, sino también a su apuesta por la electrificación. El país ha atraído importantes inversiones desde China, con empresas como GOTION High-Tech y CNGR Advanced Materials desarrollando plantas para la fabricación de componentes para la construcción de baterías para los coches eléctricos.