España reconoce a Juan Guaidó como presidente "encargado" de Venezuela
Sánchez cumple lo prometido y apoya al opositor, tras pasar el ultimátum de ocho días que dio a Nicolás Maduro para que convocase elecciones presidenciales.
Amenaza cumplida. El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ha anunciado hoy en una comparecencia en La Moncloa que España reconoce a Juan Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela. Entiende como legítima la proclamación del hasta ahora presidente de la Asamblea Nacional, la cámara de representación venezolana, que el pasado 23 de enero se autoproclamó además mandatario interino del país, en sustitución del actual, Nicolás Maduro, citando la Constitución como su aval.
Hace ocho días, España dio un ultimátum a Maduro: o convocaba elecciones presidenciales limpias o reconocía a su adversario como presidente legítimo. Maduro, en reiteradas declaraciones, se ha mostrado dispuesto a convocar elecciones legislativas, pero no presidenciales, negando así la acusación de España y otros países europeos de que los comicios del pasado año, en los que fue reelegido para un segundo mandato, no fueron lo transparentes y garantistas que debieran haber sido.
En su intervención sin preguntas de apenas seis minutos (que puedes leer completa al final de esta noticia), Sánchez ha recordado esta mañana que no se ha dado "paso alguno" por parte de Maduro y por eso reconoce a Guaidó como presidente, por estar al frente del legislativo surgido en las últimas elecciones que "la comunidad internacional" y también Madrid considera limpias, las de finales de 2015. Entonces, los opositores se hicieron con el control de la Asamblea Nacional con una mayoría importante, pero el Ejecutivo chavista acabó despojando de competencias a esa cámara y creando una nueva, la Asamblea Nacional Constituyente, bajo su mando. Los analistas coinciden en que ése es el momento en que comenzó la degradación democrática en el país.
El reconocimiento de Guaidó es temporal, ha asumido Sánchez, porque tiene un "horizonte claro", va vinculado a la convocatoria de elecciones "libres, democráticas, con garantías y sin exclusiones", que han de fijarse "lo antes posible". Insiste en que hay que convocar elecciones inmediatas porque los venezolanos tienen que ser los dueños de su futuro. Los ciudadanos deben tener "voz y voto, sin miedo, sin amenazas" y "sin exclusiones" para que Venezuela sea dueña "de su propio destino". La comunidad internacional, abunda, tiene que estar a su lado sólo para verificar la normalidad del proceso.
"Democracia plena significa primacía de los derechos humanos. Democracia plena significa pluralismo político. Democracia plena significa que no haya presos políticos en Venezuela. Democracia plena significa unas elecciones libres, transparentes y con todas las garantías", ha remarcado el presidente.
Sánchez ha enfatizado además que ha trabajado en la búsqueda de una posición común en la Unión Europea y en América Latina y que va a seguir contactando con más estados de cara a la transición en el país americano, convencido como está de que la respuesta a esta crisis debe llegar desde el "multilateralismo", la "herramienta indispensable para la resolución pacífica de los conflictos". "No vamos a dar un paso atrás en este empeño. España va a estar a la altura de lo que se espera de ella en este conflicto", garantiza.
Por eso, ha explicado, impulsará y apoyará el grupo de contacto internacional que se creó en la UE el pasado jueves "a instancias del Gobierno de España" para acompañar a Venezuela en este proceso, y que en tres días tendrá su primera reunión en Montevideo (Uruguay).
Francia, Suecia y Reino Unido han hecho este lunes como España, han reconocido a Guaidó como presidente, y se espera que otros estados europeos, que habían dado un plazo similar a Venezuela, hagan lo propio a lo largo del día de hoy.
Sánchez, además, ha anunciado que va a impulsar la llegada de ayuda humanitaria al país, en el marco de las Naciones Unidas y la Unión Europea. "Que nadie olvide que quienes están sufriendo las consecuencias de este conflicto y del régimen de Maduro es el propio pueblo venezolano", ha denunciado. Y también, en un tono solemne, ha concluido: "Nada de lo que ocurre allí no es es ajeno", recordando los lazos que nuestro país mantiene con América Latina.
Pedro Sánchez ha reconocido también que el Gobierno va a tener siempre "muy presente" la situación de la colonia española que vive en Venezuela, compuesta por unas 180.000 personas, que es una "absoluta prioridad" para el Ejecutivo en estos momentos, del mismo modo que tiene "muy en cuenta" los "lógicos" intereses de las empresas españolas allí afincadas. Todos, ha dicho, comparten el deseo de un marco político de estabilidad, democracia y libertad en el país.
No ha querido o no ha podido detallar en su comparecencia cuáles serán las siguientes medidas a tomar tras el reconocimiento de Guaidó, pero al salir del atril, preguntado por los periodistas, ha respondido simplemente: "Paso a paso".
Como ha reiterado en su discurso, la comunicación entre naciones y la labor diplomática están siendo "constantes" y esos cauces van a seguir abiertos en los próximos días.
España ha ido variando su actitud respecto a la crisis venezolana con los días: de inicio, no reaccionó a la autorproclamación de Guaidó, por lo que la oposición de derechas se le echó encima inmediatamente, criticando su "pasividad"; a los tres días, Sánchez compareció para anunciar el plazo de ocho días a Maduro, para darle una salida voluntaria. Finalmente, en las horas previas a la comparecencia de hoy, en actos oficiales y del PSOE, llegó a llamar a Maduro "tirano" y a denunciar la "ausencia de democracia" en Venezuela.
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