Ley mordaza, independentismo, medios públicos: las cuentas pendientes de la libertad de prensa en España
Las muertes de informadores se incrementan en el mundo: van 32 este año, a dos por semana.
Los intentos de control y coacción del poder, la precariedad laboral y las noticias falsas son grandes enemigos de la libertad de prensa, que ha retrocedido en España por la crisis catalana y la denominada Ley Mordaza, según denuncian organizaciones y sindicatos periodísticos.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, este 3 de mayo, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Federación de Sindicatos de Periodistas (FESP) han reivindicado el ejercicio de un periodismo libre, veraz e independiente.
La FAPE alerta del retroceso de la libertad de prensa en España, con especial incidencia en Cataluña debido al "conflicto independentista", e insta a los responsables del "acoso" a periodistas y medios "que cesen su irresponsable campaña de intimidación".
Asimismo, reclama a los grupos parlamentarios que deroguen o reformen los artículos de la "ley mordaza" que limitan el ejercicio libre del periodismo, además de exigir a los responsables de los medios que tomen medidas contra la desigualdad salarial entre hombres y mujeres y contra los obstáculos que impiden la promoción profesional de las periodistas.
No se olvida la FAPE de los medios públicos y requiere por ello a los gobiernos "que dejen trabajar libremente" a sus periodistas, y a los grupos parlamentarios les exige que tramiten "urgentemente" la reforma de la ley de RTVE que se aprobó hace siete meses.
Por su parte, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha hecho un "contundente llamamiento" a los políticos y otros poderes a que respeten la libertad de información, a que acepten el resultado de las investigaciones periodísticas y a que no coaccionen a los informadores
En su manifiesto "Por un periodismo libre, veraz e independiente", la APM denuncia que la información está "amenazada por muy diversos factores" en España, entre ellos la precariedad laboral, que ha hecho que el ejercicio de la información sea "progresivamente dificultoso" y ha contribuido a que las presiones desde el poder crezcan y tengan "más oportunidades de éxito".
También amenazan a la libertad de información "noticias falsas, bulos y manipulaciones que de forma masiva, constante e implacable inundan las redes sociales y las vías de comunicación" con las que los ciudadanos conforman su criterio. La APM ha requerido a los políticos que legislen sin intentar restringir la libertad de prensa y que revisen los denominados "delitos de opinión".
Desde la Federación de Sindicatos de Periodistas (FESP) han denunciado "alarmantes retrocesos" en las libertades democráticas básicas de expresión e información. Los informadores, ha asegurado la FESP, están padeciendo "una grave precariedad democrática" como consecuencia de la denominada "Ley mordaza" y las reformas del Código Penal, por lo que ha pedido que los grupos políticos agilicen la derogación de la citada ley. Asimismo ha lamentado la degradación de las condiciones laborales y profesionales de los informadores, que repercute "inevitablemente de manera negativa" en su trabajo.
Y bajo el lema "la verdad necesita periodismo", Reporteros sin Fronteras (RSF) organiza hoy una jornada en la que se denunciará la dificultad de ejercer la profesión en Latinoamérica, en especial en México, Venezuela y Colombia. También se analizará la situación en Europa -donde dos periodistas han sido asesinados en los últimos meses- y en España, en un año marcado por la crisis catalana.
En los últimos meses, esta ONG ha relatado en su informe anual, en estudios específicos y en denuncias públicas el acoso al que determinados profesionales han sido sometidos en Cataluña, la ayuda del Gobierno español a Turquía a la hora de perseguir a profesionales o la situación de RTVE, denunciando por "desastroso" el bloqueo del PP a la reforma del ente pública y pidiendo una rectificación urgente.
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La pelea, también en casa
"La batalla por la libertad de prensa está lejos de terminar y no solo se libra en países como China, Venezuela o Etiopía, sino también en lugares en los que pensábamos que la habíamos ganado ya: Europa", ha afirmado la directora ejecutiva del Instituto Internacional de Prensa (IPI), Barbara Trionfi, a la Agencia EFE. "Lo impensable ha ocurrido", dice, en referencia al asesinato de dos periodistas en Europa durante 2017, concretamente en Malta y Eslovaquia. La muerte de informadores no es ya sólo cosa de lejanos regímenes dictatoriales.
"Este hecho espantoso ensombrece la conmemoración de este año y se convierte en un recordatorio estremecedor de que la batalla por la libertad de prensa está lejos de terminar", argumenta Brionfi, al indicar que "los asesinatos de Daphne Caruana Galizia en Malta y de Ján Kuciak en Eslovaquia demuestran que el periodismo que busca exponer delitos sigue siendo peligroso". Advierte de que "en sus investigaciones sobre corrupción sistemática, tanto Daphne como Ján se hicieron enemigos poderosos", en medio de una guerra contra la corrupción.
Hoy también "es un día para reflexionar sobre los muchos obstáculos para ejercer este derecho de forma plena. Espionaje. Prisión. Censura. Medidas antiterroristas desproporcionadas y leyes sobre difamación y secretos. Acoso, tanto en el entorno digital como en la calle. Agresiones físicas. Campañas de difamación. Crisis de confianza. Un creciente autoritarismo. Las llamadas democracias 'no-liberales'. Y, por supuesto, asesinatos a sangre fría", concluye la directora de IPI.
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Dos muertos por semana
Según indica Europa Press, al menos 32 periodistas han muerto asesinados en lo que va de año en todo el mundo, una media de dos a la semana, un balance elaborado por la Federación Internacional de los Periodistas (FIP) para recordar que la amenaza sobre los informadores y los medios de comunicación persiste, en un ambiente marcado en muchos casos por la impunidad.
Solo en lo que va de año han perdido la vida 32 periodistas, entre ellos diez fallecidos el 30 de abril en la capital afgana, Kabul -nueve en un atentado y un décimo en un tiroteo-. La jornada está considerada la más mortífera para los periodistas desde que Estados Unidos invadió Afganistán en el año 2001.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, ha utilizado este incidente para recordar que los crímenes "no pueden quedar impunes". "Es momento de que se reconozca que los periodistas están expuestos a peligros específicos debido a su profesión y que se les proporcione la protección necesaria", ha dicho, en un llamamiento a los Estados miembro de la ONU para que adopten un "compromiso concreto".