"La Manada no son monstruos, son hijos sanos del patriarcado"
La periodista Isabel Valdés publica 'Violadas o muertas', "un alegato contra todas las manadas (y sus cómplices)".
Violadas o muertas.Así de crudo es el título del libro de la periodista Isabel Valdés, con el que trata de concienciar sobre la cultura de la violación. Se trata de un alegato "contra todas las manadas" escrito en un momento en el que cada día salen a la luz nuevas informaciones que dejan en evidencia que queda mucho por avanzar en términos de Igualdad. La reportera ha tratado de describir el largo camino que se ha recorrido desde que, en julio de 2016, cinco hombres metieron a una chica de 18 años en un portal de Pamplona y la penetraron oral, vaginal y analmente sin condón y sin su consentimiento. Fueron condenados a 9 años de prisión por "abuso sexual", pero no por "agresión sexual" al no considerar el tribunal que hubiese intimidación o violencia de por medio.
Valdés es una de las miles de mujeres que han vivido con horror la puesta en libertad provisional bajo fianza de los miembros de 'La Manada'. "Me parece una decisión errónea. Sobre todo porque, de los tres supuestos que los jueces tienen en cuenta, la reincidencia está cogida por los pelos". Opina que "estos cinco tíos no se arrepienten" y una muestra de ello es que "han tenido la valentía de humillarla desde la cárcel y, aún así, la Justicia cree que no reincidirán. Alguien que no sabe que está mal lo que hace, reincide".
Ella está convencida de que "para ellos no era una violación". Y por eso los considera aún más peligrosos: "Esto es el fruto de la cultura de la violación. ¿Cómo no va a ser peligroso alguien que está tan empapado de estas cosas como para violar a una chica de 18 años y pensar que ha sido consentido?".
El problema de "animalizarlos"
Enfermos, monstruos, animales... Han sido muchos los que se han dirigido en estos términos para referirse a 'La Manada'. "No hay que llamarles así", explica Valdés, "porque les retiramos su identidad humana". De esta manera, la periodista explica que los exculpamos "y nos exculpamos a nosotros mismos". Ella cree —como todas las feministas— que son "hijos sanos del patriarcado": "Animalizarlos lo que hace es ponerlos en un estatus en el que se les excusa de su comportamiento". De esta manera, explica que todos somos "hijos sanos del patriarcado, también nosotras". Se refiere a que todos hemos nacido y crecido en una cultura patriarcal y machista y hemos mamado de ella.
Violadas o muertas. Valdés ha titulado así su libro porque "la justicia y la sociedad te llevan a esta dicotomía": "Te arriesgas a defenderte y ser asesinada por ello. Las autoridades internacionales aconsejas que no te resistas y seas sumisa, porque si no la cosa se puede poner peor y puedes ser asesinada. Pero si no te resistes te arriesgas a no ser creída".
A pesar de eso, valora la inmensa respuesta social que ha tenido el caso de 'La Manada': "Emocionante, impresionante, rápida... Creo que es una reacción alimentada por muchos años y pequeñas mierdas que tenemos cada día. Por eso la respuesta feminista va a ser constante y no poca. Es una revolución muy convencida porque nos trae mucha cuenta: nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestra libertad...".
Uno de los agentes importantes para este cambio son los medios de comunicación, en torno a los cuales han surgido muchas dudas con el caso de 'La Manada'. ¿Debemos conocer las dos partes de la historia? ¿Dar voz a unos chicos que han violado a una joven y se han jactado después de ello? "No tienen nada que aportar a nivel informativo", opina Valdés, "tampoco a nivel ético o psicológico". Cree que si los medios les dan voz, "le van a dar voz a la justificación de una violación".
En cuanto al Ejecutivo, la portavoz del Gobierno Isabel Celaá criticó la puesta en libertad de los miembros de 'La Manada', señalando que la libertad provisional "siempre es peligrosa" al ser "proclive a la fuga".
Valdés opina que es positivo que el Gobierno se posicione: "No es una revolución de un colectivo minoritario. Estamos hablando de los derechos y la integridad de la población". Para ella, no sólo debían levantarse las mujeres, "políticamente necesitamos un respaldo para hacer políticas de igualdad. Una manifestación empuja, mueve, acelera... Pero necesitas una base que se construya desde las instituciones".