La reflexión de Évole que explica que se haya liado la de dios con el nombramiento de Màxim Huerta
"Los de la tele somos a la cultura lo que Las Ketchup a la historia de la música".
El periodista Jordi Évole ha asociado —en su comentario Un cambio de tele, en El Periódico— las críticas recibidas desde su nombramiento por el ministro de Cultura, Màxim Huerta, con lo infravalorado que está el mundo de la televisión, ya que a su juicio "los de la tele somos a la cultura lo que Las Ketchup a la historia de la música".
"Da igual que lo que se ve en la tele sea al día siguiente el tema más comentado en la oficina. Da igual que la tele aglutine delante suyo y de forma simultánea a un número de espectadores que casi nadie congrega. Da igual que haya profesionales que se lo curren para hacer su trabajo lo mejor que saben. Da igual. La tele, caca", ha argumentado Évole, quien cree que en ese contexto, "si de ahí sale un ministro, pues a por él".
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A esta circunstancia, Évole le suma un agravante al caso particular de Huerta: "Y si encima se le ha ocurrido durante unos años de su carrera hacer entretenimiento en un 'programa de esos de la mañana solo para marujas' pues ya ni te cuento".
En este punto, Évole recuerda al exministro de Cultura Íñigo Méndez de Vigo, que se sabía El novio de la muerte y que lo cantaba al ver desfilar al Cristo de los Legionarios: "Solo le pido a Dios que el Gobierno de Sánchez llegue hasta la próxima Semana Santa y que toda España vea que su ministro de Cultura no se sabe ningún himno militar", ha sentenciado.
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