Salmón: un manjar para todos los bolsillos
Sin comer nada en su ascenso y tan sólo con su energía llegan a la meta. Muchos mueren exhaustos durante su titánico viaje... Es increíble sentir esa adrenalina que nos transfieren estos peces de dos aguas. De este modo, las hembras ponen los huevos y los machos los fertilizan.
Nadar a contracorriente en la vida puede ser difícil, pero es el precio de la verdadera fecundidad cuando cumples con tu designio. A veces, abrir un restaurante tiene similitudes con esta paradoja del salmón.
¿Habéis visto alguna vez a los salmones saltando in situ, entre rocas y remolinos de agua? Es un verdadero espectáculo que ofrece la naturaleza en estado salvaje. Y no hablo de ver un documental sobre Alaska donde los osos Kodiak lanzan zarpazos a pie de roca en aguas agitadas y heladas... o las águilas calvas pescando y lanzando los salmones contra rocas para después darse un festín rico en Omega 3 (como bien sabéis, buenísimo para el crecimiento de los más peques).
Los salmones nacen en el río y permanecen en él hasta que se hacen jóvenes y fuertes, regresando después al mar para llegar a su madurez en el momento de la época de reproducción. Ese es el momento de emprender un nuevo camino, volviendo exactamente al lugar donde nacieron. Así de sencillo. El por qué, ni idea. Sin comer nada en su ascenso y tan sólo con su energía llegan a la meta. Muchos mueren exhaustos durante su titánico viaje... Es increíble sentir esa adrenalina que nos transfieren estos peces de dos aguas. De este modo, las hembras ponen los huevos y los machos los fertilizan.
Bueno; hecha esta parte tipo National Geographic, tengo que añadir que, comerse un salmón de esos no tendría precio en el mercado y que nos debemos de conformar con los criados por el humano en Chile, Escocia, Noruega o Alaska.
Hoy la receta nos la regala OCHOYMEDIO PANAMA
OCHOYMEDIO es un jardín gastronómico en el corazón del casco viejo de Panamá. No es un restaurantes más. Es un estilo de vida donde disfrutar a través de dos experiencias gastronómicas diferentes: la coctelería y el comedor. Un lugar de conversación y química de la felicidad, donde se puede escuchar música o simplemente dejarse llevar por el buen gusto de su gastronomía; cocina contemporánea con sabor de otro tiempo y platos elegantes con una influencia rústica y viajera que se acerca a los agricultores locales. Ofrece un menú a la carta con combinaciones seductoras y cosmopolitas.