La ayuda de más de 1.000 euros para poder llegar a final de mes

Trabajar, para algunas personas, no es sinónimo de obtener ingresos suficientes para llevar una vida digna. Ese colectivo puede beneficiarse de una ayuda no contributiva creada en 2020: el Ingreso Mínimo Vital.

La Seguridad Social define en su sitio web al Ingreso Mínimo Vital como “una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas”.

Con carácter general, pueden recibir esta prestación los individuos mayores de 23 años que no estén casados, no tengan pareja de hecho ni estén vinculados a ninguna otra unidad de convivencia. Sin embargo, las personas de entre 18 y 22 años que provengan de centros residenciales de protección de menores también pueden recibir el Ingreso Mínimo Vital.

Además, también pueden ser perceptores de la ayuda las personas sin hogar y las mujeres mayores de edad víctimas de violencia de género o víctimas de trata de seres humanos y explotación sexual.

Un requisito económico: encontrarse en situación de vulnerabilidad

En cualquier caso, también es necesario cumplir una condición económica indispensable: encontrarse en situación de vulnerabilidad económica. La Seguridad Social explica que “para determinar la situación de vulnerabilidad económica se toma en consideración la capacidad económica de la persona solicitante individual o de la unidad de convivencia, computando los recursos de todos sus miembros”.

En ese sentido, el organismo indica que “este requisito se cumple cuando el promedio mensual de ingresos y rentas anuales computables del ejercicio anterior sea inferior al menos en 10 euros a la cuantía mensual garantizada por el Ingreso Mínimo Vital que corresponda según la modalidad y el número de miembros de la unidad de convivencia. Computará como ingreso el importe de las pensiones y prestaciones, contributivas o no contributivas, públicas o privadas”.

Más allá de los ingresos, para determinar si un individuo es vulnerable o no también se tiene en cuenta su patrimonio. “No se considera en situación de vulnerabilidad económica la persona beneficiaria individual que sea titular de un patrimonio neto, sin incluir la vivienda habitual, valorado en un importe igual o superior a tres veces la cuantía correspondiente de renta garantizada por el Ingreso Mínimo Vital para una persona beneficiaria individual”, aclara la Seguridad Social.

Cuantía del Ingreso Mínimo Vital

La cuantía del Ingreso Mínimo Vital para un beneficiario individual asciende al 100% del importe anual de las pensiones no contributivas dividido entre doce, o lo que es lo mismo, 604,21 euros mensuales en el año 2024.

La cifra se incrementa de manera progresiva dependiendo de los miembros que integren la unidad de convivencia. Estos son los importes para 2024:

- 785,48 euros al mes para una unidad de convivencia formada por un adulto y un menor o dos adultos.

- 966,74 euros al mes para una unidad de convivencia formada por un adulto y dos menores, dos adultos y un menor o tres adultos.

- 1.148,01 euros al mes para una unidad de convivencia formada por un adulto y tres menores, dos adultos y dos menores o tres adultos y un menor o por cuatro adultos.

- 1.329,27 euros al mes para una unidad de convivencia formada por un adulto y cuatro o más menores, dos adultos y tres o más menores o tres adultos y dos o más menores, o por cuatro adultos y un menor.

Además, esas cuantías pueden incrementarse con un complemento del 22% si se trata de una unidad de convivencia monoparental. En ese supuesto, las cuantías en el año 2024 son las siguientes:

- 918,4 euros al mes para una unidad de convivencia monoparental formada por un adulto y un menor.

- 1.099,67 euros al mes para una unidad de convivencia monoparental formada por un adulto y dos menores.

- 1.280,93 euros al mes para una unidad de convivencia monoparental formada por un adulto y tres menores.

- 1.462,20 euros al mes para una unidad de convivencia monoparental formada por un adulto y cuatro o más menores.

No obstante, cabe destacar que si una persona trabaja es posible que estas cuantías del Ingreso Mínimo Vital se vean reducidas (o incluso no se tenga derecho a la ayuda) dependiendo de los ingresos que perciba.