Joselu eleva la épica a lo nunca visto y mete al Real Madrid en la final de Champions con un doblete para la historia
Un doblete del delantero español al filo del descuento, remonta el partido y lleva al Madrid a luchar por su 15ª Champions League tras ganar 2-1 al Bayern en un partido descomunal con una actuación estelar de Vinicius.
Es el Real Madrid. Se pueden decir muchas cosas, se pueden encontrar muchos matices, se pueden plantear muchos análisis, pero nada de ello consigue añadir mucho más a la inmensidad que representa el Real Madrid. El amo de Europa ha vuelto a escribir un capítulo en su historia de épica y gloria con la enésima remontada imposible (para cualquier otro) al filo del descuento. Esta vez, con un héroe improbable, Joselu Mato.
Un doblete del silencioso delantero español, que vino en calidad de suplente y sólo responde con goles, ha dado la vuelta a un partido descomunal que tuvo el Bayern en sus manos. En el 87', en uno de esos rebotes que premian al que no ceja, llegÓ el empate. Y a partir de ahí, una nueva página en ese libro de final sorpresivo que siempre es el Real Madrid. No faltó ni la polémica... pero la Champions espera, la 15ª, nada menos. Será el 1 de junio, en Londres y contra el Borussia Dortmund
Fue el final soñado para una noche que se vendió como 'grande' cuando realmente era inmensa. En realidad, lo llevaba siendo desde hacía, al menos, cuatro días. Exactamente desde que el Madrid ganase la Liga en diferido; ni fiesta hubo en Cibeles pensando en la pieza de caza mayor, la Champions. El rugido del Bernabéu este miércoles daba muestra del reto. Con techo o sin él, sonaba como suenan las magnas ocasiones. Como es cualquier Real Madrid-Bayern. Un cruce de temor constante que marcó la infancia de no pocas generaciones de aficionados.
Ese rugido enchufó al Madrid de inicio, con hambre y presión alta para hacerse con el mando. Pero el Bayern es otro gigante en Europa y al arreón inicial blanco, que rozó el gol con una internada de Carvajal, respondió con otro zarpazo similar de Pavlovic. Avisos menores comparados con el enorme 'uy' que gritó el Bernabéu en el 12'. Entre el caos y la sorpresa por un saque de banda veloz, Carvajal volvió a filtrar otro gran pase al área germana. Con todo a favor, Vinicius la mandó al poste y Rodrygo al muñeco.
El partido era dinamita pura. Aunque perdiese parte del frenesí tras el cuarto de hora inicial, la sensación era de peligro inminente en cada acometida a uno y otro lado, con Vinicius agigantándose en el costado izquierdo. La lesión de Gnabry, sustituido por Davies al filo de la media hora pareció no cambiar nada... pero luego volveremos sobre el centrocampista canadiense.
A los puntos, mandaba el Madrid, haciendo suya la posesión. Pero el Bayern no se limitaba a soportar las acometidas; sin desubicarse nunca, el cuadro germano acumulaba acciones de peligro, siempre rápidas y siempre bien resueltas por la zaga y por Lunin. Pero los goles no llegaban...
El show de Vini
Pudieron venir dos en apenas 100 segundos de segunda parte, con otra demostración de malabarismo futbolístico de Vinicius, que no tuvo quién rematara... y con Davies en una transición fulgurante. Superado ambos fogonazos y sin cambios en los nombres, sí parecía haberlos en las dinámicas. El Bayern empezaba a hacerse fuerte con el balón, tras un primer tiempo a rebufo de los de Ancelotti. Pero Vinicius no estaba por la labor.
En una noche inmensa del brasileño, no dejó de ser un puñal y coqueteó con el gol en numerosas internadas que nunca encontraron rematador certero. Él mismo tuvo el tanto en una acción mágica que terminó despejando Neuer. Con cada balón que tocaba el extremo se desgañitaba el Bernabéu.
En un nuevo cambio de dinámica volvía a dominar la redonda el Madrid. Nunca, eso sí, con la sensación de control absoluto, porque las oleadas del Bayern no cesaban. Así, en el 67' llegó el golpe. Una contra de Musiala en largo para Davies dejó al canadiense en posición de ventaja. Su diagonal hacia dentro y disparo con rosca fueron demasiado para Lunin (y para cualquiera). Un golazo a la altura del duelo, por cierto. Y un inmenso jarro de agua fría en la capital española que no hizo sino espolear a la parroquia blanca. Quedaba un mundo por delante y al Madrid estos retos le excitan.
Ancelotti activó la máquina de los cambios y ese 'mundo' pudo durar segundos. Los que tardó el Madrid en empatar, pero el gol venía con asterisco. Una clara falta en ataque de Nacho sobre Kimmich quedó retratada en el VAR, que anuló el tanto. Tocaba remar otra vez.
El Madrid sí pareció acusar el golpe entonces unos instantes. Brahim y Joselu saltaron con el mandamiento de dar a los suyos el impulso y el gol que no llegaba. Con el Bernabéu inclinado hacia la portería de Neuer, el Bayern desperdició una contra franca para sentenciar. Spoiler: eso en el Bernabéu no se hace.
El Madrid nunca está muerto. Nadie lo creía y los hechos volvieron a demostrarlo en apenas dos minutos. A la desesperada, un tiro sin más historia de Vinicius propició el primer y único error de Neuer que aprovechó el 'héroe improbable'. Joselu, el fichado con un rol secundario al que la gloria le esperaba. Porque hizo el empate de rebote, cuando la cuestión empezaba a pedir creyentes, más que aficionados. Era el 87' y el 1-1 valía una prórroga que sólo algunos firmaban. Eran los menos, que ya nos conocemos esta historia.
Instantes después, ante el KO absoluto del Bayern, volvió a aparecer Joselu para remontar el partido en el descuento. En una acción de tiralíneas que tuvo que validar el VAR, un pase de la muerte de Rudiger encontró la bota de Joselu. Si le pedían gol hizo dos. Una lógica tan sencilla como aplastante, un '9' que estuvo donde estaba el gol y por dos veces.
El resto de la historia fue un constante agarrarse el pecho. Incluida la última jugada, en la que se señaló un fuera de juego que anuló el posterior gol del Bayern, que ahí languideció por desesperación. La polémica le vendrá de perlas a muchos, pero ahora sí, era el final.
La historia de 'casi' siempre firmada por el protagonista de casi nunca. En la gran noche de Vinicius, el héroe fue Joselu Mato. Y el Real Madrid ya sueña con la 15ª.