"Participar en Pesadilla en la Cocina se convirtió en la pesadilla de mi vida". Con estas palabras, Roberto de la Rosa explica en declaraciones al diario El Mundo lo que supuso para él su paso por el programa que presenta y dirige el cocinero Alberto Chicote.
Según De la Rosa, este episodio fue un montaje. Así lo explica a El Mundo:
"Recuerdo el tema del ratón. Me negué en redondo a lo de la comida podrida, pero su departamento de arte tuvo esta ocurrencia. Así que al final me dijeron: 'Sólo tienes dos opciones, o la comida podrida o el ratón para que lo encuentre Alberto'. Y elegí el ratón. Dije no a todas las barbaridades que me proponían con la comida, y me decían: 'Pero es que tiene que haber algo'. Me llegaron con esa propuesta y pensé: 'Bueno, de todos los males este puede ser el menor'. Creí que la gente no iba a pensar que un ratón sería capaz de quitar ocho tornillos, meterse en una máquina con agua y circuitos eléctricos y morirse allí. Me arrepiento no se imaginan cuánto. He pasado de Guatemala a Guatepinchepeor (...) He sido el tonto útil de Chicote".
Una imagen que, unida a otros aspectos que salieron en el programa, destrozaron su reputación. "A nivel personal me hice una fama que nunca hubiese querido. Mi futuro en la hostelería está más que escrito, llevaré siempre el estigma de haber salido en este programa. Cuando se emitió el programa, a los tres o cuatro meses tuve que irme ante las deudas que tenía", explica.
Desde la productora, afirma El Mundo, niegan que fuera un montaje. "Está desmentido hace años, no es cierto que se colocara allí para darle más morbo al programa", afirman.
Sin embargo, este exconcursante ha decidido poner un "punto informativo" en plena calle Preciados de Madrid, junto al restaurante que tiene Chicote en la Puerta del Sol, para contar su historia a quien quiera escucharle.
Las frutas son manzanas golden, kiwi, fresas y ciruelas en forma de mermelada. Puedes leer aquí la receta.