'Los tragos de la vida', el bar que invierte sus ganancias en restaurar un teatro
Son nueve clientes los que hoy han venido a la coctelería. Los nueves se distribuyen por las mesas bajas del local y los taburetes de la barra. Tras esta, un joven camarero prepara los cócteles que ofrece la carta. Algunos los elabora con los ojos cerrados y otros los improvisa sobre la marcha.
Ese camarero es Beto (Juan José Ballesta), el protagonista del debut como director teatral de Daniel Guzmán (Goya a mejor director novel por A cambio de nada) y del cuarto título del proyecto en favor de las artes escénicas Tanqueray Stage, al que este año se une la agencia de reactivación de teatros Excenia. Así, el dinero recaudado por las cuatro sesiones de Los tragos de la vida, que se estrena este jueves en el Teatro Infanta Isabel (calle Barquillo 24, Madrid), servirá para restaurar este espacio abierto al público en 1906 y que se convirtió en teatro en 1914.
"La encargada del proyecto me dijo que quería intentar rehabilitar de un teatro o abrir uno que estuviera cerrado y eso me pareció muy interesante", cuenta Guzmán a El Huffington Post. "Creo que es necesario abrir y ayudar al teatro independiente, al teatro que no tiene posibilidad de financiación ni de exhibición porque no tiene los canales tradicionales. La primera opción era reabrir un teatro, creo que era en la Gran Vía el de la SGAE. Al final se ha restaurado el Infanta Isabel", continúa el autor, al que le hubiese gustado ver el regreso de alguna de las salas que se cerraron en Madrid recientemente.
"También me atrajo el proyecto porque daba la oportunidad a alguien, a una actriz o actor que estuviera estudiando y que fuera la primera vez que se subiese a un escenario como el del Infanta Isabel", continúa. "Me gustaba mucho que fuese una oportunidad. De hecho uno de los títulos que barajé era La oportunidad, es la oportunidad de un inmigrante que llega a un país sin saber nada del idioma, sin saber hacer nada, y que gracias a su necesidad, a su carisma y a su talento consigue ser uno de los mejores bartenders del mundo, aunque eso le genera un vacío existencial", explica sobre el argumento de la obra.
UNA HISTORIA DE INMIGRACIÓN Y OPORTUNIDADES
Ese bartender es Juan José Ballesta (Goya a mejor actor revelación por El Bola) y sus compañeros de escenario son Belén Cuesta (Mia) y el recién licenciado en arte dramático Cristian Vázquez, que recibe esa oportunidad que tuvieron Miguel Herrán y Antonio Bachiller con A cambio de nada.
La actriz de La llamada y Paquita Salas interpreta a la exnovia de Ballesta. Porque en Los tragos de la vida hay amor, hay desamor, hay temas sociales... "Me pidieron que la obra tuviera sentido del humor, comedia, que tuviera emoción y que invitara a la reflexión", explica Guzmán sobre los requisitos impuestos. También le pidieron que durase "unos 40 o 45 minutos" (aunque el resultado es algo más largo), que tenía que transcurrir en una coctelería y que no podía haber niños. "No es una pieza de microteatro [como las que hicieron sus predecesores en el proyecto Nancho Novo, Daniel Sánchez Arévalo o Secun de la Rosa] es una función de teatro", añade el autor, que no descarta volver a la actuación pero asegura no tiene intención de dejar la escritura ni la dirección. Tanto es así que ya está trabajando en su segundo largometraje.
"Elegí el tema de la inmigración por todo lo que estamos viviendo, porque cada vez se está bloqueando más el movimiento entre los ciudadanos de cada país, cada vez se cierran más fronteras, cada vez se están poniendo más condicionantes al ser humano para poder moverse por el mundo, cada vez somos más racistas... Es parte del momento actual y debe ser que tengo cierta sensibilidad hacia ello. Me sale cierta sensibilidad el inmigrante", cuenta sobre el punto de partida de la obra.
Daniel Guzmán escribe y dirige Los tragos de la vida
A partir de esa premisa aborda otros temas que, como pasó en su ópera prima, beben de su historia personal. "La propia experiencia es un buen motor para la escritura", asegura el director que define las historias vividas como "archivos que se van quedando" y a los que recurre "para contar historias que se acerquen a la vida, al espectador". "Si las he vivido yo, entiendo que pueda haberlas vivido alguien. Me gustan las historias personales, de gente que va en el autobús o que va andando por la calle", añade.
PEQUEÑAS DOSIS DE SABIDURÍA
Daniel Guzmán llena su primer guión teatral de experiencia y también de sabiduría popular escrita con ciertas dosis de ironía. "Me gusta que la obra tenga contenido y cierto corte social. Creo que se puede hacer comedia con contenido igual que se puede hacer drama con contenido, no sólo buscando la lágrima sino contando historias de personas", continúa.
Diversión, emoción y reflexión es lo que busca Los tragos de la vida a través de esas más de 30 lecciones de vida que Guzmán reconoce haber colado en la obra y que recuerda a medida que transcurre la conversación. Son frases como estas que dejan poso e invitan a la reflexión.
- "El miedo te impide a volar"
- "Los peores enemigos son sus propios compatriotas porque necesitan ver que tú estás peor para ellos sentirse mejor"
- "Si quieres mantener el trabajo nunca puedes demostrar que sabes más que tu jefe
- "Cuando uno está desesperado cree en cualquier cosa, incluso en Dios"
- "Cuando uno está necesitado buscando trabajo siempre aparece la peor oportunidad y, por su puesto, la coge".
Según el autor, estas sentencias dificultan la labor del protagonista. "Para Juanjo es muy difícil. Tiene mucho sentido del humor, es ácido, corrosivo", justifica sobre este trabajo en el que el actor interactúa con el público, con otros dos actores y con nueve maniquíes que llenan el local al empezar la obra.
"Ya que la gente invierte tiempo y dinero en ver algo que he escrito yo, me gusta devolvérselo en risas, en contenido, en emoción o en las tres cosas. Yo creo que en el fondo me gusta hacer el cine o teatro que me guste ver. Las películas que se me olvidan no me interesan", añade sobre esas sugerentes frases que le fueron "saliendo solas" a medida que escribía el guión.
'Los tragos de la vida' se representará en el Teatro Infanta Isabel de Madrid durante cuatro jueves seguidos. La primera función será el 13 de octubre y la cuarta y última, el 3 de noviembre.