Más malas noticias: el BCE empeora sus previsiones de crecimiento e inflación en la zona euro
Tras subir los tipos de interés, a diferencia de lo que acaba de hacer la Reserva Federal.
El Banco Central Europeo no sólo ha vuelto a subir los tipos de interés, en un gesto que contrasta con la estabilidad decretada horas antes por su homólogo estadounidense, la Fed.
El organismo comunitario también ha actualizado sus previsiones de inflación y crecimiento en la zona euro para los próximos años. Y las conclusiones son de todo tipo.
Según sus proyecciones macroeconómicas publicadas este jueves, los expertos del Eurosistema esperan que la inflación general se sitúe en un promedio del 5,4% en 2023 y del 3% en 2024, mientras que un año después estiman que será del 2,2%, todavía por encima de la meta de estabilidad de precios a medio plazo del BCE.
Esto significa que han revisado ligeramente al alza los cálculos hechos en marzo para cada uno de los años del horizonte temporal de sus proyecciones, como cita Europa Press. Ahora esperan que la inflación se sitúe, en promedio, en el 5,1% en 2023, medio punto más de lo esperado en marzo, y que descienda hasta el 3% en 2024, frente al 2,5% anticipado previamente, para moderarse al 2,3% en 2025, una décima por encima de lo proyectado en marzo.
En cuanto al crecimiento del PIB, las previsiones se han rebajado ligeramente para este año y el siguiente. De este modo, los expertos prevén que la economía de la zona euro crezca un 0,9% en 2023, un 1,5% en 2024 y un 1,6% en 2025.
Con esta actualización de junio, los técnicos del BCE han empeorado una décimas sus respectivas previsiones de marzo para este año y el siguiente, mientras que han confirmado el crecimiento previsto para 2025.
Hace una semana Eurostat revisaba a la baja sus datos de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro, que finalmente registró una contracción del 0,1% en el primer trimestre de 2023, lo que supone la entrada en recesión técnica de la economía de la región, después de la caída de la actividad también del 0,1% en el cuarto trimestre de 2023.
Se trata de la primera recesión registrada en la economía de la zona euro desde que el PIB se contrajera consecutivamente en el primer y el segundo trimestre de 2020, como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las restricciones implementadas.
De vuelta a la inflación, el BCE ha advertido de que los indicadores de las presiones inflacionistas subyacentes "siguen en niveles elevados", aunque algunos muestran señales incipientes de debilitamiento. Así, los expertos han revisado al alza sus proyecciones de inflación subyacente, que excluye el impacto de la energía y los alimentos, especialmente para este año y el próximo, dados los inesperados aumentos anteriores y las implicaciones de la solidez del mercado de trabajo para el ritmo de desinflación.
La tasa de inflación interanual de la zona euro se desaceleró en mayo hasta el 6,1%, nueve décimas por debajo de la subida de precios registrada en abril y su nivel más bajo desde febrero de 2022, mientras que al excluir del cálculo el impacto de la energía y de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó al 5,3% desde el 5,6% del mes anterior.