Esta es el sueldo que le queda a un soldado retirado con 45 años
Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española, señala que "hoy los jóvenes no quieren ser soldados".
La carrera de un militar en España tiene fecha de caducidad. Según la ley, cuando cumplen 45 años y se ha servido un mínimo de 18 años, deben abandonar el servicio en activo. En ese momento pasan a ser reservistas de especial disponibilidad (RED) y reciben una asignación mensual de 704 euros que, después de impuestos, se reduce a 677,60 euros.
Una asignación mensual que resulta insuficiente para vivir, lo que lleva a muchos reservistas a buscar fuera del mundo militar una forma de completar sus ingresos. Sin embargo, el acceso al 'empleo civil' se ha convertido en todo un desafío para los militares españoles retirados.
Las estadísticas revelan que el 60% de los 4.199 reservistas que actualmente reciben la asignación la complementa con la prestación por desempleo, mientras que solo el 36% consigue un trabajo en una empresa privada. "El Ministerio de Defensa es la mayor fábrica de parados de larga duración de España", dice Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), a Infobae.
La situación podría empeorar en los próximos años, ya que se espera que un número creciente de soldados se acoja a este régimen. De acuerdo con los cálculos de la ATME, cerca de 27.000. "Después de aprobarse esta ley, en los primeros años se iban 200 o 300, pero pronto empezarán a irse de a 3.000 soldados por año. Eso es mucho dinero", explica Gómez.
Uno de los obstáculos clave que enfrentan los soldados retirados al buscar empleo fuera del cartel es la falta de homologación de sus títulos militares con los reconocidos por el Ministerio de Educación. A pesar de sus años de experiencia y capacitación en el ejército, a menudo se les dice que sus títulos militares no tienen valor en el mundo laboral civil.
Aunque existen convenios entre el Ministerio de Defensa y diversas instituciones públicas y entidades privadas para facilitar la incorporación de los soldados retirados al mundo laboral civil, la supervisión y el cumplimiento de estos convenios a veces se cuestionan. Esto ha llevado a una creciente percepción de que la carrera militar ya no es atractiva para los jóvenes, lo que se refleja en la disminución de efectivos. Marco Antonio Gómez señala que "hoy los jóvenes no quieren ser soldados", y destaca la diferencia de oportunidades entre la tropa y los sargentos y oficiales.