Interior insiste en una alternativa a las concertinas en Ceuta y Melilla pero dice ahora que no significa que desaparezcan
Grande-Marlaska dijo literalmente que haría "todo lo posible" para que fueran "retiradas".
La secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, ha recalcado que su Ministerio trabaja en una alternativa a las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla, pero ha precisado que eso no significa que vayan a desaparecer, sino que están replanteado una valla menos lesiva. Además, ha reprochado al PP la "estrategia de provocación y utilización partidista de un tema como la inmigración", a quien ha recordado que "los mayores saltos a las vallas" se dieron en épocas del gobierno reciente del PP", informa Europa Press.
Así, ha resaltado que en las vallas de Ceuta y Melilla se está trabajando en "una alternativa a las concertinas, que no quiere decir la sustitución o desaparición, sino una alternativa en la configuración de una valla que puede ser mucho menos lesiva y mucho más efectiva en evitar los saltos". "La valla pretende frenar los saltos, lo que se puede lograr sin que haya ese nivel de heridos cuando pasan por ese material", ha agregado.
Estas palabras matizan las manifestaciones hechas por el propio ministro del ramo, Fernando Grande-Marlaska, quien desde su llegada al cargo prometió la "retirada" de estas cuchillas. Lo hizo en repetidas entrevistas en la prensa y, ya en julio, en una intervención en el pleno del Congreso. "Haré todo lo posible para que las concertinas sean retiradas", señaló, por ejemplo, en Onda Cero.
De hecho, este anuncio, que fue bien acogido por las ONG que trabajan por el respeto a los derechos humanos de los inmigrantes, no gustó en Marruecos, por dos razones: porque la idea se lanzó sin una consulta profunda con ellos y porque, sostienen al otro lado, la medida es efectiva y por eso no hay necesidad de cambiar nada. Interior ha prometido a Rabat que está elaborando un informe para buscar soluciones y se incluirán los puntos de vista marroquíes, informan fuentes del departamento.
Verano complejo
Respecto al salto de ayer, Ana Botella ha admitido que está siendo "un verano muy complejo" por el número de llegadas "intensivas que se están produciendo a las costas del Estrecho" y ha destacado que el Gobierno está trabajando todo el verano con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con la UE para "activar todos los mecanismos de apoyo financiero, procedimentales y de recursos".
Así, ha puesto en valor el trabajo realizado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y ha recordado la reunión bilateral que se celebrará en septiembre para tratar este tema.
La secretaria de Estado ha agradecido el trabajo a los cuerpos de seguridad que trabajan en la zona del Estrecho, que están dando "un trato exquisito a todas las personas que llegan", al tiempo que ha abogado por abordar el problema en origen, por impulsar la colaboración con Marruecos e impulsar la protección al máximo de las fuerzas de seguridad.
No hay efecto llamada
Botella también se ha pronunciado, en declaraciones a los medios, al ser preguntada por las palabras del presidente del PP, Pablo Casado, que ha aludido al "efecto llamada" de la política de inmigración del Gobierno de Pedro Sánchez tras el salto de la valla en Ceuta por al menos un centenar de migrantes subsaharianos, dejando a siete guardias civiles heridos leves por quemaduras con cal viva que los asaltantes han utilizado para acceder a la ciudad autónoma.
Botella ha explicado que estos saltos responden a la "casuística" de un momento determinado y el PP "haría muy bien en repasar qué ha hecho como partido y gobierno en los últimos años para mejorar la situación en el ámbito de la inmigración".
"Llamarlo efecto llamada me parece absolutamente fuera de lugar", ha indicado la secretaria de Estado, que ha recordado que analistas y estudiosos de los fenómenos migratorios llevaban años advirtiendo del aumento del flujo de migración por el Estrecho. "Esas declaraciones descalifican mucho a quienes las hacen sin tener en consideración todos esos aspectos".