El deporte lava la imagen de Arabia Saudí
Mohammed bin Salman, criticado por su historial con los derechos humanos, incluida su participación en el asesinato de Jamal Khashoggi, imperturbable ante las acusaciones de sportwashing
El controvertido príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, no esconde sus cartas. En una reciente entrevista de Fox News, el Jefe del Estado saudí se mostró imperturbable ante las acusaciones de que está usando el deporte para lavar la imagen que se tiene en el exterior de su país: "Si el sportwashing [en inglés] va a elevar nuestro PIB un 1%, entonces seguiremos haciéndolo", aseguró el criticado príncipe por su historial con los derechos humanos, incluida su participación en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
La seriedad con lo que se lo ha tomado Bin Salman lo certifican los presupuestos que han manejado hasta ahora: en los últimos dos años, el país ha destinado alrededor de 4.170 millones de euros a proyectos deportivos, con planes de invertir otros 6.613 millones para 2030, algo así como un 10% del PIB del país. El mundo del deporte representa una industria de aproximadamente 17.000 millones de dólares al año, y Arabia Saudí está buscando su parte del pastel, tal como publica El Economista.
El fútbol es una de sus principales apuestas, con la intención de presentar su candidatura para el Mundial de 2034 -heredero del organizado por España, Portugal y Marruecos- y la polémica inversión que han hecho para hacerse con los servicios de las principales estrellas del fútbol en Europa: Neymar, Cristiano Ronaldo, Gabri Veiga, Otávio... son solo algunos de los jugadores que han hecho las maletas hacia la liga saudita.
No contentos con el poder de alterar competiciones a golpe de talón, Arabia Saudí ha tomado el control de varios equipos en Europa, como el Newcastle y el Manchester City en la Premier League o el Málaga, el Córdoba y el Almería están en manos árabes en LaLiga española, y el PSG en la liga francesa desde 2011.
Después de dominar el mundo del fútbol, Arabia Saudí se ha propuesto tomar el control del golf, con una inversión de 1.815 millones de euros en la LIV Golf. Además, también ha invertido en la Fórmula 1, patrocinando la competición y equipos como el Aston Martin de Fernando Alonso. Los combates de boxeo y las artes marciales mixtas también han recibido inversiones millonarias.
El próximo paso para las petromonarquías parece ser el tenis, con planes para invertir en el circuito de la ATP y la organización de eventos como la Next Gen ATP Finals en la ciudad de Yeda desde 2023 hasta 2027, con premios sustancialmente elevados en comparación con años anteriores. Hagan juego, Arabia Saudía busca lavar su imagen.