El aceite de oliva español ‘vuela’ al extranjero
Las ventas no paran.
A pesar de que el precio del aceite de oliva se ha elevado con fuerza, su calidad y fama siguen siendo una de las bazas que mantienen una buena tendencia en su comercialización tanto dentro de nuestras fronteras como en el extranjero, según informa el portal especializado Agroinformación.
El mes de julio no ha dado pie tampoco a revertir esa buena evolución y, aunque las ventas han sido más bajas que durante el mes de junio debido al escenario difícil provocado por las malas cosechas, el corto enlace y las malas previsiones, se consiguieron colocar en el mercado 71.000 toneladas más de producto. Esto hace que en 10 meses de campaña se haya dado salida a 814.400 toneladas.
El aceite de oliva responde bien en el extranjero
Estos buenos datos en meses de bajo consumo por las vacaciones confirman que por ahora los precios no están influyendo en el consumo. De hecho, se empieza a ver aprovisionamiento por parte de algunos consumidores de cara al 2024 ante la más que probable subida de precio y un posible desabastecimiento por la escasa producción en el campo español. Pero la cifra que resalta este mes de julio es la de venta del oro líquido español en los mercados internacionales, tal y como desvela el medio Agroinformación.
Buena salud del oro líquido
Ante este buen dato, el responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de Oliva de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, confirma que los números vertidos este mes de julio por la AICA demuestran que la comercialización “sigue con buena salud, sobreponiéndose al escenario tan complejo y difícil por el que atraviesa el sector olivarero. Porque, a pesar de ello y de la tensión de los mercados, el consumidor se mantiene fiel y apuesta por invertir en salud con una compra de aceite de oliva que no se resiente como algunos agoreros nos han estado insistiendo mes tras mes”.
El 2024 habrá serios problemas
El tiempo no ha acompañado en nada este año a la producción del aceite de oliva y apenas se han alcanzado las 663.336 toneladas. Hay poco aceite y el año que viene se repetirá el mismo escenario, pero el sector afirma que hay buena salud. «A pesar de esta bajísima producción comprobamos cómo la comercialización sigue con muy buena salud, aunque el mes de julio, siempre difícil por comenzar el verano y las vacaciones, haya disminuido un poco la venta con respecto a junio y al resto de meses, cuando llevábamos una media de casi 90.000 toneladas vendidas. Y también demuestra que llegaremos con el enlace entre campañas más bajo del siglo. El problema es que podremos sumar dos campañas consecutivas malas, ya que es más que evidente que la cosecha 2023/2024 será de una bajísima producción”, añade Cristobal Cano.