Sandra Sabatés: "¿Tenemos que arriesgar nuestras vidas para demostrar que hemos sido violadas?"
La copresentadora de 'El Intermedio' publica 'Pelea como una chica' y habla de su primer libro el día que su compañero Dani Mateo está citado ante el juez.
Sandra Sabatés ha dado mucha caña durante este año en El Intermedio(laSexta). Ha hecho sus propias — y muy aplaudidas— reflexiones en el pico de la mesa, sobre temas como La Manada o los vientres de alquiler y que volvieron virales a las pocas horas. Ha estrenado la sección Mujer tenía que ser, un espacio en el que el programa homenajea a mujeres que han roto techos de cristal y han luchado por abrirse un hueco en la sociedad, aún tan masculina. Fue esta iniciativa la que le hizo ganar el premio Ondas que recogió hace pocos días a Barcelona.
Este lunes es ella quien se dispone a responder a las preguntas de otros periodistas, por la publicación de su primer libro, Pelea como una Chica (Planeta), en el que recupera las voces de mujeres que cambiaron la historia de España, con ilustraciones de Ana Juan, Premio Nacional de Ilustración 2010.
Sus respuestas llegan el mismo día que su compañero Dani Mateo, estaba citado a declarar ante el juez por el —ya famoso— sketch en el que se suena la nariz con una bandera de España. Sabatés sabe que será de los temas por los que más le pregunten durante la jornada y el que acaparará más titulares. Ella mejor que nadie es consciente de que la actualidad manda y está dispuesta a decir lo que piensa: "Es mi programa, es mi compañero y es normal que me preguntéis".
La pregunta es obligada: ¿Qué te parece la citación de Dani Mateo? ¿Crees que peligra la libertad de expresión en nuestro país?
Esta mañana Dani tiene que ir a declarar... A mí me entristece llegar a esta situación porque al final estamos hablando de humor y quizás se nos ha ido un poquito de las manos. Hay que interpretar y contextualizar en qué momento y dónde suceden las cosas y cuándo hablamos de humor, porque no es lo mismo que hablar de información pura y dura. Es muy distinto que este sketch lo haga yo o que lo haga Dani, por eso tenemos un rol tan diferenciado en el programa. Cuando hablas de humor, los límites son distintos.
Entre todos debemos luchar por la libertad de expresión porque estamos en pleno 2018 y cuando, a día de hoy, deberíamos tener la libertad de expresión más que asumida e intentar conquistar más parcelas, lo que hacemos es lo contrario. Esto empezó con la Ley Mordaza y, entre todos, en lugar de luchar contra ello e intentar conquistar más, lo que hacemos es ir para atrás. La libertad de expresión, o la defendemos nosotros o nadie lo va a hacer por nosotros. Y con lo que nos ha costado conquistarla, es mejor que la defendamos.
Has escrito tu primer libro: sobre mujeres, feminismo... Pero lo primero que te preguntamos todos es por tu compañero Dani Mateo y no por lo que has hecho tú. ¿Qué te parece?
En las últimas entrevistas que me han hecho, la primera pregunta ha sido sobre Dani Mateo y la polémica de la bandera. También pasó cuando estuve recogiendo el premio Ondas hace unos días. Con estas entrevistas de promoción del libro, pasa lo mismo y lo entiendo. Porque forma parte de la actualidad y de toda la polémica que se ha generado en torno a esto.
Pero lo importante es insistir en el mensaje de que defender la libertad de expresión está en nuestras manos, el decir que estamos hablando de humor y deberíamos contextualizar. Todo esto también es un poco un reflejo de lo que pasa en la sociedad: del nivel de crispación y de que deberíamos rebajar un poquito la tensión. Pero la pregunta es lógica.
En Pelea como una chica, al igual que en tu sección Mujer tenía que ser, hablas de muchas mujeres referentes. ¿Qué te ha impulsado a hacerlo?
El libro y la sección han coincidido mucho en el tiempo. Porque pusimos en marcha Mujer tenía que ser a principios de 2018 y además la ideamos con mucho cariño porque forma parte de ese compromiso de El Intermedio con el feminismo. Creímos que aquí lo importante era dar voz a las mujeres y que nos contaran sus propias historias, su lucha, las trabas, los obstáculos con los que han tenido que lidiar cada día, en su lucha personal y en lo profesional para alcanzar sus metas. Y era importante que ellas nos lo contaran. Eso era la clave: el mensaje positivo final de que lo podemos conseguir. Y se manda otro mensaje a la sociedad: si ellas luchando solas y han conseguido imponerse a situaciones de discriminación, todos deberíamos tener la capacidad de hacerlo a nivel social y vencer el machismo.
Coincide todo en el tiempo porque a finales de noviembre tuve las primeras reuniones con Planeta con esa idea: hablamos de feministas extranjeras y vemos que aquí tenemos pocos referentes. Es la triste historia de muchas mujeres en este país: que han sido olvidadas, marginadas. Cuando cogemos un libro de texto de la ESO, tienes que ir buscando con lupa a las mujeres porque ni siquiera las encuentras.
Quisimos recuperar las voces de esas mujeres, que las hay maravillosas, con historias tremendas y valientes que han luchado como jabatas desde finales del siglo XIX hasta hoy. Eso es un poco lo que pretendía con ese libro: recuperar las voces que han sido olvidadas. En España tuvimos un dictador, Franco, y 40 años de dictadura que pretendió borrarlas, aniquilarlas y hacer como si esto no hubiera sucedido. Es nuestra labor decir que estas mujeres existieron y que gracias a ellas nosotras estamos donde estamos, aunque hay que seguir luchando. Queremos recuperarlas porque forman parte de nuestra historia.
¿Y hay alguna de esas mujeres referentes que te haya marcado más con su historia?
En Mujer tenía que ser tocamos muchas temáticas distintas y, claro, las historias que te cuentan nos deberían hacer reflexionar a todos. Te impactan mucho todas porque son distintas y tremendas. Te quedas mirando a esa mujer y dices: "Qué valentía y qué fuerza para llevar esa situación". Recuerdo cuando Ana Bella Estévez estuvo en el programa y todo el rato tenía la sonrisa en la cara y te contaba que era una superviviente después de haber pasado años y años recibiendo palizas por parte de su marido, incluso estando embarazada. Me contó cómo, un día, temiendo por su vida y sus hijos, dijo "voy a romper con esto, yo salgo de aquí". Los cogió y huyó y empezó una nueva vida. Se convirtió en una superviviente.
Esto es un ejemplo pero este tipo de violencia contra la mujer no sólo la ha vivido ella sino también muchas otras mujeres. Como las víctimas de la prostitución, que es otra de las grandes lacras que tenemos en la sociedad. Estuvo Mabel Lozano en el programa denunciando que España es uno de los primeros países en demanda y consumo de prostitución. Prostitución es trata y trata es esclavitud y a día de hoy seguimos sufriendo eso las mujeres.
¿Cuánto tiene que pasar para que en un libro de texto de la ESO aparezcan más mujeres?
Yo confío en que entre todas y todos vamos a conseguir que las cosas cambien. Estamos dando pasos importantes. Este 2018 ha sido y está siendo un año clave en el que hemos salido todas a la calle a nivel mundial en una manifestación histórica y en el que las mujeres hemos dado ejemplo con ese movimiento de sororidad y hemos dicho: "Hasta aquí hemos llegado, estamos todas juntas. Esto no para, es una ola que viene para arrasar el machismo". Queremos la igualdad. Esta igualdad pasa por todos los ámbitos y todos los sectores y evidentemente las mujeres también formamos parte de la historia y hemos contribuido a que la mujer esté donde esté.
A raíz de lo que cuentas, ¿cómo viviste el 8 de marzo? El Intermedio emitió un programa hecho a medias [poniendo de manifiesto que no habían asistido las mujeres a trabajar] ¿Volverás a hacer huelga este año?
Por supuesto. Claro que sí. Es importante que estemos todas unidas y salir a la calle y decir que somos la mitad de la población y necesitamos que se nos cuente como tal. No somos ciudadanas de segunda y requerimos la igualdad. Este año lo hemos hecho y lo importante es que fue por ambas partes: las mujeres estuvimos en la huelga, no hicimos ese día el programa y nuestros compañeros fueron los que sacaron adelante el programa pero evidenciando todas las carencias porque no estábamos.
Las mujeres también formamos parte de la mitad de El Intermedio y al no trabajar ese día, ellos no se pueden maquillar, peinar... Faltaban muchas cosas. El programa funcionaba pero, ¿de qué manera? Con muchas deficiencias y no era El Intermedio porque no se podía hacer igual si nosotras no estábamos. Eso era el reflejo de lo que sucede en la sociedad si nosotras no estamos, que la sociedad no avanza igual.
¿Crees que sigue habiendo machismo en televisión? En laSexta por ejemplo, vemos a la mayoría de presentadoras de los programas que sois jóvenes, guapas y en cambio los hombres no, no cumplen esas características. ¿Es un requisito?
A mí no me lo han pedido nunca. En el caso de las mujeres, se fijan antes en la belleza que en el talento y la profesionalidad. Siempre lo primero que se fijan es la belleza. Con los hombres es al contrario. De mí se ha dicho que soy la ayudante mona de Wyoming. Copresento el programa, pero paso a ser ayudante. Tampoco se tiene en cuenta que sea periodista o no, o más o menos profesional, soy ayudante de Wyoming y mona. Hasta ahí llega todo.
Dani Mateo tiene la misma edad que yo, es un hombre guapo y eso si acaso es en segunda instancia, en primera instancia es un humorista buenísimo. Igual con Gonzo: somos de la misma quinta, es guapo y es un periodista brillante. Es un periodista brillante primero y además es guapo. En las mujeres, primero somos guapas y luego puedes ser mejor o peor en tu trabajo, pero primero somos guapas. También es verdad que arrastramos lo que la tele fue en unos inicios y el papel de la mujer era ese. El presentador era el hombre y la mujeres acompañaban y eso es algo que venimos arrastrando. Es algo contra lo que hay que luchar.
¿Has visto la sentencia irlandesa en la que se ha absuelto a un violador porque la chica llevaba tanga en el momento de la agresión?
Me parece aberrante. Estamos en lo mismo de siempre y lo triste es que parece que las cosas no cambian o que no avanzamos. Estamos en pleno 2018. Al final el foco se está poniendo en la víctima cuando la víctima no es la que debería centralizarlo todo. Da igual cuál sea su actitud, da igual cómo vaya vestida, da igual cómo sea su vida sexual. Estamos analizando los hechos, el comportamiento del agresor. Ese hombre ha estado manteniendo relaciones sexuales con una mujer en contra de su voluntad. No había consentimiento.
Basta de que todos nos fijemos en la víctima, no debe ser así. Incluso los medios de comunicación muchas veces somos los que fallamos. Pasó lo mismo con la víctima de 'La Manada'. Uno puede ser como quiera y la libertad sexual está para todos.
Hace cuatro días, el mismo juzgado de 'La Manada' condenó a un hombre a diez meses de prisión por intentar asfixiar a su mujer, porque dicen que es "maltrato ocasional". Viendo este tipo de condenas, ¿qué crees que va a pasar con la sentencia de 'La Manada' que está a punto de salir?
He hecho las reflexiones en el pico de la mesa sobre el tema de 'La Manada' y creo que mi postura ha quedado bastante clara. Creo que debemos hacer un esfuerzo entre todos porque cuando la sociedad avanza y estamos dando pasos para decir que queremos una sociedad justa e igualitaria, las leyes también deberían acompañarnos.
A día de hoy tenemos unas leyes que, según la interpretación se considera que es abuso o que es violación. Ahí está la disparidad: que cinco hombres en un habitáculo pequeño sometan a una chica a once penetraciones sin su consentimiento y, porque no ha habido un grado de intimidación superior, no se considere violación, a día de hoy es algo que las mujeres no vamos a aceptar. Evidentemente, si una persona no consiente mantener relaciones sexuales, todo a partir de ahí es violación. Y esto debería quedar claro. Tenemos unas leyes que han estado redactadas por hombres y no se han tenido en cuenta algunas cosas. Deberíamos cambiar la tipificación o los delitos contra la libertad sexual y adaptarlos a la realidad actual. Si no hay consentimiento es violación y eso tiene que ser así.
En cuanto a la última condena, me llama la atención de que se hable de "maltrato ocasional" cuando has estado amenazando con un cuchillo e intentado asfixiar a tu esposa. Incluso su propia defensa llegó a pedir dos años para el agresor y al final se queda en 10 meses porque el hombre desistió y voluntariamente decidió no matar a su mujer. No sé a qué estamos esperando. ¿A que la mate o a qué tenemos que llegar?
Es como en el caso de las violaciones, como que se pida ese plus de violencia en el caso de 'La Manada', ¿qué debemos hacer? ¿Arriesgar nuestras vidas para demostrar que hemos sido violadas? ¿Arriesgarlas hasta el punto de decir que puedes perder tu vida pero al menos estás demostrando que ha habido violación? Esto lo que hace es que las mujeres nos sintamos desprotegidas por la Justicia y cuando estamos desprotegidas al final se nos acaba condenando al olvido que es contra lo que debemos luchar.
Otro de los debates más polémicos ha sido el de la gestación subrogada. Tu reflexión en el pico de la mesa fue muy aplaudida ¿Crees que es el momento de tener estos debates en la política?
Actualmente los vientres de alquiler son una práctica prohibida en nuestro país. Se puede debatir y, por ejemplo, Ciudadanos la quiere regularizar. Yo creo que es un error y no tengo dudas. Lo manifesté en el pico de la mesa pero es una perversión que a lo único que contribuye es a aumentar las desigualdades a nivel mundial.
No podemos comercializar con bebés y al final estamos aprovechándonos del cuerpo de mujeres, las estamos deshumanizando, las estamos cosificando y pisando sus derechos y su dignidad y es algo que no podemos permitir. Estamos yendo también contra los derechos de esos bebés que tienen una confusión en su filiación. Simplemente por el deseo de ser padres, porque no es un derecho, es una voluntad. Y esto no puede estar por encima de los derechos fundamentales de las mujeres.