Una joven saudí retenida en Bangkok teme por su vida tras renunciar al islam
Cuenta su historia desde el sábado y acumula más de 40.000 seguidores.
Una joven saudí retenida en el aeropuerto de Bangkok a la espera de ser deportada ha afirmado este lunes que ha recibido amenazas de muerte de su familia, de la que huyó tras apostatar del islam y rechazar un matrimonio concertado.
"Me han amenazado con matarme antes y no tienen miedo de amenazarme en público (...) Me consideran su propiedad o su esclava", ha escrito en Twitter Rahaf Mohammed Al-Qunun, que desde el sábado ha relatado su odisea en Bangkok casi en directo en la red social.
Según la ONG Human Rights Watch (HRW), Al-Qunun, de 18 años, se había enfrentado con su familia después de renunciar al islam y un matrimonio concertado provocó que se decidiera a huir cuando se encontraba junto con sus familiares en Kuwait.
"Se negaba a llevar hijab y había esta tensión con la familia debido a desacuerdos en asuntos religiosos... Que su familia tratara de obligarla en un matrimonio concertado parece que fue la gota que colmó el vaso", ha indicado a la agencia Efe Sunai Pasuk, investigador de HRW en Tailandia.
Sunai ha aseverado que la joven saudí llegó el sábado al aeropuerto Suvarnabhumi en un vuelo desde Kuwait, donde aprovechó que las mujeres no necesitan autorización de sus "guardianes masculinos" para viajar como ocurre en Arabia Saudí.
El investigador de HRW ha afirmado que Al-Qunun se encontraba en tránsito en Bangkok con el objetivo de viajar a Australia, para lo que tenía un billete de avión y visado en regla, y acusa a las autoridades tailandesas de "mentir" al afirmar que le denegaron el visado al tratar de entrar en Tailandia.
Al-Qunun, que ha abierto su cuenta de Twitter este mes, ha empezado a escribir y subir vídeos el sábado en la red social, donde su historia se ha hecho viral y acumula 42.000 seguidores.
La joven ha asegurado que un empleado de la aerolínea Kuwait Airways le confiscó el pasaporte y le dijo que, a petición de la Embajada de Arabia Saudí, iba a ser obligada a embarcar en un vuelo de vuelta a Kuwait, donde la esperaba su familia.
"No salgo de mi habitación hasta que vea a ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados) . Quiero asilo", ha dicho Al-Qunun en un vídeo publicado en Twitter.
La joven se atrincheró en su habitación del hotel en la zona de tránsito y bloqueó con colchones la puerta, lo que provocó que el avión en el que tenía previsto ser deportada saliera sin ella a bordo.
En otro tuit, expresó su deseo de ser acogida como solicitante de asilo en Canadá, Estados Unidos, Australia o Reino Unido, entre otros países.
"Las autoridades tailandesas me han mentido. Me dijeron que no puedo pedir la protección de la ONU, pero no han permitido a la ONU contactar conmigo", ha asegurado la saudí.
También negó que su familia viva en Kuwait, sino en Arabia Saudí, donde su padre ostenta un algo cargo político.
En un comunicado, la Embajada de Arabia Saudí sostiene que no ha confiscado el pasaporte de Al-Qunun ni ha tratado de retenerla en el aeropuerto para que sea deportada, al tiempo que achacó su situación a las autoridades tailandesas.
El jefe de la Oficina de Inmigración, Surachate Hakparn, ha indicado Efe que la joven saudí quería entrar a Tailandia, pero que le denegaron el visado al carecer de billete de regreso y otros documentos.
"La Embajada de Arabia Saudí en Tailandia se coordinó con nosotros para enviarla de vuelta porque viene sin un guardián y si le permitimos entrar no estará protegida", ha señalado en Twitter Surachate, quien ha reiterado que ella tiene su pasaporte.
Las autoridades tailandesas aseguran que su intención es expulsarla a Kuwait, ya que es el lugar desde donde llegó a Bangkok.
Mientras tanto, Al-Qunun continúa tuiteando sobre su situación y no deja de recibir mensajes de apoyo.
"Querida Rahaf, mis colegas de ACNUR están en el aeropuerto y tratando de contactar contigo", aseveró Melisssa Fleming, jefa de Comunicación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
En abril de 2007, otra mujer saudí que huía de su familia fue obligada a volver a su país cuando se encontraba de tránsito en Filipinas con destino a Australia y HRW ha documentado muchos casos de otras saudíes que tratan de huir del sistema patriarcal de su país.