Lagarde subirá los tipos de interés "lo que sea necesario" mientras el ahorro de los hogares sigue cayendo

No ha pasado ni un mes de la última subida de los tipos de interés y la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya avisa de que el plan de acción seguirá siendo el mismo en, al menos, el mes de julio.

Este mismo martes, durante su discurso introductorio en el foro anual del BCE que se celebra en Sintra (Portugal), la dirigente del organismo advirtió de que es "poco probable" que la entidad pueda defender que ya se ha alcanzado el pico en los incrementos del precio del dinero.

Tal y como dejó ver en la rueda de prensa posterior a la reunión del regulador de los bancos europeos, ha confirmado que "seguirá subiendo los tipos en julio", porque considera que la tasa de inflación es "más persistente".

"Todo el tiempo que sea necesario"

El próximo mes de julio se cumplirá un año desde que el BCE aplicó la primera subida de tipos de interés. En aquella ocasión, el incremento del 0,5% del precio del dinero se convirtió en el mayor que el organismo había planteado en 22 años. 

La inflación derivada de la guerra en Ucrania obligó al regulador de los bancos europeos a tomar medidas drásticas, pero el plan de acción sigue siendo cuestionable.

Las dudas surgen porque desde que el BCE subió los tipos en julio de 2022, la tasa de inflación de la eurozona ha bajado en 2,5 puntos, mientras que los tipos de interés ya alcanzan el 4%, sin contar con las próximas subidas.

Borja Ribera, profesor en EAE Business School y asesor financiero en GVC Gaesco, considera que las propuestas del BCE van "por detrás de Estados Unidos" y critica su obsesión de "tener una inflación controlada, en detrimento de seguir con un crecimiento controlado".

El experto se fija sobre todo en los datos reflejados en la inflación subyacente. "Hace unos meses empezamos a tener un control sobre la inflación, pero producido por la bajada del petróleo y los precios de la energía. Pero me ceñiría más de la subyacente alta que ahoga a la economía. Todos notamos cuando vamos a la compra esta subida en los productos de primera necesidad", explica.

Unas cuestiones que, por el momento, no se plantea Christine Lagarde, ya que asegura que la política monetaria seguirá estando en niveles restrictivos "todo el tiempo que sea necesario". "Todavía no podemos declarar la victoria", aseguró.

La presidenta del BCE justificó este martes que, pese a los incrementos, todavía no se ha visto el "impacto total" de las medidas que ha ido adoptando el organismo y habló de que "será fundamental para nuestra política monetaria" que establezcan "el 'nivel' y la 'duración' correctos".

Más tipos y menos ahorro

Las consecuencias de la política monetaria del BCE son notorias y los que más lo sufren, como ocurre casi siempre, son los ciudadanos. Con los préstamos disparados, las hipotecas continúan cayendo y, según los datos de abril, la firma cayó un 18,3% respecto al mismo abril de 2022.

Los 27.053 préstamos que los ciudadanos consiguieron a lo largo del cuarto mes de 2023 es la cifra más baja desde el mes de diciembre del año 2022, tal y como detalló el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A los problemas que los españoles tienen para adquirir una vivienda hay que sumarle el preocupante aumento de los precios del alquiler. El propio Banco de España ya avisó hace un mes en el último Informe Anual del Banco de España, correspondiente al año 2022, que casi el 50% de las personas en alquiler está en riesgo de pobreza.

"Unos precios del alquiler elevados en comparación con las rentas del trabajo, aumentan la proporción de población en riesgo de exclusión social y de hogares con capacidad de gasto restringida en otros bienes y servicios", recogió el organismo en su análisis.

Una situación a la que hace hincapié Borja Ribera y reconoce que estas subidas de tipos son preocupantes para la economía de las familias. "Porque las estás ahogando y porque se están endeudando de forma hipotecaria. La clase media está sufriendo de forma importante", advierte.

Ante los altos costes de la vida, el ahorro de los hogares ha continuado con su tendencia a la baja y, en la segunda mitad de 2022, la tasa de ahorro se situó por debajo de los niveles prepandemia.

De hecho, según los datos registrados por el Banco de España, el ahorro se hundió un 59,1% desde el mes de diciembre de 2020. Una caída todavía más significativa si se compara con la reducción del 26,5% de media en la zona euro.

Los efectos de la inflación siguen haciéndose notar pese a la reacción de los bancos centrales y para Borja Ribera, tal y como han subido los precios, "va a costar bajarlos". Por esa razón, justifica que "la subida de márgenes de las empresas debería trasladarse a la economía real, al salario".

"Está todo el mundo controlado a nivel empresarial, pero deberíamos quitarnos los fantasmas del pasado y nutrir a la clase media", justifica.