Rajoy y Puigdemont se vieron en La Moncloa el 11 de enero
Una cita en la sombra. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se reunieron el pasado 11 de enero en La Moncloa, donde mantuvieron una conversación cordial, sin que hubiera acercamiento alguno sobre cómo resolver el conflicto político en Cataluña, según La Vanguardia.
En el almuerzo que mantuvieron ambos en Madrid, a instancias de Rajoy, según publica el diario, Puigdemont reiteró su voluntad de convocar un referéndum e insistió en que podían negociarse las condiciones de la consulta (fecha, pregunta...) y el presidente del Gobierno volvió a manifestar su negativa a permitirlo.
Rajoy quería convencer a Puigdemont para que asistiera a la conferencia de presidentes autonómicos, que se reunió el 17 de enero, y el presidente del Govern dijo que acudiría si podía intervenir para explicar su posición sobre el conflicto catalán.
Rajoy no lo consideró oportuno y el presidente catalán no acudió. Ambas partes decidieron mantener discreción en torno a su encuentro, aunque se convirtió en un asunto controvertido tras las declaraciones del delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Milló, el pasado domingo, de que había contactos "a todos los niveles" que a veces no se hacen públicos.
A lo largo de estas semanas el 'runrún' político en Cataluña ha sido la celebración -sin publicidad- de citas a alto nivel entre Moncloa y el Govern, pero desde la Generalitat se negaba que hubiera estos contactos. El Gobierno ha decidido cambiar de actitud, aunque mantiene su 'no' a la consulta independentista. Pero del criticado inmovilismo ha pasado a la llamada 'Operación Diálogo', pilotada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
La intención del Ejecutivo es mejorar las relaciones con Cataluña y negociar sobre 45 exigencias pendientes, especialmente en temas como infraestructuras, financiación y dependencia. Dentro de esta estrategia, Sáenz de Santamaría ha viajado varias veces en las últimas semanas a Barcelona para reunirse con políticos y representantes de los ámbitos económico y social.
NI CONFIRMA NI DESMIENTE
Rajoy ha evitado confirmar en los pasillos del Congreso esta reunión, pero ha reiterado este miércoles que su objetivo es dialogar sobre los problemas que afectan a los ciudadanos, pero no sobre cómo "liquidar España y la ley".
Este ha sido el único argumento expuesto por Rajoy en declaraciones a los periodistas. Por su parte, fuentes del Ejecutivo consultadas por Efe se han limitado a subrayar que no hay comentario alguno ante reuniones que no forman parte de la agenda oficial del presidente del Gobierno.
"La posición mía que hoy recoge un medio de comunicación -ha manifestado Rajoy ante esa noticia- es la de siempre. Es una posición en la que coincide una gran mayoría de personas en Cataluña y nosotros queremos tratar de los temas que afectan a la gente".
CONFERENCIA DE PRESIDENTES
Ha añadido que él desea que Puigdemont participe en reuniones como la Conferencia de Presidentes porque ahí se habla de asuntos como la financiación autonómica, la dependencia, el empleo o los problemas demográficos, y todo eso ha dicho que importa a los ciudadanos de Cataluña.
Rajoy ha precisado que él desea hablar también de los presupuestos, de las inversiones, de las infraestructuras y de hacer un esfuerzo para recuperar la cohesión interna.
"Yo no quiero -ha añadido en alusión a la CUP- que la Generalitat esté condicionada por grupos extremistas que pueden afectar al modelo económico y social de Cataluña".
Pero a renglón seguido ha puntualizado que de lo que no puede hablar es de cómo se va a poner de acuerdo "con los señores independentistas" para saltarse la ley conjuntamente, ya que su obligación básica como presidente es "cumplir y hacer cumplir la ley".
"Por tanto, yo no puedo autorizar un referéndum que pretende lisa y llanamente liquidar la soberanía nacional y que la inmensa mayoría de los españoles no pueda opinar sobre lo que quiere que sea su país", ha explicado.
En consecuencia, ha considerado que es el momento de volver a la sensatez, al sentido común "y terminar con esto, que lleva ya cinco años y que no ha conducido a nada positivo para los ciudadanos de Cataluña.
"Mi disposición -ha reiterado- es la mejor y yo quiero hablar, pero de los problemas reales y no de liquidar España ni la ley".
Rajoy no ha querido hacer más declaraciones sobre este asunto y ha evitado responder a las preguntas de los periodistas sobre si todo eso se lo trasladó a Puigdemont en esa reunión del 11 de enero.