El Consejo de Seguridad condena el ensayo norcoreano con misiles pero no impone más sanciones
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó esta madrugada de forma unánime el último ensayo con misiles de Corea del Norte, con Estados Unidos presionando para que la respuesta incluya "acciones" y no sólo palabras.
El primer desafío armamentístico de Pyongyang desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca tuvo lugar este domingo, cuando el líder norcoreano, Kim Jong-un, supervisó en persona el lanzamiento de un misil balístico de medio alcance que cayó en el Mar de Japón.
Un día después, el Consejo de Seguridad se reunió de urgencia para analizar la prueba y pactar el enésimo comunicado de condena ante este tipo de acciones por parte del país asiático.
En el texto, como ha hecho en otras ocasiones, el máximo órgano de decisión de la ONU amenazó con imponer nuevas "medidas significativas" contra el régimen norcoreano, que se sumarían a las duras sanciones ya en vigor.
Sin embargo, ningún Estado miembro quiso hablar hoy de posibles acciones concretas, con muchos insistiendo en la importancia de lograr que se apliquen al completo los castigos ya existentes.
La nueva Administración estadounidense, que se enfrenta por primera vez a un ensayo de misiles norcoreano, llamó al Consejo a "utilizar todos los recursos disponibles para dejar claro al régimen norcoreano -y a sus habilitadores- que estos lanzamientos son inaceptables".
"Es momento de responsabilizar a Corea del Norte, no con nuestras palabras, sino con nuestras acciones", dijo en un comunicado la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley. La nueva representante estadounidense, sin embargo, evitó responder a las preguntas de los periodistas a su llegada y a su salida de la reunión mantenida por el Consejo de Seguridad.
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Japón, que junto a EEUU y Corea del Sur solicitó el encuentro, se mostró muy satisfecho por el claro mensaje acordado y dio a entender que no busca una nueva resolución contra Pyongyang, sino reforzar la aplicación de las medidas actuales.
Desde que en 2006 Corea del Norte llevó a cabo su primera prueba nuclear, el Consejo de Seguridad ha impuesto al país varios paquetes de sanciones, las más duras el pasado año, pero el régimen ha continuado regularmente con sus provocaciones.
Estas se han encontrado con críticas casi unánimes por parte de la comunicad internacional, incluida China, el principal apoyo internacional de Corea del Norte.
CHINA NO RESPALDA SU ALIADO HISTÓRICO
Pekín, que en los últimos años se ha distanciado de los Kim a raíz de sus continuas pruebas armamentísticas, condenó hoy el ensayo de este domingo. Al mismo tiempo, pidió a "todas las partes involucradas" -en referencia a EEUU, Japón y Corea del Sur y sus habituales maniobras militares en la región- que se abstengan de realizar acciones que puedan provocar una escalada de la tensión.
Países como Francia y el Reino Unido destacaron hoy la importancia de una respuesta unida por parte del Consejo de Seguridad en un asunto que, aseguran, no solo tiene que ver con Corea del Norte sino con la supervivencia de todo el régimen de no proliferación nuclear.
"Cuando se trata del riesgo de proliferación, que es una amenaza existencial, la debilidad simplemente no es una opción", defendió el embajador francés, François Delattre, en declaraciones a los periodistas.
La declaración acordada por el Consejo subraya, en ese sentido, que la prueba de este domingo contribuye al desarrollo de sistemas capaces de transportar armas nucleares.
También condenó el lanzamiento del misil el secretario general de la ONU, António Guterres, que dejó claro que se trata de "una nueva violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad".
Guterres urgió a Pyongyang a cambiar de rumbo y tomar el camino de la desnuclearización en cumplimiento de sus obligaciones internacionales.