La experiencia de subir a un avión no siempre es agradable: primero hay que superar colas y esperas, después hay que luchar para embutir el equipaje de mano en los compartimentos superiores, repetir la maniobra para encajar las rodillas con el asiento delantero... y eso por no hablar de que la idea de que en unos minutos el aparato va a estar suspendido en el aire puede llegar a angustiar un poco.
Hace unos días, el 21 de julio, un niño de dos años consiguió disipar tensiones y poner una sonrisa a todos sus compañeros de viaje nada más subir a bordo. Entró saludando a diestro y siniestro y se puso a chocar el puño con los pasajeros con los que se iba cruzando según avanzaba por el pasillo.
Según recoge NBC, fue la madre del niño, Alya Jakubowicz, quien grabó el momento cuando se subieron al avión que les iba a llevar de Kansas City a Chicago. Según escribió en su cuenta de Instagram, el pequeño, llamado Guy, "trataba de conquistar los corazones de los viajeros con la esperanza de convertirse en el próximo embajador de la aerolínea Southwest".