Un detalle que (seguramente) no conocías de 'Qué bello es vivir'
Qué bello es vivir fue la primera película en la que participó el actor James Stewart tras servir como comandante y como piloto de un bombardero en la Segunda Guerra Mundial, en la Alemania ocupada por los nazis. Cuando se alistó, el Ejército del Aire estadounidense quería que sirviera solo como figura promocional para reclutar a más soldados, pero Stewart insistió en combatir. Empezó como soldado raso y acabó siendo coronel para cuando terminó la guerra.
El director de Qué bello es vivir, Frank Capra, también aparcó su carrera para unirse a la guerra y se alistó con 44 años para hacer documentales educativos sobre la guerra para el ejército.
Ambos dudaban si podrían volver a trabajar en Hollywood como antes. "Capra estaba preocupado porque sentía que llevaba cinco años sin mirar por el objetivo de una cámara de cine", explica el actor y productor Jimmy Hawkins en una conversación telefónica con los compañeros del HuffPost Estados Unidos.
Hawkins interpretó a uno de los niños en Qué bello es vivir, entabló una gran amistad con Stewart y ha dedicado gran parte de su vida a investigar sobre la película. "[A Capra] le preocupaba si todavía seguiría valiendo. A Jimmy Stewart también", afirma.
Según Hawkins —que está promocionando el lanzamiento de la Edición Platino en Blu-ray y DVD de Qué bello es vivir con motivo del 70º aniversario de la película—, Stewart estaba particularmente indeciso con respecto a su posible regreso al mundo de la interpretación. "Estuvo combatiendo, vio a muchos hombres morir por su país, vio la guerra, la guerra de verdad", explica.
Stewart confesó a Lionel Barrymore, otro de los miembros del reparto de Qué bello es vivir, que no estaba seguro de si podría volver a actuar después del final de la guerra.
"Stewart sentía que, después de salir de una guerra mundial, estar en el set de rodaje de una película sería una frivolidad", aclara Hawkins. "Decía: '¿Qué es esto? Yo he visto qué es lo verdaderamente importante en la vida y no creo que sea esto'. [Stewart] estaba listo para hacer las maletas y volverse a su ciudad natal para trabajar en la ferretería de su padre".
Al parecer, Barrymore le dijo a Stewart que no podía dejarlo todo y hacer eso, porque, a pesar de lo horrible que había sido la guerra, Stewart tenía un don que compartir. Tras esta conversación, Stewart decidió seguir adelante con su carrera como actor porque se dio cuenta de que "él era importante y eso era lo que tenía para dar a los demás".
La lucha interna de Stewart con este papel para la película refleja la de su personaje, George Bailey, que cree que el mundo sería un lugar mejor sin él.
Qué bello es vivir no solo trata de la importancia de creer que la vida de uno mismo es importante tanto a pequeña como a gran escala, sino también de que las contribuciones de cada uno son importantes.
En un mundo en el que reina la tragedia, el arte tiene que persistir para hacer que vivir siga siendo algo "bello", aunque sea durante las dos horas que dura una película clásica.
Para Hawkins, el mensaje de Qué bello es vivir es que "la vida de una persona afecta a muchas otras. Y que si uno desaparece deja un gran vacío".
James Stewart con el uniforme de oficial del Ejército del Aire durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1988, Stewart dio un discurso durante una audiencia en el Congreso en contra de la decisión del empresario Ted Turner de colorear las películas en blanco y negro. Hawkins habló con Stewart sobre el coloreado de películas antes de que este último muriera en 1997. En otra entrevista, recuerda que Stewart opinaba de las películas coloreadas que era "como si Walt Disney hubiera vomitado sobre ellas", un punto de vista con el que Hawkins estaba de acuerdo por aquel entonces.
Pero la tecnología para colorear películas ha avanzado mucho en las últimas décadas, así que Hawkins se muestra satisfecho ante la decisión de la Paramount de lanzar la película tanto en blanco y negro como en color con motivo del 70 aniversario.
Le sorprendió que el equipo encargado de colorearla fuera capaz de recrear los colores exactos de las prendas que llevaba o de su pelo.
"Hay muy pocas películas coloreadas nuestras de esa época, pero [los miembros del equipo de Paramount] las encontraron todas e intentaron que todo guardara una armonía teniendo en cuenta los colores que se llevaban en la década de los cuarenta", explica Hawkins. "E hicieron un trabajo impecable, porque, hoy en día, a la mayoría de los niños no les gusta ver películas en blanco y negro. Así que para transmitir el mensaje a otra generación, se ha coloreado para que el mensaje perviva".
"Siempre le dije a Jimmy Stewart que creía que el mensaje de la película era lo más importante", continúa Hawkins. "Como si le ponen a todo estampado de lunares para que alguien la vea. Lo importante es el mensaje. Es lo más importante".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.