Raquel Martí, directora de UNRWA España: "El impacto del recorte para los refugiados palestinos va a ser tremendo"
5,3 millones de personas dependen de fondos internacionales como los que el Gobierno de Trump ha decidido congelar.
El Gobierno de Donald Trump ha dado una vuelta de tuerca a precaria situación de los refugiados palestinos en Oriente Medio con su decisión de congelar más de la mitad de su contribución a la UNRWA, agencia de la ONU encargada de atender a esta población que vive desplazada en campos en Gaza, Cisjordania, Líbano o Siria. Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA España, ha explicado a El HuffPost cómo ha sido recibida la decisión del Gobierno estadounidense y qué impacto puede tener en la vida de los 5,3 millones de refugiados palestinos y en la estabilidad de la región.
P. ¿Cómo ha sentado la noticia de la congelación de los fondos estadounidenses, lo veían venir?
R. Nos lo veíamos venir desde que se filtró a la prensa y desde que Trump publicó el famoso tuit diciendo que iba a recortar la financiación a Palestina en general. Después se confirmó que incluiría a UNRWA. Todos esperábamos que se produjera un recorte, aunque no sabíamos de cuánto iba a ser.
P. ¿A cuántos refugiados atiende UNRWA y cómo va a afectarles esta decisión?
R. Atendemos a 5,3 millones de personas. Tenemos 700 escuelas con más de medio millón de niños y 145 clínicas de salud en las que atendemos a la población. El presupuesto de UNRWA es de entre 1.200 y 1.300 millones de dólares anuales. De este total, el año pasado EE UU financió generosamente 368 millones, con lo que su aportación supone cerca del 30% de nuestro presupuesto. El impacto que va a tener si no conseguimos por otros medios esa financiación, va a ser tremendo.
P. ¿Pueden llegar a suspender proyectos?
R. Por el momento la UNRWA tiene el firme compromiso de mantener los servicios básicos que da a los refugiados. Vamos a lanzar una campaña internacional haciendo un llamamiento a nuestros donantes para tratar de cubrir este déficit en el que nos encontramos ahora por la falta de financiación de Estados Unidos.
P. EE UU señala que es el país que más ha aportado a la UNRWA y que otros deberían incrementar su aportación.
R. En general EE UU ha sido siempre el Estado que más ha donado a todas las agencias de Naciones Unidas, pero esta reciente decisión afecta únicamente a UNRWA. Creo que el motivo no se puede basar en que ellos aportan más, porque han estado aportando esas cantidades desde hace muchísimos años a esta y otras agencias, sin que esto supusiese un problema.
P. ¿Es este recorte un castigo por el rechazo que ha suscitado el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí por parte de Trump?
R. La congelación de fondos se ha producido en el momento en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas ha condenado el reconocimiento unilateral por parte de EE UU de Jerusalén como capital de Israel. Es posible que la decisión de reducir la financiación a UNRWA haya sido incluida en el análisis de esta nueva situación.
P.¿Cuál es el estado de ánimo de los refugiados y del personal sobre el terreno?
R. El personal de UNRWA está formado en el 99% por refugiados de Palestina. Evidentemente, la preocupación es máxima. Hay familias que dependen completamente de la ayuda alimentaria que les proporcionamos. En Gaza, por ejemplo, damos de comer a un millón de personas. De no recibir la totalidad de la financiación de EE UU, no solo la salud o la educación se van a ver comprometidas, también esta ayuda alimentaria.
P. Si esta situación se prolonga y se deterioran las condiciones de la población refugiada, ¿se podría traducir en una radicalización del conflicto?
Nosotros tenemos 22.000 personas contratadas en el sistema educativo de UNRWA al que acuden 525.000 niños. Si estos menores se quedan sin educación, nadie se puede hacer cargo de ellos. ¿Qué futuro les espera en un contexto como el de Oriente Medio? Hablamos de una población joven de la que más del 66% está en paro. La UNRWA es un elemento estabilizador en la región. Les brindamos una posibilidad de futuro, una salida. Si se le quitan esas posibilidades de futuro, lo que te puedes encontrar es que abracen otras opciones que no son las que nos gustaría ver. Opciones relacionadas con la radicalización.
P. Estados Unidos ha dicho que congela la ayuda a la UNRWA a la espera de una valoración futura y a una serie de reformas. ¿Son optimistas? ¿Creen que esos fondos pueden descongelarse?
Como no sabemos cuáles son las reformas que quieren que abordemos, no puedo contestar. Hay otra lectura que puede hacerse, relacionada con las declaraciones que ha hecho Netanyahu sobre lo que considera que debe ser el trabajo de la Agencia. Hay que decir que la UNRWA cumple el mandato de la comunidad internacional. Ni la administración estadounidense ni la de Israel pueden cambiar este mandato, que ha sido aprobado por 167 países. En ese sentido, vamos a seguir cumpliéndolo porque es nuestra obligación.
P. ¿Cómo valora estas declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su petición de desmantelar la UNRWA?
R. Netanyahu ha criticado a la Agencia porque considera que lo que hacemos es perpetuar el estatus de refugiado de Palestina. Pero es la Asamblea General de la ONU, y no UNRWA, la que decide quién es refugiado: aquellos que sufrieron el desplazamiento en 1948 y a sus descendientes hasta que se encuentre una solución justa para ellos. Es responsabilidad de los actores involucrados en el conflicto buscar esa solución. Nosotros estaríamos encantados de que UNRWA desapareciera; pero porque sus servicios dejasen de hacer falta, no porque se le quita la financiación.