La foto viral que resume la persecución de Israel contra los menores palestinos
La detención de un chico de 16 años por parte de 23 soldados evidencia el drama de la ocupación, sufrida hasta por los más pequeños.
Toma la foto de arriba y ponte a contar. Uno, dos, tres... Así hasta 23 soldados de Israel están participando activamente en la detención de un sólo hombre, o uno aún a medio hacer, un adolescente de 16 años llamado Fawzi Muhammad Al-Junaidi, palestino de la ciudad ocupada de Hebrón, en Cisjordania. Unos lo agarran, otros lo escoltan, otros abren paso, mientras el chico se muestra desorientado y asustado, lo normal cuando te arrestan en masa, te tapan los ojos y te inmovilizan las manos.
Esta foto, tomada por el fotoperiodista local Abed Al Hashlamoun y distribuida por agencias internacionales como EFE, se ha convertido en un fenómeno viral en las redes sociales que sintetiza como pocas imágenes la pelea callejera de los palestinos contra la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel y, más aún, en un símbolo de los arrestos sistemáticos que Israel aplica a los menores de edad en la Palestina ocupada. Niños a los que se aplica la "excepcionalidad terrorista", a los que se limitan sus derechos, como denuncia constantemente Unicef.
Fawzi fue arrestado el pasado viernes, en el día de la ira convocado en protesta por el peligroso paso dado por Washington. El menor participó en las protestas y choques con las fuerzas de seguridad israelíes en su ciudad, al sur de Cisjordania, y los uniformados lo acusaron de haber lanzado piedras a sus unidades, cosa que el menor niega. "Era un adolescente que tenía miedo que huía cuando se comenzó a arrojar gases lacrimógenos", alega su defensa. "Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", añade su tío. Según han informado los allegados del menor a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, el chico sostiene que fue fuertemente golpeado con un rifle durante su detención, lo que le dejó hematomas en el cuello, el pecho y la espalda.
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Su abogada ha añadido al periódico británico The Independentde que el adolescente se encuentra en el centro de detención del asentamiento de Kiryat Araba en situación de "detención administrativa", es decir, sin acusación formal alguna. Los arrestos que reciben esta etiqueta son de duración indefinida y en ellos la acusación se hace con pruebas secretas y sin cargos claros, alegando motivos de seguridad. Inicialmente, se aplican condenas de hasta seis meses, pero se pueden renovar de forma indefinida, con lo que nunca se sabe cuándo acabará. No se suele informar al preso de las causas de su retención y los accesos con su abogado son contados, por los mismos motivos de seguridad. No obstante, a este adolescente le han confirmado que será el lunes cuando comparezca ante el tribunal militar que va a juzgarlo. Israel, un país moderno y avanzado, no aplica a estos niños ley del menor alguna, cosa que sí hace con sus nacionales.
NO ES UN CASO ÚNICO
El caso de Al-Junaidi no es, en absoluto, aislado. Según la ONG Defence for Children International, se calcula que hoy hay 320 niños en prisiones de Israel, aunque al año la cifra de arrestos supera los 3.000. Los abusos "sistemáticos" y las "torturas" se perpetúan, denuncian Save The Children o la Asociación de Derechos Civiles de Israel, entre otros.
El pasado 15 de noviembre, la ONG israelí B'Tselem denunció también que la detención de niños por parte de los soldados israelíes en Hebrón era una "rutina". La organización acompañó esta acusación de un vídeo grabado el 13 de octubre, cuando un grupo de jóvenes arrojó piedras a los militares en el centro de la ciudad, corazón comercial de Cisjordania.
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Los soldados, en este caso, respondieron disparando balas de metal recubiertas de goma y lanzando granadas aturdidoras. Después, en la redada que se hizo de seguido, detuvieron a 18 jóvenes, la mayoría de ellos menores. Entre ellos, como se observa en la grabación, había varios de muy corta edad. Todos ellos fueron liberados ese mismo día, indica la ONG, tras interrogatorios, insultos y algunos golpes. "La delación de otros vecinos es uno de los objetivos principales de esta intimidación", explican en su página web.
B'Tselem documenta de forma recurrente lo que ocurre en zona ocupada y el pasado marzo sacó a la luz otro vídeo en el que soldados israelíes arrestaban e intimidaban a un niño de ocho años. En las imágenes se puede ver al menor aterrorizado mientras los militares le presionan para que identifique a otros menores que han lanzado piedras contra ellos. Después, lo arrastran de casa en casa precisamente para que delate a sus compañeros.
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HEBRÓN, EL CONFLICTO EN MINIATURA
El caso de Fawzi, además, ha tenido lugar en Hebrón, una ciudad que es el mejor botón para entender el conflicto, porque lo alberga en miniatura. En virtud del Acuerdo de Hebrón del 17 de enero de 1997, la ciudad se encuentra dividida en dos zonas administrativas: el sector H1, bajo la gestión de la Autoridad Nacional Palestina y con alrededor de 160.000 residentes; y el sector H2, bajo control político y militar israelí, donde un contingente de 650 soldados de combate israelíes -hay 6.000 uniformados en los alrededores- protege a unos 850 colonos repartidos en varios asentamientos, que tienen todos los derechos (ocupación de casas, paso franco, conducción por las calles de la zona) de los que carecen los 35.000 palestinos que allí habitan y que se ven forzados a abandonar sus casas, inhabitables como son ahora.
Esta última zona incluye la Tumba de los Patriarcas, santa para judíos y musulmanes, y los asentamientos israelíes en el centro de la ciudad, así como la principal calle de Hebrón –la calle Shuhada o del apartheid– y sus mercados. Un polvorín.