El Gobierno comprará hasta un 10% de Telefónica para contrarrestar la entrada de Arabia Saudí

El Consejo de Ministros ha ordenado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) la adquisición del 10% de Telefónica. La medida busca contrarrestar la irrupción del grupo saudí STC, que se hizo con una participación del 9,9% en una 'jugada' que sorprendió y generó inquietud en Moncloa. Ahora, el Estado se convertirá en el principal accionista tras más de un cuarto de siglo fuera de su capital.

Aquel movimiento se conoció a comienzos de septiembre, ya de noche, para añadir impacto a una operación que rondaba los 2.100 millones de euros. De inmediato, tanto Moncloa como Bruselas comenzaron a moverse para garantizar la "salvaguarda" y la independencia de un ente clave en España. La respuesta oficial ha llegado tres meses después, con un montante que rondará los 2.500 millones.

En este tiempo han sido habituales las declaraciones públicas críticas de miembros del Ejecutivo. La más evidente fue Yolanda Díaz, que llegó a reconocer que trabajaría para que "no se produzca" la entrada de Arabia Saudí en Telefónica. 

Finalmente, el camino del nuevo ejecutivo de coalición ha sido distinto. Lo ha hecho oficial el SEPI, que ha dado aviso de este mandato a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este martes, tras la reunión del Consejo de Ministros.

Nadia Calviño, aún vicepresidenta primera y ministra de Economía ha valorado la noticia en los pasillos del Senado, donde ha comparecido. La futura presidenta del BEI la alinea con lo hecho por países como Francia y Alemania, "que tienen o incluso están incrementando su participación pública en los grandes operadores estratégicos de telecomunicaciones".

Según Calviño, Telefónica es "la empresa más estratégica" de España, no solo por su presencia en las infraestructuras de telecomunicaciones y en el ámbito de la innovación tecnológica, sino también "por su peso en el ámbito de la seguridad y la defensa". Por ello, ha defendio una decisión "que tiene por objeto dar estabilidad para que la empresa pueda lograr sus objetivos estratégicos".

Más de un cuarto de siglo después

El anuncio hecho por el SEPI supone un cambio de paradigma en la relación del Estado con Telefónica, compañía sobre la que tuvo el control casi absoluto durante décadas hasta que a finales de los 90 y bajo el gobierno de José María Aznar se completó el proceso de privatización.

Hasta la entrada de la saudí STC, Telefónica tenía en el BBVA (4,87%) y el fondo estadounidense Blackrock (4,48%) como principales accionistas, seguidos por otro banco, el CaixaBank (3,5%).

Las palabras de Calviño han llegado minutos después del comunicado emitido por la SEPI, en el que, con términos similares, valoran que "Telefónica es una compañía líder en el ámbito de las telecomunicaciones, tanto en España como en el plano internacional". "Desarrolla un conjunto de actividades que resultan de crucial relevancia para la economía, el tejido productivo, la investigación, la seguridad, la defensa y, en definitiva, el bienestar de los ciudadanos", prosigue, como cita Europa Press.

"Con una vocación de permanencia, la participación de SEPI permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para que la compañía alcance sus objetivos y, por ende, contribuirá a la salvaguarda de sus capacidades estratégicas. SEPI procederá a llevar a cabo los trámites y actuaciones que permitan poner en marcha el proceso para, minimizando el impacto en la cotización, completar la adquisición del volumen de acciones necesario", agrega dicha comunicación. 

Los primeros efectos han sido inmediatos en la Bolsa de Nueva York, ya que la española había cerrado justo antes de conocerse la maniobra del Estado. Los títulos de Telefónica se han disparado un 3,86% hasta los 4,04 dólares en el índice New York Stock Exchange (NYSE) donde opera. Para el miércoles, los analistas esperan que este efecto alcance con fuerza el parqué madrileño del IBEX 35.