Ana Julia Quezada se inventó una recompensa de 10.000 euros por información sobre Gabriel
En una entrevista a Radio Galega, contó llorando su versión de la última vez que le vio.
Siguen surgiendo datos sobre Ana Julia Quezada, la mujer detenida como principal sospechosa del asesinato de Gabriel Cruz, el niño de ocho años muerto en Níjar (Almería).
El programa Expediente Marlasca ha sacado a la luz la entrevista que dio la arrestada, novia del padre del menor, a Radio Galega, tras encontrar la camiseta de Gabriel que puso a la Policía tras su pista.
En ella, Quezada da su versión de la última vez que vio al pequeño, se inventó una recompensa de 10.000 euros por información relevante sobre su paradero, aseguró que habían recibido llamadas de gente que trataba de aprovecharse de la situación y pidió que devolvieran a su "niño".
"Estaba comiendo aquí con su abuela y conmigo", comienza el relato de la última vez que Gabriel fue visto con vida. "Como siempre, después se va con sus amiguitos. Me dice: 'Ana, me voy'. Yo me marché, que tenía que hacer unas cosas, y se quedó la abuela en la casa", añade.
"Esa es la última vez que hemos visto a Gabriel, cariño", recuerda Quezada, que evita responder directamente a la pregunta de si cree que alguien se lo ha llevado. "Era un niño muy responsable. ES un niño muy responsable", se corrige.
"Hay una recompensa de 10.000 euros por pistas fiables sobre Gabriel", aseguró Quezada, algo que es totalmente falso según el programa y medios como La Vanguardia, que apuntan que la mujer trató de convencer a la familia de que ofrecieran el dinero.
Aunque en un principio comentaba que no habían recibido aún llamadas, rápidamente coge el argumento de quien la pregunta y cambia su declaración: habían recibido "muchísimas llamadas de gente que se aprovecha del dolor de los demás, gente que te dice, 'lo tengo aquí, dame dinero'".
En un momento, a Quezada incluso se le quiebra la voz: "Queremos recuperar a nuestro niño, que vuelva a casa. Que es un niño muy bueno, muy obediente, muy guapo. Sólo queremos recuperar a Gabrielillo, por favor, si alguien le ve, que nos diga algo. Estamos desesperados".
"No sabemos quién lo tiene, qué le estarán haciendo, si estará comiendo, si estará bebiendo, cómo estará mi niño. Es como si fuera mi hijo, igual. Es muy cariñoso, es un niño estupendo. No se merece lo que le está pasando", concluía.