Sánchez asegura que la defensa de Llarena "no es una cuestión privada, sino de Estado"
Y anuncia que España no tiene "vocación de injerencia en la política latinoamericana".
El culebrón de la defensa del juez Pablo Llarena ante la demanda impuesta contra él por el expresident catalán Carles Puigdemont y cuatro de sus exconsellers continúa.
En un principio el Ejecutivo había dicho que contrataría un bufete privado de abogados que representara al juez en el procedimiento civil abierto contra él en Bélgica porque consideraba que "el Gobierno no podía actuar, puesto que supondría defender a un particular por afirmaciones de carácter privado ajeno a su función".
La demanda se sustenta en una supuesta falta de respeto a su derecho a la presunción de inocencia por parte del magistrado.
Sin embargo, a última hora del pasado domingo, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, dijo haber puesto en marcha "todos los mecanismos necesarios" para defender la soberanía jurisdiccional española e insistió el lunes en una entrevista en RNE en que no había cambiado de parecer y que todo lo que se había dicho antes era provisional.
Ahora es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha subrayado que la defensa de Llarena no es una cuestión privada, sino "de Estado" y, por tanto, ha atendido "desde el primer momento" los requerimientos del Consejo General del Poder Judicial.
Sánchez ha respondido así durante una rueda de prensa que ha ofrecido en Santiago de Chile a la pregunta de si el Gobierno había rectificado su posición inicial sobre la defensa del magistrado. Y ha insistido en que el Ejecutivo escucha al órgano de gobierno de los jueces.
"Hemos ido atendiéndolos siempre de manera positiva", ha subrayado, antes de recalcar que, por tanto, no se trata de defender a un juez en concreto, sino de que el Estado debe defender su soberanía jurisdiccional cuando se ve puesta en cuestión.
Y ha insistido en que su Gobierno, "desde el primer minuto ha tenido claro que ésta no es una cuestión privada, sino de Estado y que, en consecuencia, el Estado va a actuar en defensa de los intereses y de su soberanía jurisdiccional".
Consejo de Ministros en Madrid y Barcelona
El presidente del Gobierno ha anunciado este lunes que antes de que acabe el año convocará dos reuniones del Consejo de Ministros fuera de Madrid, una de ellas en Barcelona y otra en Andalucía.
La intención de convocar esas dos reuniones la ha expresado como muestra del interés del Gobierno por evidenciar su deseo de hacer frente a los problemas de los ciudadanos, entre ellos el de la situación que vive Cataluña.
De hecho, el anuncio de la convocatoria de ambos consejos fuera de Madrid lo ha realizado ante las preguntas de los periodistas sobre la evolución de los acontecimientos en Cataluña.
Sánchez ha defendido su escrupuloso respeto al autogobierno de Cataluña a la vez que ha dicho que tiene un proyecto para cada uno de los pueblos de España.
Y en ese contexto es cuando ha expuesto su intención de sacar las reuniones del Consejo de Ministros fuera de Madrid y ha precisado que convocará una en Barcelona y otra en Andalucía.
En ellas, según ha dicho, mostrará el compromiso del Gobierno con los problemas cotidianos de los catalanes, que exigen de una respuesta por parte de las administraciones, ya sean, por ejemplo, la sanidad, la educación o las inversiones en infraestructuras.
Sobre los presupuestos
Por otro lado, en la misma rueda de prensa, Sánchez no ha concretado qué fecha límite se pone para presentar el proyecto de ley presupuestario de 2019 y si esperará para ello a reformar la ley de estabilidad.
El jefe del Ejecutivo ha señalado que los objetivos de déficit que se ha marcado el Gobierno y que han sido acordados con Bruselas son coherentes con la senda de crecimiento económico de España, con su realidad social y con las cifras de déficit y deuda heredadas del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
¿Y Venezuela?
Otro de los temas que se han tocado ha sido el de Venezuela. Sobre este asunto, el actual jefe del Gobierno ha asegurado no tener las ambiciones de su antecesor socialista en el cargo, José Luis Rodríguez Zapatero. Aboga por acompañar, junto a la comunidad internacional, un diálogo interno entre venezolanos para que el país resuelva su crisis, pero sin injerencia directa en su política.
"Venezuela tiene que abrir un diálogo consigo mismo, entre venezolanos, para encontrar una solución a esta crisis política, y la comunidad internacional debe acompañar ese dialogo y, dentro de esa comunidad internacional, España estará de forma activa", ha declarado Sánchez.
Sánchez apunta que España tiene fuertes raíces con Latinoamérica pero que "no aspira a ser un país con una vocación de injerencia en la política latinoamericana", sino "sólo de apoyo".
"Lo importante es no olvidarse de los venezolanos", en su opinión, tanto de aquellos que están emigrando como consecuencia de la "crisis económica, política y social", como de aquellos que se quedan en su país.