El Real Madrid tumba al Barça y jugará la final de la Euroliga contra el Olympiacos

Una nueva vieja historia. El Real Madrid tiene la Euroliga de baloncesto a un partido. Los de Chus Mateo han superado con claridad, especialmente en los últimos minutos, al Barcelona en las semifinales de la Final Four por 66-78. Otra vez un clásico con sello madridista en la 'semifinal' de la gran competición europea, que se disputa en Belgrado.

Pese al previsible favoritismo del Barça, volvieron a emerger un gigante Tavares (20 puntos y 15 rebotes) y Sergio Rodríguez, de nuevo a su mejor nivel en el momento clave, para decantar la balanza del lado blanco, mientras los de Jasikevicius iban perdiendo fuelle. 

Ahora, al Madrid de la histórica gesta en play-off ante el Partizán le queda un último reto para conquistar su undécima corona europea. El rival será el Olympiacos griego, que horas antes había remontado de forma aplastante al sorprendente Mónaco.

El Madrid salió fuerte y abrió una primera brecha, con Tavares marcando dominio, pero en cuanto las muñecas de los tiradores azulgrana se calentaron (todos los puntos blaugranas del primer cuarto fueron triples), el partido se igualó. Pero ese Barça estaba lejos de la imagen de dominio ofrecida en Europa y España hasta entonces, como un semidesaparecido Mirotic.

En el segundo cuarto apareció Rokas Jokubaitis para estirar el marcador y Kuric demostró que él también está entre la lista de grandes tiradores del equipo, pese a que Jasikevicius no haya contado tanto este año con él. El primer estirón en el marcador del Barça le situó con 32-25, coincidiendo con la segunda falta de Tavares a 3:46 para el descanso. Como pudo y con la enésima 'mandarina' de Llull sobre la bocina final de Llull, el Madrid se fue sólo seis abajo (42-36).

Con el Barça muy rápido en el 'bonus' por faltas, el Real Madrid fue a lo suyo. Cargó Tavares de faltas a Sanli y a Abrines, que cometió la cuarta a 7:39 para el final del tercer cuarto. Y así, se pasó del 47-39 al 47-49 en poco más de dos minutos. Los de Chus Mateo aprovecharon la desconexión del Barça y la ausencia de Mirotic y de Vesely, que firmaron uno de sus peores partidos en conjunto de la temporada, para conseguir un parcial 0-10.

Por entonces Tavares ya rozaba las dobles figuras y el Real Madrid se había escapado en el marcador (47-54), una ventaja que recortó el Barça, gracias a los triples de Laprovittola y Kuric, con diez minutos por jugarse (55-58). 

Y el partido se detuvo a la hora de la verdad. Un triple de Laprovittola y dos canastas de Sergio Rodríguez en 4:30 minutos (58-62), pero el canario tenía guardada más dinamita y anotó un total de nueve puntos en 1:35 minutos para poner un 60-67 que acercaba a su equipo a la victoria a 4:35 para el final. No hubo mucho más, el Madrid supo cerrar su canasta y el Barça no supo qué hacer hasta ahogarse de camino a una Euroliga que sigue sin llegarle al proyecto culé desde hace 13 años.