Dedicado a mi padre y a los que descuidaron su alimentación por falta de 'tiempo'
Una receta inteligente es una receta sana. Una visita al mercado es una compra inteligente. Unir todo esto es llevar una buena dieta. Llevar una dieta equilibrada y sana contribuye a aumentar la esperanza de vida y responde, por tanto, a una preocupación profunda.
Canción recomendada: Anatomic, Afro Celt Sound System.
Reflexionando sobre la salud de mi padre (en estos días sometido a los placeres de la medicina y doctores en el hospital), me doy cuenta de la pérdida de tiempo que nos ofuscamos por no parar cinco minutos y pensar un poco en nosotros mismos; ustedes.
Lo bueno que tienen las fiestas, puentes y sinónimos de descansar (esos días que los peques no estudian y algún que otr@ mayor no trabaja) es que podemos sacar tiempo para cambiar de hábitos; dejar el ordenador, pasar del móvil, ver vídeos, leer, pintar, pasear y cómo no, cocinar. Es el mejor momento para estimular a los mayores a hacer participar a sus peques en la cocina, je,je. ¿Cómo? Apretando el botón de la licuadora, pelando las verduras, llorando encima de la cebolla, incorporando la nata a una mezcla; vigilando el caldo, buscando el ingrediente perdido y sentirse cocinero.
Muchos factores psicológicos y sociológicos determinarán la forma de cocinar en casa. Desde cómo estemos en el trabajo a nuestros recuerdos en la infancia.
Pero también es el momento para tener en cuenta lo que comemos o mejor dicho, es el mejor momento para recordar que hay que comer sin abusar y con sentido.
Una receta inteligente es una receta sana. Una visita al mercado es una compra inteligente. Unir todo esto es llevar una buena dieta.
Llevar una dieta equilibrada y sana contribuye a aumentar la esperanza de vida y responde, por tanto, a una preocupación profunda. Cierto es que la dieta por sí sola no deja de ser un elemento más en una vida de mejor calidad.
Vivir mejor podría ser el eslogan final de determine una forma sana de Comer Mejor, adaptando a un mismo tiempo los placeres de la buena mesa con el equilibrio de la vida cotidiana.
Debo decir que en mi opinión, no existe la interpretación perfecta dietética, ya que cada persona es diferente de las demás. Debería de estudiarse cada individuo personalmente, no solo sus factores biológicos y ecológicos, sino todo aquello que le rodea desde el despertar del sueño, al sueño profundo del merecido descanso.
Una dieta debe de ser sencilla, fácil de comprender, y más fácil de llevar acabo por las personas. No debemos de mezclar dieta con régimen (menuda frustración). Al final, si confundimos régimen con vida sana, llegará un momento en que nos cansemos de las prohibiciones (o de un castigo mal interpretado) y volvamos a pecar en nuestro ritmo de comidas; implica tiempos inadecuados de comer.
Dieta, dietética, es sinónimo de placer no solo en la elaboración de la comida, sino en su presentación. Estos dos placeres de la buena mesa siempre deben de ir unidos y, deben de ser la base de esta regulación alimentaria.
Las recetas tan solo son un pretexto cuando no se utiliza adecuadamente la técnica a desarrollar. Al igual que es importante entender, que un mismo equilibrio gastronómico no repercute de la misma manera en una persona deportista que una persona sedentaria.
También es bueno entender que es el mercado quien decide por nosotros lo que se va a comer.
Y reflexionen: La práctica se adquiere con el movimiento y, puede que de vez en cuando nos acerquemos al borde del éxito en la cocina por casualidad. Pero cierto es que el éxito se consigue con continuidad y prudencia; hablo de la cocina y no de los concursos de cocina... sean felices y cocinen, por favor.
#sedcuriosos