La semana en cinco recomendaciones lingüísticas

La semana en cinco recomendaciones lingüísticas

El genio del idioma, ese que interviene en la lengua sin que se sepa muchas veces cómo, da siempre con una solución rápida, unas veces más acertada que otras, para incorporar esas nuevas palabras a nuestra habla.

Convivimos diariamente con la aparición de nuevos utensilios, programas y desarrollos tecnológicos a los que tenemos que poner nombre en el mismo instante en el que surgen o nos llega conocimiento de ellos. La gran mayoría se acerca a nosotros con su denominación en inglés y, salvo excepciones, no encuentran fácilmente su traducción precisa en español.

El genio del idioma, ese que interviene en la lengua sin que se sepa muchas veces cómo, da siempre con una solución rápida, unas veces más acertada que otras, para incorporar esas nuevas palabras a nuestra habla.

Ese el caso del término gamificación, que ocupa el interés de gran cantidad de blogs sobre comunicación y marketing 2.0, y que se refiere a la aplicación de mecánicas de juego a entornos no lúdicos. En esta ocasión, se ha adaptado, sin más, la palabra inglesa gamification (que incorpora una raíz procedente de game: 'juego') y hemos empezado a hablar directamente de gamificación.

¿Es correcta esta traducción? ¿Debemos admitirla sin más? A la Fundación del Español Urgente han llegado muchas consultas en este sentido que nos han permitido constatar una preocupación por su uso. No entramos en la corrección del término, pero sí hemos llegado a una conclusión que nos hemos atrevido a convertir en propuesta y que hemos dado a conocer hoy mismo.

Si nos fijamos, en español, los términos relacionados con el juego toman la raíz procedente del sustantivo latino lūdus, lengua en la que significa 'juego, diversión, broma'. De este modo tenemos ludoteca, ludópata o lúdico, entre otros. Este último, lúdico, no hace referencia únicamente a algo divertido, sino a todo aquello relacionado con el juego, por lo que, en nuestra recomendación hemos propuesto el término ludificación, tanto como traducción del inglés gamification, como en un significado ampliado, referido a estas iniciativas que pretenden la motivación a través de la diversión en ambientes no propios para ello (como las empresas, la educación o la salud): «El campo naciente de la ludificación está ganando de forma rápida la atención de líderes de empresas».

No se trata de que un término como ludificación (creación etimológica) sea más o menos correcto frente a otro como gamificación (calco fonético), sino de ofrecer una alternativa y una propuesta que sea comprendida por el mayor número de personas, es decir, por los lectores no especializados. Con todo, en la Fundéu BBVA no hacemos norma, así que ahora es el momento de estar atentos a lo que los hablantes asentamos en el uso.

 

Ilustración: @MoxParadox

También esta semana hemos abordado el uso de otro extranjerismo relacionado con la tecnología, en este caso militar, y que suele aparecer en las informaciones sobre conflictos bélicos y defensa.

Se trata del término drone, empleado en aeronáutica para denominar a los vehículos aéreos no tripulados, la mayoría, de uso militar. Esta palabra no está registrada en el Diccionario de la Real Academia Española y, aunque su uso es frecuente, consideramos que es recomendable utilizar la expresión avión no tripulado, y, si se opta por el extranjerismo drone, lo apropiado es escribirlo en cursiva o entrecomillado.

Así, en lugar de «Quince muertos en un nuevo ataque de drones en Pakistán» se podría haber facilitado la comprensión diciendo «Quince muertos en un nuevo ataque de aviones no tripulados en Pakistán».

Y siguiendo con términos procedentes de otras lenguas, la recomendación del miércoles se centró en parqué, adaptación recomendada por las Academias de la Lengua para la voz francesa parquet, una palabra que aparece en las noticias sobre la actualidad económica con el significado de 'recinto donde se celebran las sesiones bursátiles'.

En las otras dos recomendaciones de esta semana que nos faltan por comentar abordamos sendas dudas sobre semántica y acentuación. La primera, el lunes, en la que explicamos que los verbos captar y capturar tienen distintos significado, por lo que no es apropiado usarlos como sinónimos; y en la segunda, el jueves, recordamos que la palabra carácter ('conjunto de rasgos característicos' y 'signo de la escritura') lleva tilde en la segunda a por ser llana acabada en r, y su plural es caracteres, no carácteres.

Y a continuación la recomendación en vídeo de esta semana, en la que explicamos cuál es el plural de malentendido: