El Euríbor arregla el verano a los hipotecados
Buenas noticias (al fin).
El verano no solo nos va a dejar olas de calor asfixiantes que serán recordadas históricamente, también va a traer la noticia más esperada por aquellas personas que tienen contratada una hipoteca variable.
Teniendo cuenta la evolución del Euríbor y los pocos días que restan para finalizar el mes de agosto, se puede afirmar que (al fin, 20 meses después) la tasa de referencia para los préstamos hipotecarios va a descender en su media mensual.
Desde el mes de diciembre de 2021, el Euríbor ha experimentado una incesante tendencia alcista que ahora al fin se va a detener. En concreto, en ese momento el Euríbor se encontraba en el -0,502%. Desde entonces, no ha parado de subir hasta situarse en el 4,15% que marcó en el mes de julio.
La gran pregunta ahora es si esta bajada mensual del Euríbor va a suponer un punto de inflexión que confirme que el indicador ha tocado techo o si, por el contrario, tan solo se trata de un hecho anecdótico y la tasa proseguirá su escalada en los próximos meses.
La respuesta a esa cuestión solo la dará el tiempo. El último indicio para pronosticar qué es lo que puede suceder con el Euríbor es la reciente declaración de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. En ese sentido, cabe recordar que las decisiones respecto a los tipos de interés tienen una repercusión directa en la evolución del Euríbor.
El BCE no descarta seguir subiendo los tipos de interés
Al respecto, Lagarde ha alertado de que "la lucha contra la inflación aún no está ganada", una afirmación que podría suponer un aviso de que pueden producirse nuevas subidas de tipos.
En cualquier caso, lo que sí parece seguro a raíz de esa frase es que desde el Banco Central Europeo no se plantean por el momento comenzar a bajar los tipos de interés (un hecho que supondría un descenso del Euríbor).
De hecho, la propia francesa ha subrayado que el BCE va a fijar los tipos de interés en niveles suficientemente restrictivos "durante el tiempo que sea necesario" para lograr que la inflación retorne al objetivo a medio plazo del 2%.
Por lo tanto, la esperanza para los hipotecados en estos momentos es que el Euríbor haya detenido definitivamente su prolongado ascenso para que la hipoteca no se encarezca aún más que hasta ahora. Pensar en una bajada significativa del Euríbor a corto plazo parece, teniendo en cuenta las palabras de Christine Lagarde, más complicado.