Calculan cuánto falta para el próximo caos aéreo volcánico en Europa
Un estudio de la Universidad de Leeds ha establecido las primeras estimaciones confiables de la frecuencia de erupciones volcánicas que causan nubes de ceniza que afectan al tráfico aéreo europeo.
El estudio sugiere que estos eventos son más comunes en el norte de Europa de lo que se pensaba anteriormente, y sitúa la diferencia media entre ellos en alrededor de 44 años. También revela que estos tipos de nubes de cenizas tienen un 20 por ciento de probabilidad de ocurrir en el norte de Europa en cualquier década.
"Las estimaciones confiables de la frecuencia de los eventos de cenizas volcánicas podrían ayudar a las compañías aéreas, compañías de seguros y el público viajero a mitigar las pérdidas económicas y la interrupción causada por las nubes de cenizas en el futuro", ha señalado la doctora Liz Watson, de la Escuela de Geografía de Leeds.
INSPIRADOS POR EL EYJAFJALLAJÖKULL
La investigación comenzó poco después de la erupción explosiva del volcán islandés Eyjafjallajökull, que causó la caída de más de 10 millones de pasajeros aéreos y costó a la economía europea unos 4.000 millones de libras esterlinas.
Un equipo de investigadores, que incluía a académicos de las universidades de St. Andrews y sur de Florida, comparó los registros de precipitaciones de cenizas volcánicas (también conocidas como tephra) durante los últimos 1.000 años.
Centrándose en el norte de Europa, que está a la latitud de Islandia, una de las regiones volcánicas más activas del mundo, examinaron muestras tomadas de turberas y lechos de lagos en Europa continental, Gran Bretaña, Irlanda e Islas Feroe, junto con muestras previamente tomadas de otros sitios a través del norte de Europa.
Las muestras - núcleos de hasta siete metros de largo - fueron tomadas de sedimentos de turba y lagos donde los registros geológicos están particularmente bien conservados.
UNA RECURRENCIA PROMEDIO TRANQUILIZADORA
Utilizando microscopía electrónica y análisis químico, el equipo identificó fragmentos diminutos de ceniza volcánica preservada, llamada criptotegra - alrededor del ancho de un cabello humano - lo que les permitió identificar en qué punto se habían extendido nubes de cenizas volcánicas a través del continente.
Para muchos de los eventos, los investigadores también fueron capaces de hacer coincidir los datos de la muestra con los registros históricos o con los datos geológicos existentes que trazaron determinadas erupciones.
El trabajo encontró evidencia de 84 nubes de cenizas durante los últimos 7.000 años, la mayoría de las cuales podrían ser rastreadas hasta erupciones de los volcanes islandeses.
Se registran más incidencias de cenizas volcánicas en los últimos 1.000 años, porque la evidencia se conserva mejor y los registros históricos son más completos, lo que lleva al equipo a estimar una recurrencia promedio de 44 años.