Diego está... ¡para comérselo!
Diego Cusano tiene 29 años y una imaginación desbordante que es capaz de materializar sobre papel. Es un "investigador de fantasías que transforma sus pasiones en trabajo", como le gusta definirse. A medio camino entre la ilustración, el diseño gráfico y un pseudocómic, este italiano multiorquesta nos regala instantes de ficción.
"No hay una fórmula infalible para que surjan las ideas. Todo depende de cómo me despierte por la mañana, de mi estado de ánimo y de qué quiero decir a los demás". Diego Cusano tiene 29 años y una imaginación desbordante que es capaz de materializar sobre papel. Es músico, compositor de canciones, restaurador de arte y, sobre todas las cosas, un "investigador de fantasías que transforma sus pasiones en trabajo", tal como le gusta definirse.
A medio camino entre la ilustración, el diseño gráfico y un pseudocómic, este italiano multiorquesta nos regala instantes de ficción.
Y el collage es su herramienta para explorar, plasmar y compartir ese universo sólido y personalísimo que habita en su cabeza. Con ese objetivo, ensambla los objetos reales que le rodean (vistos desde la personal óptica de Diego en el País de las Maravillas) con dibujos sencillos "que a veces trazo yo mismo, en ocasiones recurro a algunos objetos que encuentro online y, en otras, utilizo fotografías que he hecho", nos explica.
Para casi todos los mortales, una pizza, un aguacate, unos huevos fritos, mejillones o gambas suelen ser objetos de deseo (o no) para nuestro apetito; en el caso de Cusano, son musas. "Al principio eran solo comida, aunque aún recuerdo el primer plato de espagueti de mi vida como algo muy colorido y sabroso. Más adelante, me di cuenta de que los alimentos son parte de nuestro día a día y son indispensables como fuente de nutrición para sobrevivir", dice con naturalidad, aunque en su caso también se trate de una subsistencia creativa.
Y como excéntrico fan de los comestibles, no es de extrañar que se le den bien los fogones: "¡Desde luego! Soy muy buen cocinero, me encanta inventarme recetas, pero la parte que más disfruto es la de la presentación de los platos". ¿Quién pudiera ser uno de los afortunados comensales en su mesa? Aunque, seguramente, dará pena comerse sus creaciones.
Y precisamente, Cusano también se presenta como gran comedor, aunque no particularmente sibarita. "Todo depende de lo que me apetezca en cada momento. Hay veces que hasta una hamburguesa me sabe bien. Como buen italiano, realmente, ¡me encanta la comida!".
Cada día, sin falta, el italiano sube una nueva obra a Instagram. Da la impresión de que su fábrica de sueños desconoce el significado de 'mente en blanco'. ¿Será una cuestión de disciplina? "¡Qué va, para nada!", asegura, como insinuando "¿disciplina? ¿qué es eso?"; pero nos cuenta su método, si puede llamarse así.
"A veces me paso todo el día trabajando sin parar y otras, duermo como un lirón, muchísimo. Mi creatividad no tiene ni reglas ni horarios. Si de pronto tengo una idea, independientemente de lo que esté haciendo en ese momento, necesito ponerla sobre papel para fijarla en ese mismo instante", asegura. Y, afortunadamente, tiene la voluntad de hacerlo, para deleite de quienes le admiramos.
Debe de ser toda una experiencia salir a cenar con Diego. ¿Quién sabe lo que es capaz de ver, por ejemplo, en nuestro plato de albóndigas? ¿Las bolas de una mesa de billar, tal vez? Con su mirada y su fantasía, debe ser harto complicado ver las cosas tal como son. "Creo que vivo en una realidad diferente porque lo que dibujo es lo que imagino cuando veo los objetos... ¡Y a veces resulta muy divertido! Nadie entiende por qué empiezo a sonreír...", apunta con cierto misterio.
Hay que señalar que Cusano, además de comida, de tanto en tanto recurre a flores, animales, humanos y otras cosillas para sus collages.
Los trabajos de Diego Cusano bien podrían ser complementados con una banda sonora compuesta especialmente por el autor. Él, sobre todas las cosas, se considera músico, "un completo escritor de canciones", y eso que ya en su cara B cuenta con un libro, hay otro en marcha, colabora como ilustrador con una revista italiana y, para este año, entre marzo y mayo, ya tiene apalabradas tres exposiciones en Italia.
En fin, de momento nos quedamos con sus ilustraciones silenciosas. No obstante, respecto a su música (y ya tiene un CD con 12 canciones), para quienes quieran investigar, el artista nos adelanta: "Es experimental, me gusta mezclar géneros diferentes -se ve que el collage lo abarca todo-, los selecciono basándome en qué quiero transmitir a los oyentes". Visto lo visto, imaginamos que su música debe ser, como mínimo, apetecible y sabrosa.
Este post fue publicado originalmente en el blog de la autora