Óscar López: "No hay un pacto entre Patxi López y Susana Díaz"
Entrevista al jefe de campaña de campaña de López: "No estamos aquí para perder un congreso, estamos para ganarlo".
El 3 de marzo de 1996 José María Aznar vencía a Felipe González en las elecciones. Al día siguiente, Óscar López se acercaba a la agrupación socialista del barrio madrileño de Canillejas. Era el momento de dar un paso adelante, afiliarse al PSOE. Siempre le había apasionado la política, desde niño era el "raro" que hablaba de eso en el colegio.
Han pasado 21 años de aquel momento. López (Madrid, 1973) es uno de los protagonistas estos días de la batalla que vive el PSOE, en uno de los momentos más delicados de su historia. Es el jefe de campaña de Patxi López, el hombre que hay detrás de las estrategias. Un camino que recorre junto al exlehendakari y en el que están algunos de los que fueron los apoyos más sólidos de Pedro Sánchez durante su etapa en Ferraz.
Niega que hayan traicionado a Sánchez, pero cree que, después del episodio cainita del Comité Federal del pasado 1 de octubre, hacía falta una cara distinta para un tiempo nuevo. Su mensaje es que el principal adversario es la "división interna". Tras meses planificando la hoja de ruta, ahora López se lanza también a la carretera para buscar votos para su candidato.
Eso sí, repite que le gustan más las campañas electorales que las de carácter interno. Y en su memoria siempre tiene un momento político: la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. Aquella noche la vivió en Ferraz como miembro del equipo de campaña. Y quiere vivir más instantes como aquel.
¿Por qué tiene que ser López el secretario general del PSOE?
Porque cualquiera de los otros dos candidatos es seguir cavando una división. Cuando se tiene claro, se tiene claro.
Desde que anunció su candidatura, en varios sectores del PSOE siempre se ha puesto en duda que López llegue hasta el final. ¿Lo hará?
Absolutamente. Lamento la cantidad de intoxicaciones que se han vertido sobre nuestra candidatura y sobre alguien como Patxi, con la trayectoria que tiene. Se ha presentado para ir hasta el final y para ganar. Para esto estamos.
Desde el 'sanchismo' se ha dicho que López y algunos de su círculo han traicionado al ex secretario general. ¿Traicionó el exlehendakari a Sánchez?
Especialmente doloroso para mí y prefiero olvidarlo. Es muy injusto para quienes hemos dado todo lo que teníamos en apoyo de Pedro y, por supuesto, del PSOE.
Fue uno de los hombres fuertes de Sánchez en su etapa en Ferraz. ¿Por qué decide no apoyarle y embarcarse en la candidatura de López?
La pregunta que se me hace como militante no es si hay que restituir el honor de nadie o si hay que matar a nadie. Es quién es el mejor para liderar un nuevo tiempo del PSOE. La respuesta, para mí, es Patxi López. Exijo el mismo respeto para mi opinión como tengo yo para otras.
¿En qué momento se fraguó la candidatura de López? ¿Cuándo deciden apoyarlo? ¿Cuándo surge cronológicamente?
Toda vez que pasó lo de octubre. Ojalá no hubiera pasado porque fue lamentable. Se abrió un periodo de reflexión, el propio Pedro lo hizo. Él mismo tuvo dudas y mucha gente que estuvimos en esa reflexión pensamos que era mejor empezar un tiempo nuevo con una nueva persona y Pedro podía formar parte de eso, por supuesto. Pero era mejor que lo encabezara otro. Fuimos muchos los que compartimos esa decisión y la tomamos.
Se ha hablado mucho sobre qué se le recomendó a Sánchez en el momento que decide dejar su escaño. ¿Hablo con él? ¿Y qué le dijo?
Le tengo a Pedro cariño y respeto, no solo por haber sido secretario general, sino que le conozco desde hace veinte años. Por tanto, a Pedro siempre le he dicho la verdad. En aquel momento le dije lo que pensaba, y lo sigo pensando. Si hubiera seguido en el escaño, hoy no tendría ninguna posibilidad. No sé las que tiene hoy, pero las tiene porque abandonó el escaño. Ni podía votar no ni abstención ni no ir a votar. Mantengo lo que le dije, lo mejor para Pedro era lo que hizo.
¿Sigue creyendo que era mejor ir a terceras elecciones que la abstención?
Sí. El PSOE no tenía que haber dado nunca su apoyo a Rajoy para gobernar.
Muchos en el partido dicen que no era posible otro Gobierno con Podemos, ¿lo era?
No era posible por culpa de Podemos, pero también había que ver hasta dónde aguantaba esa presión Podemos o cuánto coste tenía para ellos esa decisión. Sostengo que Podemos fracasó en su gran intento del sorpasso e inició una caída. Sí creo que el problema era de Podemos y no del PSOE. E hicimos de ello nuestro problema.
El jueves comienza la guerra de avales, el primer paso para ser oficialmente candidato. ¿Cómo se afronta desde la candidatura de López? A priori, según las otras candidaturas, va a quedar el último en esta fase...
Como una no guerra. Desde luego, nosotros no vamos a presionar ni a perseguir a nadie para que dé su aval. Son un requisito para ser candidato. Se gana en votos, no en avales. Por cierto, hay muchos precedentes de candidatos que ganaron en avales y perdieron en votos. Vamos a cumplir con el requisito y a otra cosa, los votos son lo importante.
En 2014 la presentación de los avales fue muy parecida al resultado...
En algunas federaciones no coincidió el resultado de avales y votos.
¿Cree que es posible todavía la victoria de López?
Sin ninguna duda. Es más, créame que somos muchos los que estamos con Patxi y tenemos mucha experiencia en esto. No estamos aquí para perder un congreso, estamos para ganarlo. Sobre todo, porque creo que tenemos la razón de voto más limpia, más clara y más honesta. Estamos tratando de superar un problema que está matando al PSOE, que es la división interna. Por lo tanto, hay una mayoría de militantes que quieren superar esta situación. Vamos a ir hasta el final.
Desde el equipo de Sánchez, Adriana Lastra ha dicho que esto es cosas de dos y "Patxi lo sabe también".
Es una falta de respeto absoluta, no hacia Patxi ya, sino a miles de socialistas que están cansados de esta confrontación y de la división del PSOE. No veo yo que nadie, y mucho menos los que se erigen como la voz de la militancia, sean los que tengan ahora que decir cuántos candidatos hay. Respeten a la militancia y dejen que voten.
¿Cree que puede cundir el desánimo al conocerse los avales entre el 'patxismo'?
No. Además, hemos tomado la decisión de no hacer una guerra de eso. Aquí valen los votos.
¿Existen dos modelos de PSOE? ¿Uno más jerárquico representado por Susana Díaz y otro más abierto y de izquierdas como dicen los 'sanchistas'?
Cuando empezamos con el medidor de izquierdas, mal está la cosa. El PSOE es un partido hoy donde nadie pone en cuestión el proyecto socialdemócrata. No he visto a nadie cuestionar la ideología del PSOE, pero ha habido un problema de división interna brutal en estos cuatro años. Hay que dar respuesta a ese problema y la mejor solución es Patxi López.
Uno de los grandes apoyos siempre de López ha sido Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo vimos en primera fila apoyando a Díaz en su presentación. Choca no verlo con el exlehendakari. ¿Les duele no tener su apoyo?
No. Practico el respeto que exijo para nosotros. Respeto la opinión de todo el mundo y, aunque discrepe, son mis compañeros. Por cierto, se puede cambiar de opinión. Alfredo hace dos años o cuatro no pensaba lo mismo y ahora tiene otra opinión. La respeto profundamente y tengo un cariño y un respeto por Rubalcaba que no perderé nunca.
¿La imagen de Díaz con Rubalcaba, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco y José Bono le perjudica en la guerra del PSOE o, al revés, es una imagen muy potente?
No lo sé, pero sí me gustaría que algunas figuras se hubieran preservado un poco más. En el PSOE siempre hubo figuras de talla indiscutible que no tomaron parte y que fueron parte de la solución, como Ramón Rubial. Cuando alguien ha sido presidente del Gobierno o secretario general del PSOE, creo que podría ser un poco más neutral. A partir de ahí, defiendo la libertad que tienen como militantes para dar su opinión.
En el 'sanchismo' hay sospechas de que tienen un pacto con la candidatura de la presidenta de la Junta, ¿existe un pacto entre Díaz y López?
No es verdad, no hay sospechas, hay una estrategia para quitarle votos a López. Nadie sospecha eso porque saben, y los conozco a todos, que no hay un pacto. Lo que hay es una estrategia malintencionada para arañarle votos a López diciendo eso. Una maldad más.
También tienden la mano ante la posibilidad de que si ustedes quedan terceros en avales se vayan con el 'pedrismo'.
Es curioso defender una cosa y la contraria. Por una lado se alimenta que somos una candidatura de Díaz y, por otro, que por favor pactemos para no sé qué. Lamento que se haga una campaña de eso. Conozco a Patxi desde hace muchos años y no da el paso que ha dado si no cree que puede aportar al PSOE.
López no tuvo un buen resultado en Bizkaia el 26-J (13,92% de votos), su provincia. En cambio, ¿sí creen que puede conectar con el resto del electorado a nivel nacional?
Todos los socialistas hemos sufrido un desgaste brutal después de 2010. Eso vale para Andalucía, Euskadi y Madrid. En todas partes el peor resultado. Entre otras cosas, ha aparecido un partido que se llama Podemos, que ha partido por la mitad a la izquierda. Ese es el problema. Lo que hay de fondo es que en un momento donde la socialdemocracia se ha hundido en Europa, en España la derecha ha encontrado un filón: partir la izquierda por la mitad. Donde el PSOE tenía diez, ahora hay dos partidos con cinco. Ese es nuestro problema de verdad, es a lo que tenemos que dedicarnos y volver a ser un partido de mayoría social.
¿Y cómo se consigue eso?
En primer lugar, recuperando la confianza de mucha gente que votó al PSOE en 2004 y 2008 y que lo abandonó. La crisis fue muy importante, cometimos errores en la última gestión del Gobierno. Hubo cuatro primeros años muy buenos y luego hubo errores al final. Creció el 15-M, Podemos, el discurso PP-PSOE que hace daño a la izquierda. Hicimos autocrítica, corregimos cosas y cambiamos dos veces la dirección, pero no fue suficiente. Cada uno tendrá su respuesta, la mía es que el problema fue la división. Mi enemigo no es Pedro ni Susana, sino la división interna.
Viendo cómo está de polarizada esta batalla en el PSOE, ¿se puede conseguir esa unidad?
No solo se puede, se va a conseguir.El PSOE tiene 137 años de historia y ha pasado momentos muy buenos y muy malos, pero esta organización se ha vacunado contra este problema.
En el último Comité Federal escuchamos al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, vincular su futuro "y el de muchos" a la victoria de Díaz. ¿Hay riesgo de escisión en el PSOE si gana Sánchez?
Sinceramente, creo que no y no comparto las palabras de Emiliano. Cualquier dirigente del PSOE tiene que estar a disposición del secretario general, sea quien sea. No hay peor cosa que lo contrario.
¿Cómo recuerda aquellos días de octubre del Comité Federal?
Pfff, fueron traumáticos. Muy duros porque se venía de afrontar un mal resultado en diciembre. Luego los meses de enero, febrero y marzo fueron buenos cuando se intentó afrontar aquel Gobierno tripartito. La repetición electoral fue un infierno porque hubo una cruzada contra el PSOE y una coalición de intereses entre el PP y Podemos, que ejecutaron la estrategia de la pinza. Después de muchos meses de sufrimiento de los militantes socialistas manteniendo la palabra contra viento y marea diciendo que no apoyaríamos a la derecha que el PSOE tuviera una quiebra interna fue muy doloroso. Hubo comportamientos y formas que no puedo compartir y que rechazo.
¿Qué relación quieren tener López y su equipo con Podemos?
No creo que haya que articular, como he escuchado en alguna ocasión, un frente de izquierdas ni tampoco que haya que estar apoyando a la derecha. El PSOE tiene que ser el PSOE y esa pregunta si el PSOE lo hace bien, la tendrá cada día encima Podemos. ¿Alguien se le hubiera ocurrido que el PSOE hubiera permitido que Esperanza Aguirre fuera alcaldesa de Madrid? ¿Pedimos algo a cambio? Era de cajón. Esta lógica no opera en Podemos y, por tanto, Iglesias puso todas las exigencias del mundo para impedir que hubiera un Gobierno socialista. Eso ya lo está pagando. Por tanto, el tiempo corre a favor del PSOE si lo hace bien.
La opción de López tiene buenas perspectivas de voto en la federación catalana. ¿Qué plantea para solucionar el problema catalán? ¿Qué le parece la propuesta de Estado plurinacional de Sánchez?
No lo entiendo. Si se entiende por nación una comunidad cultural y con ciertos matices históricos, bien, pero si se entiende como un Estado, entonces hablamos de algo que no tiene nada que ver con lo que defendemos. López defiende desarrollar la declaración de Granada, hay que ponerla en marcha. El problema es el matiz.
¿Y cómo se concreta?
Haciendo posible una reforma constitucional. Es verdad que el PP ha cerrado la puerta hasta el momento, pero ya no tiene mayoría en el Congreso y ha tenido también dudas. Recuerdo que José Manuel García-Margallo defendía esa reforma y Rajoy ha tenido momentos de debilidad. Es inevitable ir a una reforma federal.
¿Cuánto llevan recaudado para la campaña?
10.000 euros antes de pasar al sistema de Ferraz y 12.000 euros desde que ha empezado el sistema de Ferraz. Somos la candidatura más austera y la que menos ha gastado.
¿Qué sensaciones les llegan en esa campaña?
Nuestra estrategia es que donde Pedro y Susana hacen un acto por comunidad, en el que juntan a 1.500 personas o 2.000, nosotros hacemos cuatro en agrupaciones locales. Vemos al final al mismo número de gente pero se toca al candidato. Patxi invierte tres o cuatro horas en una agrupación local. Lleva escuchadas y respondidas mil preguntas directas de militantes in situ. Pedro y Susana no están respondiendo.
¿Y qué dicen los militantes?
Los actos de Patxi tienen un desarrollo parecido. Al principio hay mucha tensión y mucho desahogo por la situación de quiebra y desembocan en una tranquilidad muy razonada de que hay una solución. No podemos seguir mirando al pasado buscando culpables y hay que mirar al futuro. Los actos acaban mejor de lo que empiezan.
Llevábamos meses, o años, esperando que Díaz anunciara ese paso. Ustedes sufrieron en Ferraz esta casi llegada constante. ¿Qué le parece lo que dice Díaz? ¿Su modelo? ¿Era lo que esperaba?
Lo esperaba sin ninguna duda. Susana hace mucho tiempo que tenía decidido liderar el PSOE y si algo ha tenido siempre, es un problema de calendario. Tengo todo el respeto del mundo por Susana, Pedro y el resto de compañeros.
Por cierto, ¿qué le parece que Eduardo Madina haya pasado de ser enemigo del 'susanismo' y del 'sanchismo' a ser el telonero principal en la presentación de la presidenta de la Junta?
Pues cosas que tienen que ver con la evolución e insisto, como he dicho antes, he escuchado todo tipo de descalificaciones. No puede ser que cuando un compañero expresa su voluntad de apoyar a alguien sea a continuación machacado en las redes sociales.
Usted era el portavoz del PSOE de Pedro Sánchez en el Senado y decidió apartarse pactándolo con la Gestora. ¿Por qué? ¿Qué opina del caso contrario, el de Antonio Hernando?
Sobre el caso de Hernando no voy a opinar porque evidentemente cada uno tomó una decisión y me une una larguísima relación política y personal. Tengo que decir, en honor de la Gestora, que me ofreció continuar al frente, le di vueltas y tomé una decisión que era la más coherente. No me veía con fuerza de defender lo contrario en quince días. No me arrepiento y estoy muy orgulloso.
¿Cree que llevaron muy al extremo ese "no es no"?
No, creo que se fue muy injusto con el PSOE. Me refiero fuera del PSOE, nadie al PP le exigiría que hubiera apoyado al PSOE. Hubo una campaña brutal de acoso y derribo contra el PSOE. Hizo lo que tenía que hacer y hubiera sido mejor aguantar el envite, pero finalmente nos quebraron.
¿Qué le parece la gestión de la abstención y los primeros meses de oposición por parte de la Gestora?
Creo que la Gestora tenía que haber estado menos tiempo. Es el principal error que le atribuyo. No era necesario tener al PSOE abierto ocho o nueve meses. Mi opinión es que en este paréntesis que supone la Gestora los ciudadanos desconectan y dicen 'cuando lo resolváis, me llamáis y ya veré si me gusta'.
Ahora están en la lucha por la Secretaría General, ¿pero debe ser el candidato también a La Moncloa?
Tendrá que responder Patxi en primer lugar. No he hablado con él de este tema, pero tengo la intuición de que hará lo mejor para el PSOE.
Hablando de intuiciones, ¿será el secretario de Organización si gana López?
No, ni mucho menos. Ya lo fui y he vivido los sinsabores de un cargo así, del que no me arrepiento. Fue un honor, aunque me tocaron momentos muy duros. Con Rubalcaba aprendí mucho y compartí momentos excepcionales.
Uno de los problemas que se plantea en el PSOE es la pérdida de conexión con las clases medias y urbanas. ¿Cómo se pueden recuperar?
Este es el principal problema. Creo que en el voto urbano se ha difuminado en los últimos tiempos el eje izquierda-derecha y se ha creado el eje nuevo-viejo. Hay muchos votantes de Podemos y Cs que vienen a decir que la clave es entre partidos viejos y nuevos, se ha creado una dinámica demoledora para el PSOE y ficticia. Sí creo que una de las cuestiones están en subrayar las diferencias entre la izquierda y la derecha, no acercarse a la derecha. Gran parte de los problemas que ha sufrido la socialdemocracia en Europa es que ha habido en los últimos diez años una hegemonía de un discurso de centro derecha, basado en la austeridad, y no ha habido una voz que se haya diferenciado. Quizás ahí fue letal la gran coalición de Alemania.
El establishment apoyó la permanencia del Reino Unido en la UE y salió luego el Brexit. Los grandes poderes apoyaron a Hillary Clinton y venció Trump. ¿Puede pasar en el PSOE que Sánchez, que se presenta como antiestablishment, conecte finalmente mejor que los otros con los militantes?
No, yo esto del establishment lo relativizo mucho. En las manos negras y en las teorías de las conspiraciones creo poco. Sánchez hace dos años era un desconocido y hoy es el ex secretario general del PSOE. No es alguien que haya surgido de la nada. Creo que Trump y el Brexit tienen un mínimo común denominador, el populismo. No creo que eso esté instalado en el PSOE. Es un cuerpo electoral muy concreto, de gente que sabe muy bien lo que quiere, donde es más difícil que calen mensajes populistas, que no digo que lo esté haciendo alguien.
Pasado ya el tiempo, ¿cuáles fueron los principales errores de Sánchez y su equipo en Ferraz? ¿Y los mayores aciertos?
No quiero revisar el pasado. Es evidente que faltó algo de lealtad con Pedro y faltó también la habilidad de no perder apoyos.
Pues hablando de futuro. Uno de los momentos álgidos de la campaña será el debate entre candidatos. Por lo que han dicho la Gestora y los equipos de Sánchez y Díaz parece que vamos a uno solo. ¿Qué les gustaría?
Estamos pidiendo más. Lo mejor es que haya debates para confrontar modelos. ¿Qué hay que ocultar? ¿Qué no se puede decir? Se tiene que hacer más de uno.
Durante esta precampaña se han conocido unas declaraciones del 'número dos' del PSOE en el Congreso y líder de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia, en las que llamaba 'hijaputa' a Margarita Robles. ¿Qué le parecieron?
Mal. No me gustan nada.
¿Debe dimitir del puesto de secretario general del grupo parlamentario?
Él ya ha dicho lo que ha dicho y no vamos a montar más polémicas dentro del PSOE.
Por cierto, Andalucía es la federación más potente. ¿Qué puede arañar López allí?
Mucho. Vamos a sacar muchos votos en Andalucía y hay una red de voluntarios trabajando con toda ilusión y sin ningún recurso o medio.
De los tres aspirantes, ¿quién cree que tendría más posibilidades en las elecciones generales?
Patxi.